José A. Guerrero (Rufo)
Algunos miembros del gobierno llevan semanas diciéndonos,
con toda la desvergüenza de la que son capaces y no es poca, que “ya se ha
terminado la fiesta que durante años hemos estado viviendo”. ¿Qué fiesta?, ¿la
de no llegar a fin de mes?, ¿la de pagar religiosamente los impuestos
municipales, autonómicos y estatales?, ¿la de pagar todas y cada una de las
facturas?, ¿la de hacer auténticos malabares con 1000 euros como mucho?...
Se atreven, sin rubor alguno, a proclamar que “hemos vivido
por encima de nuestras posibilidades” y algún que otro señor, como el
presidente de Mercadona, les sigue a la zaga y apostilla que “nos toca trabajar
más, pedir menos y cobrar poco, a semejanza de un trabajador chino”. Este señor
“Hacendado” (nunca mejor dicho) lo mínimo que puede hacer es guardar un poco de
respeto por millones de compatriotas que las están pasando canutas.
Las cañerías del poder están atascadas de tanta mierda que
cae directamente sobre nuestras cabezas. Están mintiendo a la velocidad de la
luz y cometen los mayores atropellos de los que ellos ni siquiera, hace un
tiempo, se creían capaces. Nos gobierna la mediocridad de lo podrido y el hedor
ya llega a las afueras de Johannesburgo.
No conocen ética ni tienen moral, juegan a un monopoli que
ni siquiera controlan pero que les renta a fin de mes. Nos les importa en
absoluto tener a miles de ancianos angustiados y temerosos de que su pensión
baje y cada mes que pasa sirva para menos. Les importa un pito que en cientos
de miles de hogares la miseria se haya instalado como un miembro más de familia
y les trae al pairo que las colas de los comedores sociales o de las ONGs que
reparten alimentos crezcan y crezcan.
Ya no les que cree ni la madre que los parió. Nos han
vendido y si el barco se hunde, aquí como en el Titanic, primero los de primera
clase y el resto a beberse el Atlántico.
Y todo por el parné, por el maldito parné.
Llevamos para cinco largos años de "crisis" y
todavía no ha dimitido nadie, absolutamente nadie.
Ni de los que gobernaron los cuatro años anteriores ni
tampoco de los de ahora. No habla ni el Vaticano que parece que consagra el
hambre y la precaridad si éstas son heterosexuales.
Para mayor inri nadie, salvo el "dueño" de la Zarzuela , se ha dignado a
solicitar un perdón público. Nadie ha pasado por mitad del Sáhara con una
triste cantimplora con la que, al menos, mojarnos los labios. Hablo, claro
está, de los Güertel, de los del Palau de la Música , de los EREs, de los que gastan nuestro
dinero público en "su pirámides" que les catapulten a la eternidad de
los recordados.
Todo se ha roto y lo han tirado por la borda. Ahora nos
venden la moto de que la crisis es responsabilidad de todos y que todos debemos
ajustarnos y asumir los recortes: que pensionistas con pensiones mínimas deban
pagar parte de sus medicamentos, que se excluyan prótesis del catálogo de la Seguridad Social
y haya que acoquinar por ellas, que se nos indigeste el IRPF, que el IVA se
desboque, que se merienden las becas, que mande a la puta calle a miles de
trabajadores, que lancen cada día a cientos de familias de sus hogares, que
sanitarios y educadores hagan las maletas y pongan rumbo a Dios sabe dónde, que
los investigadores no tengan ni para pipetas, que se recorten subvenciones a
ONGs que atienden a la población más excluida y a enfermos, que a los
dependientes no les quede otra que coger el camino de vuelta a la
autosuficiencia, que se niegue hasta la más elemental de las vacunas a los
hijos de los inmigrantes sin papeles y expongan la salud pública de todos y que
además les inviten a un bocadillo para el camino de vuelta a sus países de
origen cuando se les ha exprimido hasta el último jugo, .....
Y todo por el parné, por el maldito parné.
Nos hablan de cifras macroeconómicas, de mercados, de la
dichosa "prima de riesgo", del FMI, del BCE... pero en realidad no
hablan de nada, absolutamente de nada que realmente nos importe. No tienen la
menor intención de hablar claro y aún menos de remangarse y ponerse manos a la
obra. Ni en sueños piensan mandar al banquillo a Rodrigo Rato, si cabe, a estas
horas estarán pensando con qué nuevo cargo premian la fidelidad y el "buen
hacer" del muchacho. Mientras tanto, el alumnado del Instituto de Valencia
que se abriga con mantas traídas de sus casas porque no había para
calefacción, debe estar haciendo cola en un chino para
hacerse con unas docenas de paipais para aligerar el rigor del verano. Para
quien no lo recuerde, es el mismo alumnado que el Jefe de la Policía señaló con el dedo
como "el enemigo". El mismo alumnado que Esperanza Aguirre tachó de
antisistema y radicales violentos, no mucho después de someterse a una
operación express de cáncer de mama para la que no tuvo que formar parte de
ninguna lista de espera ni estuvo sujeta a restricción alguna.
Hace muy poquitos días, el Ministro de Hacienda, un tal
Montoro que tiene mucha güasa, se puso muy ufano delante de los micrófonos
diciendo que aquí "no van a venir los hombre de negro". No es
necesario llamar al número del tarot para que lo adivinen porque, en efecto,
los hombres de negro hace mucho tiempo que están entre nosotros. Pero el
singular Montoro no encabeza el "ranking", porque sus compañeros de
gabienete De Guindos y el mismísimo Rajoy le sacan notoria ventaja. Este fin de
semana, estos dos elementos, han pulverizado todas las marcas al trasmutarse en
auténticos Reyes Magos convirtiendo un Recaste en mayúsculas en una suerte de
lotería con abultado bote en condiciones muy ventajosas, lo que viene a ser un
3 x 2 del supermercado de la esquina. Acto seguido, se cambió el color de la
corbata, dio por resuelto todos los problemas y se marcho a Polonia con los
pompones de animador de "la
Roja ". Y a esto hay quien lo llama "hombre de
estado".
Y todo por el parné, por el maldito parné.
Mientras tanto, por aquí abajo, por el Sur, el verano se
impone a cada minuto que pasa y va resecando lo ya seco en un otoño-invierno
nada generoso en aguas. La calima arrecia y buscamos buena sombra. Los pies
arden sobre la arena de las playas y la humedad rondará, a ratos, el 60 % y el
paro ampliará la barrera del 33 % . Las vacaciones prometen un aumento de las
familias que pasan las tardes paseando al fresquito del potente aire
acondicionado de un centro comercial, antes catedral de consumo desmedido, hoy
casi un páramo yermo.
Quizás este año tengamos la suerte de que vuelva la
desaparecida canción del verano, porque es probable que sea la única, aunque
sea Georgie Dann. Y mientras la oímos y la disfrutamos, seguramente se escuche
de fondo a algún burócrata repitiendo los estribillos de "ya hay brotes
verdes", "la luz se ve al final del túnel".....nos seguirán
llamando a la paciencia, paciencia, paciencia...que esto se arregla.
Las cigarras cantarán por el día, los grillos por las
noches.
José A. Guerrero (Rufo)
Miembro de la
Asamblea de IULV-CA de la Carretera de Cádiz y de la Agrupación “Julián
Grimau” del PCA
No hay comentarios:
Publicar un comentario