Nos sentimos participes
del avance, pero no es momento de euforias ni de celebraciones: el
franquismo sigue presente en la oligarquía del régimen del 78
La exhumación de los
restos del dictador del vestigio franquista de Cuelgamuros es un
importante avance conseguido tras décadas de lucha por la memoria
democrática, por la verdad, la justicia y la reparación de todas
las víctimas del franquismo.
Un paso que se suma al
largo camino dirigido a eliminar todos los vestigios que aún quedan
en nuestro país de exaltación del dictador y su régimen, a poner
fin a la impunidad de sus crímenes de lesa humanidad y derrotar a
quienes quieren imponer un relato que escamotea el sufrimiento y la
lucha del pueblo español por las libertades y la justicia social.
Nos sentimos participes
de este avance, pero no es momento de euforias ni de celebraciones:
decenas de miles de compañeras y compañeros siguen enterrados en
cunetas y fosas, cientos de símbolos fascistas permanecen en calles
y edificios públicos, dirigentes y ejecutores de la represión
siguen, no solo impunes sino condecorados por el “Estado
democrático Social y de derecho”, decenas de empresas no han
reconocido haberse beneficiado de incautaciones y trabajo esclavo,
asistimos a continuos actos de exaltación del fascismo bajo la
permisividad cuando no la connivencia del aparato policial y
judicial. La lista podría ser más larga, pero en resumen, se trata
de tomar conciencia sobre la pervivencia del franquismo en el seno de
la oligarquía del régimen del 78.
Es por ello, que no
debemos dejar pasar la operación política y mediática oportunista
a la que estamos asistiendo de cara al traslado de los restos del
dictador al cementerio de Mingorrubio.
El Gobierno del PSOE
después de largos años en el poder, responsable directo de las
insuficiencias, ambigüedades y retraso histórico del desarrollo de
una memoria democrática en España, construida desde un marco
normativo e institucional que acabe con la impunidad y las herencias
franquistas, pretende ahora llevar a cabo una operación de
propaganda electoral.
Por otro, desde los
medios de propaganda del régimen pretenden convertir la exhumación
en un espectáculo que solo sirve para que los elementos fascistas
tengan protagonismo, además de pretender construir un relato
equidistante, con partidarios y detractores, en el que el cadáver
del dictador sirve como mero fetiche para desviar la atención de sus
crímenes y de su responsabilidad histórica. No vamos a participar
en su circo ni en su mascarada y llamamos a que nadie lo haga: es
necesario profundizar la lucha por la memoria democrática y contra
la impunidad del franquismo.
Por último, desde el PCE
aprovechamos este avance del movimiento de memoria democrática, para
recordar a las mujeres y los hombres que lucharon por una España
libre con justicia social, desde el respeto y la seriedad que nos
merecen las víctimas del franquismo, y desde la exigencia del
recorrido de lo que queda por hacer, sin caer en falsos triunfalismos
y con la consciencia clara que no enterraremos definitivamente al
franquismo hasta que no llevemos a cabo las transformaciones
políticas, sociales y económicas que la mayoría social reclama.
Las multas millonarias
que aplica a España la Unión Europea por incumplir la normativa de
aguas y los graves problemas que supone no depurarlas en nuestra
provincia son algunos de los asuntos que la candidata de IU en Unidas
Podemos por Málaga, Eva García Sempere, planteó en la mañana de
ayer en su recorrido por la Comarca del Guadalhorce, visitando Coín
y Alhaurín el Grande. “En 2015 se acabó el plazo para trasponer
la normativa de Europa y vamos muy tarde en materia de depuración,
acumulando una deuda millonaria que podría invertirse en muchos de
los servicios públicos que son necesarios”. Sempere recuerda que
cada día que pasa sin cumplir la directiva se aplica una sanción a
España de 200.000 euros.
La situación de
depuración de las aguas tiene repercusiones directas en dos
industrias fundamentales para la provincia, como es el Turismo y la
Agricultura. La diputada provincial de Adelante Málaga y concejala
en Alhaurín, Teresa Sánchez, ha destacado que la depuración de las
aguas sigue siendo en la comarca del Guadalhorce una asignatura
pendiente, “Y las aguas no tratadas van directamente al rio
Guadalhorce y de ahí al mar, con lo que ello supone para el
Turismo”.
En esa misma línea,
García Sempere explicó que mantener masas de agua contaminadas es
permitir filtraciones a los acuíferos “con lo que ello supone para
la agricultura y eso en un territorio donde existe un canon para la
depuración”. La ex diputada comunista de IU en las Cortes
defiendió que todo el dinero que se recauda por estos medios debe ir
directamente a la creación de depuradoras “pero que sean proyectos
con futuro y no como ha ocurrido con la de Nerja, que es más pequeña
de lo que ya se necesita”.
El agua o la falta de
ella es uno de los aspectos más destacados por Unidas Podemos a la
hora de hablar de lucha contra el cambio climático, ya que los
estudios alertan que el 75 por ciento del territorio español estará
afectado por una fuerte desertización, y que eso se sentirá en gran
medida en Andalucía y Málaga.
El transporte de
mercancías por ferrocarril en lugar de por carretera es una de las
propuestas electorales de Unidas, que esgrime que en la actualidad
sólo un 1 por ciento de las mercancías se trasladan en tren, con la
fuerte contaminación que significa. “El cambio climático tiene
también mucho que ver con la salud, las consecuencias para España
será un aumento del 7 por ciento de la mortalidad”.
En Coín, Eva García
Sempere ha hablado de Empleo y pensiones y reforma laboral. Allí, la
candidata de la coalición entre Izquierda Unida y Podemos ha
recordado que en la zona rural las pensiones suelen ser entre un 47 y
un 51 por ciento más bajas y en el caso de las mujeres, no
contributivas, porque su trabajo no está registrado oficialmente.
“Es en estas zonas donde tienen más sentido aún nuestra defensa
de que se equiparen al IPC las pensiones más bajas y que se blinden
por ley, porque las palabras se las lleva el viento”.
El Coordinador de IU en
Andalucía, Toni Valero, considera en un encuentro con Público que
"los poderes fácticos han conseguido provocar unas nuevas
elecciones". "Confiábamos en que Pedro Sánchez se iba a
sustraer a las presiones. Que Pedro Sánchez iba a ser el Pedro
Sánchez que ganó las primarias en su partido", lamenta Valero.
Raúl
Bocanegra/publico.es
Toni Valero es el
Coordinador general de IU en Andalucía desde hace unos meses, cuando
sustituyó al retirado Antonio Maíllo. Valero le ha imprimido al
puesto su propia personalidad y, con sus decisiones, ha inaugurado un
nuevo tiempo en la organización. Por delante, como estación más
inmediata, las elecciones del 10 de noviembre.
Unidas Podemos acude en
esta ocasión con un competidor en su espectro político, Más País,
el partido que dirige Íñigo Errejón, en cuatro provincias, Cádiz,
Huelva, Málaga y Sevilla. Valero, aunque sacó las uñas cuando se
conoció la noticia, no descarta en esta entrevista que, para las
próximas elecciones autonómicas, sean cuando sean, se pueda
producir una reunificación bajo el paraguas de Adelante Andalucía,
en donde habita IU junto a Podemos y otras fuerzas andalucistas en la
Comunidad.
“Me parecen
irresponsables algunas propuestas [se refiere a Más País], pero hay
que pensar con perspectiva histórica, y hay que reconfigurar el
espacio de la izquierda, el espacio progresista en donde tenemos que
contemplar todo el espacio a la izquierda del PSOE, vaya o no en
estas elecciones con nosotros”, afirma.
Una de las cosas que al
coordinador de IU le preocupaba antes de acceder al cargo era poder
ejercer cierta conciliación de la vida política con la vida
personal -Valero es padre de dos pequeños-. “[Cuando acepté el
puesto] veía los problemas, pero eso no me echaba para atrás. A mí
me echaba para atrás la conciliación. Y por las razones que sea, lo
llevo bien. Estoy llevando la tarea en medio de la tormenta que todos
tenemos a nuestro alrededor".
En un encuentro con
Público en la sede de IU en Andalucía, Valero analiza con cierta
profundidad, la que tal vez le da su formación como historiador
-Valero es profesor de Geografía e Historia en Secundaria-, lo que
está en juego en estas elecciones después de una investidura
fallida y de una oportunidad “perdida” para la izquierda de poner
“por delante los intereses de la gente, después de lo que llevamos
pasado en este país”, de una crisis que “ha desestructurado una
sociedad y ha roto las expectativas de generaciones enteras. “Podía
empezar a oírse otra música”, lamenta Valero.
“Se podía haber
llegado a una lógica distinta a la que nos quieren llevar Ciudadanos
y PP, que es una lógica restauradora. Los números que había en el
Congreso, no permitían que se aplicase lo que se quiere aplicar
ahora, esa mochila austriaca en lo que tiene que ver con lo laboral,
con las pensiones y con una reforma constitucional sin contar con la
gente. Confiábamos en que Pedro Sánchez se iba a sustraer a las
presiones. Que Pedro Sánchez iba a ser el Pedro Sánchez que ganó
las primarias en su partido. Sin embargo, los poderes fácticos han
conseguido provocar unas nuevas elecciones”, dice.
Lo que sigue son las
reflexiones de Valero, agrupadas, sobre los temas tratados en el
encuentro.
La segunda transición
Estamos viviendo una
segunda transición. Tomemos en consideración el 15M y el 1 de
octubre, el referéndum catalán con el consiguiente surgimiento de
Vox. La primera transición, podemos decir que para la izquierda era
un punto de partida. Para el Partido Comunista fue un punto de
partida para hacer políticas transformadoras. Hubo una derecha que
pensó que era un punto de llegada, que no había que avanzar más.
Que hasta ahí se podía leer. La Constitución por lo tanto ha
tenido distintas lecturas. La crisis de régimen de ahora se inicia
hace tiempo. El tema catalán, la propia caída del bipartidismo son
síntomas de una crisis de régimen y de una segunda transición que,
en nuestra opinión, no se puede cerrar con una restauración del
régimen que ha dejado fuera a la gente.
Hay que hablar de un
nuevo país. Esta segunda transición se está cerrando. Y aquí
entra el 15M. Es la expresión de que la segunda transición tiene
que tomar de punto de partida la Constitución, pero ir mucho más
allá. Y el 1 de octubre y la consiguiente salida de Vox es decir no,
se va a cerrar sin ir mas allá. Nos expresa los dos límites que se
dieron en el año 78. El 15M es "no nos representan", hay
que cambiarlo todo. Y el 1-O con el surgimiento de Vox es "aquí
no se toca nada". E incluso amarramos más.
Lo que está en juego
el 10-N
Lo que estaba en juego
con la investidura de Pedro Sánchez era, o se cierra la crisis de
régimen con la entrada de Ciudadanos, o se alarga en sentido
rupturista con la entrada de Unidas Podemos. El 15M, su fuerza
impugnatoria, se está perdiendo. Muchos interpretan que Más País
es la expresión de la vertiente más condescendiente, más moderada.
Los coletazos del 15-M no tienen la suficiente fuerza para frenar una
segunda transición en clave restauradora. Por eso los actores
políticos tenemos que echar toda la carne en el asador.
Nos jugamos dos cosas en
estas elecciones a grandes rasgos. Una, quién va a pagar la crisis
que viene por delante, que se dice que va a ser una recesión. El
Estado no tiene ahora tantos resortes para intervenir. La gente no
tiene ahorros que comerse ni queda la pensión del abuelo. Por tanto,
es cierto que no es tan grave como la que hemos vivido, pero el
efecto social puede ser peor.
Está la pata de la
agenda neoliberal de Bruselas, que les preguntan: ¿por qué no la
habéis aplicado? La señora Calviño [ministra de Economía] le dijo
por carta a Bruselas: no se preocupen ustedes que el tema de las
pensiones se va a tocar. Eso está ahí esperando.
Y dos, qué reforma
constitucional se hace. Tienen en agenda pendiente la reforma
constitucional, otra cosa es que no salga a la palestra porque la
crisis y la inestabilidad no se lo permite. No les salen los números
con Unidas Podemos. Por eso decimos que si Unidas Podemos mantiene la
fuerza suficiente se evita la salida Margallo [exministro de
Exteriores de Mariano Rajoy] de la reforma constitucional.
Yo quiero un proceso
constituyente. La reforma constitucional es lo que le viene bien al
régimen para restaurarse y se hace por arriba. Si vamos a tocar la
Constitución, como la tocaron con el 135, la tocamos todos y se abre
un proceso constituyente. Y la ciudadanía elige a sus constituyentes
y la tocamos entre todos. Desde la jefatura del Estado a lo que haya
que tocar. Lo que no vale es una reforma constitucional selectiva,
con los números que tienen en el Congreso favorables a las tesis
conservadoras, en donde la gente no participa, como hicieron con el
135. Fue una reforma constitucional por la puerta de atrás. Por
tanto, los números ahora no les salen, pero lo tienen en cartera.
Un entendimiento
PSOE-Unidas Podemos
Si hay un cogobierno de
PSOE con Unidas Podemos o un gobierno de PSOE dependiente de Unidas
Podemos se frustran esas salidas, pero si no es así, sabemos por
dónde vamos. Si Pedro Sánchez pacta con la derecha, este es el
paquete, no es un paquete para cuatro años. Por eso, Albert Rivera
dijo, inteligentemente el otro día, ahora está siendo muy
inteligente a la luz de las encuestas: yo ofrezco un pacto para diez
años. Porque él sabe que lo que hay que hacer, lo que exige Europa,
no se hace en cuatro años.
Y aquí vamos a un
consenso fundacional del régimen. Igual que el del 78 ha tenido 30
años de vigencia con cierto consenso en torno a que este país es
próspero y hay Europa, ahora necesitan un nuevo consenso
fundacional. Y saben que un consenso fundacional requiere diez años
de reformas. Para que dure. Y están repartiendo los papeles.
Y les gustaría no tener
a un Partido Comunista 2.0. Igual que hubo un Partido Comunista que
tuvo su capacidad de influencia hasta más o menos Maastricht, cuando
se quitan muchas competencias económicas, no quieren ahora a Unidas
Podemos, como espacio impugnatorio con capacidad decisoria en este
nuevo escenario de recomposición del régimen, porque entonces no
les sale la operación. Por eso, nos estamos jugando tanto. No es
solo un SMI subido a 1.200 euros. Es eso. Es un consenso fundacional
que lleva años esperando porque a Rajoy no le salían los números,
al PSOE menos todavía y este país estaba con una fluctuación de
voto que les impedía hacer las cosas.
El papel de Andalucía
Creo que tenemos que ir a
un modelo de país federal. Andalucía que ha jugado un papel
histórico de periferia, de la que se extraen recursos, capitales
humanos y recursos naturales, tiene que jugar en pie de igualdad con
el resto de territorios del Estado, por tanto, creo que tenemos que
ir a una federalidad. El modelo ya fracasado del régimen del 78 nos
ha llevado a la confederalización del norte y la regionalización
del sur. Eso tenemos que evitarlo. Andalucía tiene que jugar un
papel como jugó, cuando su pueblo se movilizó y consiguió la
autonomía mediante un referéndum. El escenario tiene que contemplar
a Andalucía como protagonista, hablar de Andalucía es hablar del
pueblo andaluz, un pueblo trabajador como protagonista. El papel de
Andalucía en el nuevo escenario va a ser bueno para el resto de
trabajadores del país.
La federalidad le da
muchísima autonomía los territorios, pero también un sentido hacia
el conjunto de país. Tenemos claro que vamos a construir un nuevo
país.
Sobre un grupo andaluz
propio en el Congreso
Los diputados de Unidas
Podemos, y en su momento los de IU, no paran de llevar iniciativas de
Andalucía. Uno de los récords lo ha tenido la compañera de Málaga,
Eva García Sempere. Es un problema político de cómo este país
funciona en lógicas de centro y periferia, en el ámbito político y
económico. Pero, por ejemplo, al diputado de IU Antonio Romero lo
conocía todo el mundo. Políticamente, consiguió subvertir esas
lógicas. La federalidad no se resuelve con una medida burocrática,
administrativa, es un problema de cómo este país tiene su centro y
su periferia. Tenemos que poner a Andalucía en un papel protagónico.
Al respecto de
Adelante Andalucía
Esa convulsión de fin de
régimen se traduce en los actores que estamos aquí. Uno de ellos es
Adelante Andalucía. Esa investidura fallida tiene un impacto en una
parte del espacio de lo que es Unidas Podemos que en Andalucía tiene
su expresión singular con Adelante Andalucía. La presentación de
Más País no ha arrastrado en Andalucía, ni por la parte
andalucista, que se siente cómodo en Adelante Andalucía ni sectores
desgajados de Podemos o de PSOE. Ha habido personas que se han ido.
Vamos a una recomposición
del espacio de la izquierda, después de las elecciones, en donde hay
más actores de los que había antes. Ya veremos con qué fuerza Más
país.
Y Adelante Andalucía
tiene que tener su debate en torno a lo que quiere ser de mayor. Cómo
queremos continuar con los acuerdos tomados. Creo que el diagnóstico
y la propuesta que se ha tenido en el primer año de vida, es un buen
punto de partida Adelante Andalucía es mucho más que un grupo
parlamentario. Tiene que salir de la lógica institucional para ser
lo que realmente tenía vocación de ser: un movimiento social.
Adelante Andalucía tiene que estar más en los conflictos sociales.
Y vertebrando las organizaciones por abajo. Tenemos que construir ese
músculo organizativo, político. Esta campaña electoral nos pone
por delante una tarea imperiosa, pero deberíamos recuperar esa
vocación.
El panorama andaluz
Lo que une al PP, Cs y
Vox es sólido. Detrás de la performance diaria, esto va a aguantar.
Saben que por separado les puede ir muy mal. Ciudadanos va a quedar
debilitado y con más razón van a querer mantener este Gobierno. Y
Vox está cómodo. A Vox le dejan hacer sus piruetas. A Vox le dejan
meter el marchamo en los presupuestos. Hacer del Parlamento su caja
de resonancia.
Moreno, que se encontró
con la silla de la presidencia casi por casualidad tiene mucho que
agradecer a los otros dos socios, así que parece que van a llegar
hasta el final. Hay una agenda de privatización de servicios, a
través de la externalización: cierre de líneas públicas, listas
de espera… Eso es business. Y el business no lo van a cortar. El
problema va a ser cuánto de lo que hagan va a ser irreversible y
cuánto no. Veo un gobierno que detrás de mucha ocurrencia e
injusticia fiscal y mucha impostura, va a aguantar hasta el final. Lo
que les une es muy importante. Y no hay encuestas que digan que al PP
le vaya a ir bien. Así que vamos a una legislatura larga.
El PSOE de Susana Díaz
Están a la expectativa.
No acabo de ver que el PSOE marque un perfil propio, más allá de lo
que contemporiza con el PP. Le veo contemporizando en exceso con el
PP. Creo que lo que toca en Andalucía, lo que nosotros intentamos
hacer es marcar un proyecto para Andalucía independientemente del
que el PP está haciendo en el día a día. Evidentemente, tendremos
que confrontar, pero tenemos que tener una visión de Andalucía de
aquí a futuro. Veo al PSOE con ese síndrome de gobierno en el
exilio. De estar contemporizando cada día con la noticia que el PP
pretende vender. Y creo que un partido que ha gobernado tantos años
y que tiene el asiento que tiene en Andalucía, tiene que salir de
esa situación. Tendría que cambiar ese ensimismamiento y cierto
berrinche de niño consentido que no le han dejado lo que quería.
Pero ya veremos. Las elecciones se han metido de por medio. Queda
mucho por ver. Susana y yo tuvimos una conversación cordial cuando
fui elegido y después no hemos vuelto a coincidir.
En lo que podamos
coincidir, para adelante, pero es cierto que el PSOE ha cambiado
todavía poco. Sigue en una foto fija. El PSOE de Susana Díaz es el
más beligerante con la izquierda, no solo con IU. También ese es el
que más presionó por su izquierda a Pedro Sánchez, pero si esos
entendimientos vienen, pues estupendo. Pero insisto, el PSOE en
Andalucía no ha sufrido una catarsis como la que sufrió el PSOE a
nivel federal.
La sentencia del TS y
la situación en Catalunya
El hecho de que no haya
caído el delito de rebelión deja una situación más cómoda al
PSOE, aunque se apliquen unas penas desproporcionadas, ya que el
sector más ultra pierde el relato del golpe de estado.
Hay que incorporar al
proceso sentido común y diálogo y que la ley se ponga al servicio
del sentido común y del diálogo. La ley, a veces, se quiere en
contra de ese sentido común y de ese diálogo. Por lo tanto, la
sentencia es un fracaso, porque no ayuda a la resolución del
conflicto, sino que lo encona más y genera sufrimiento añadido. La
propia sentencia plantea que todo era una farsa. La propia sentencia
dice que los autores estaban engañando a su propia cofradía. No se
puede pueden aplicar unas penas como si efectivamente fueran a la
independencia con unos hechos catalogados como farsa.
Por eso, ahora más que
nunca hay que incorporar el diálogo. Y desde el diálogo, normalizar
la situación, y una vez que se normalice, en el sentido que se ponen
mesas de diálogo en las la gente entra a escuchar al otro y a buscar
síntesis, el escenario del referéndum pactado deberá estar en el
horizonte. El referéndum pactado tiene que estar en el horizonte.
Ahora, hay que construir el camino para llegar a ese horizonte porque
este conflicto tiene solución si se deja espacio a la negociación
dejando a un lado posiciones unilateralistas o inmovilistas.
Es evidente que una
sentencia no borra del mapa el conflicto catalán. Mañana seguiremos
teniendo dos millones de catalanes que dicen que se sienten catalanes
y no españoles. La ley tiene que ayudar a la resolución de los
conflictos. Ese es el sentido que debe tener la interpretación de la
ley: evitar y resolver conflictos. Si, por contra, usamos la ley para
ahondar en el conflicto es un error. Esto denota que desde el ámbito
político queda mucho por hacer. Podemos cuestionar, criticar o no
compartir una sentencia judicial. No deja de estar en el ámbito de
la judicatura. Aquí a quien tenemos que pedir responsabilidades es
al ámbito de la política, ¿qué se está haciendo desde el ámbito
de la política?
¿Cuáles son los pasos
que se pretenden dar desde el Estado central y desde el lado
independentista? Hay un rosario de insatisfacción y frustración del
que se han servido los violentos. La violencia polariza aún más el
conflicto y da alas a los sectores ultras de uno y otro lado. Es
momento de templar, de dialogar y de dar esperanzas de solución
negociada. Nuestra apuesta sigue siendo un estado federal que asume
la plurinacionalidad del estado.
El pasado jueves, 17 de
octubre, tuvo lugar un acto en el recinto ·Eduardo Ocón" del
Parque de Málaga un acto para presentar la candidatura de Unidas
Podemos para las próximas elecciones generales del 10N. En este acto
junto a Alberto Garzón, cabeza de la lista malagueña y Coordinador
Federal de IU, estuvieron presentes Noelia Vera, cabeza de lista por
Cádiz y dirigente de Podemos; Toni Valero, Coordinador de IU
Andalucía, Eva García Sempere, candidata nº 2 por Málaga, José
Ignacio García, parlamentario de Adelante andalucía, Paqui Macías,
concejal de Adelante Málaga y Eduardo Zorrilla, portavoz del grupo
municipal de Adelante Málaga.
Alberto Garzón, ha
señalado que el objetivo de la nueva campaña electoral es "sacar
del carril" a Unidas Podemos y agotar sus fuerzas, porque son
"un obstáculo contra la hoja de ruta de recortes" que se
avecina ante los atisbos de nueva crisis económica que se anuncia.
El candidato ha
denunciado que se han repetido elecciones porque el presidente del
Gobierno en funciones, Pedro Sánchez "necesitaba dormir mejor",
ya que durante las negociaciones para formar gobierno no contemplaba
que Unidas Podemos tuviese "capacidad de cambiar la vida de la
gente, prefería otras alternativas".
Garzón ha reseñado como
esto es similar al "deseo" de la CEOE, que ya "manifestó
hace unos días" que prefería un gobierno de concentración
"suponemos que de PSOE, Cs y PP o ir a elecciones antes de dejar
que gente como nosotras pudiese tomar decisiones" en favor de la
gente.
En este sentido, ha
recordado que antes de esta campaña los "poderosos han usado
todo tipo de instrumentos" contra Unidas Podemos, como el
"espionaje de una organización criminal dentro de la Policía
Nacional con el único objetivo de sacarnos del terreno; hemos sido
víctimas de una operación para sacarnos de cualquier esfera de
influencia".
"La semana pasada
conocimos que una gran empresa, Iberdrola, había utilizado los
servicios de Villarejo para espiar a concejales y movimientos
sociales que se oponían a los devastadores programas de Iberdrola
que destruían el medio ambiente", ha afirmado.
Garzón ha explicado que
estas acciones se deben a que en Unidas Podemos tienen el "apoyo
suficiente para cambiar las cosas", por lo que ha abogado por
"hacer campaña para trastocarles los planes, para fortalecernos
y facilitar las condiciones de la vida de las personas".
Así, ha señalado que
Unidas Podemos llegó a la política para cambiar la vida de los
barrios y los vecinos, ya que "solo hay que mirar alrededor"
para ver la precariedad, el precio "abusivo" de los
alquileres, las pensiones "insignificantes" y "cómo
es imposible emanciparse para la gente joven porque los salarios son
de mierda". Por estos motivos en Unidas Podemos saben que "hay
que enfrentarse al poder, que hay que aprobar leyes para que las
grandes empresas dejen de robar y saquear".
"Es fundamental que
la gente corriente entienda lo que se está jugando, porque las
élites dirigentes sí lo saben", ha resaltado, al tiempo que ha
indicado que "hay programas económicos pensados ya para extraer
dinero de lo público", lo que se trata de una "hoja de
ruta neoliberal" con recortes de Bruselas que "siempre
recaen sobre el mismo estrato social", las clases trabajadoras.
Al respecto ha recordado
que "en los últimos años se ha saqueado nuestro país",
puesto que "se han destinado miles de millones en salvar a los
bancos de la crisis", mientras "nos dicen que no hay dinero
para pensiones, para sanidad pública". Así, ha subrayado que
los 60.000 millones de euros perdidos con estos rescates "son
seis millones de puesto de trabajo si hubiera voluntad", por lo
que ha considerado que "es un problema político, no técnico".
Asimismo, ha remarcado
que "hay partidos que quieren cambiar algunas cosas cosméticas,
pero no el fondo, lo importante", por lo que desde Unidas
Podemos abogan por "cambiar la estructura de poder que siempre
ha beneficiado a las grandes empresas", ya que "las élites
han saqueado finanzas personales y públicas" tanto en la
dictadura como en democracia.
El Coordinador federal
de Izquierda Unida asegura desde Málaga, donde vuelve a encabezar la
lista de Unidas Podemos para el 10N, que la suma de intereses de
Pedro Sánchez y de Albert Rivera, más “la abstención del PP”,
acarrearía que “se hagan políticas de derechas” tanto en
economía como en otras materias importantes, lo que será “nefasto
para el país”
El Coordinador federal de
Izquierda Unida, Alberto Garzón, aseguró ayer en Málaga que el
PSOE de Pedro Sánchez está propiciando las condiciones para lograr
una “gran coalición” con Ciudadanos, que incluya también la
abstención del PP, de cara a formar Gobierno tras las elecciones del
próximo 10N. Ante ello, consideró que “cuanta más fuerza y
diputados de Unidas Podemos haya, será más difícil que los tres
lleguen a un acuerdo”.
Garzón ha ofrecido esta
mañana una rueda de prensa en la capital malagueña, el día
siguiente de registrarse oficialmente su candidatura como cabeza de
lista al Congreso de Unidas Podemos por esta provincia, que también
vuelve a tener como número dos a la dirigente de IU y PCA Eva García
Sempere. En el contacto con los medios participó también el
Coordinador general de IU Andalucía, Toni Valero y el Coordinador
Provincial de IU Guzmán Ahumada.
El máximo responsable
federal de Izquierda Unida valoró con ironía que da la impresión
de que la dirección socialista ha logrado, por fin, su “pretensión
de ablandar a Ciudadanos; parece que esa vía funciona”. Apuntó
que la suma de intereses de Pedro Sánchez y de Albert Rivera, más
“la abstención del PP”, acarrearía que “se hagan políticas
de derechas” tanto en economía como en otras materias importantes,
lo que será “nefasto para el país” y, en especial, para los
intereses de las familias trabajadoras.
Expuso también que el
actual PSOE “no mira a izquierda ni a derecha, se mira a sí mismo
y eso dificulta mucho las cosas” y recordó que durante las
negociaciones que se alargaron meses para tratar de lograr un acuerdo
de Gobierno lo que se pudo constatar con claridad es que los
socialistas “nunca tuvieron la voluntad real de llegar a un
acuerdo” con Unidas Podemos.
Alberto Garzón reiteró
la idea de que esta repetición de los comicios generales se debe
principalmente a una “decisión del PSOE, que no es irracional”,
sino que valoró que “era mejor hacer guiños a la derecha antes
que llegar a un acuerdo con Unidas Podemos. Nos ha metido a todos en
unas elecciones que son de enorme volatilidad. No hay nada escrito,
está todo por ver”.
“La CEOE dijo que era
mejor repetir las elecciones a que Unidas Podemos tuviera influencia
en el Gobierno y Pedro Sánchez parece que ha podido dormir mejor
desde entonces”, sentenció.
De la misma forma,
explicó que los/as candidatos/as de la coalición se centrarán
durante las próximas semanas en explicar el contenido del programa,
sin admitir distracciones por otros asuntos, el mismo programa que
“se puso sobre la mesa” en las negociaciones con el PSOE y que el
partido de Sánchez no quiso aceptar. En él se incluyen temas que
siguen siendo fundamentales, como la derogación de la reforma
laboral, la intervención en el mercado de la vivienda para abaratar
los alquileres o la reducción de la factura de la luz “anteponiendo
los intereses de las familias a los de las grandes industrias”.
A preguntas de los
periodistas sobre el grado de responsabilidad de Unidas Podemos en el
fracaso de las negociaciones, indicó que muy probablemente habrán
cometido errores “en muchas cosas, y yo en bastantes”, aunque
destacó que fue la “falta de voluntad política del PSOE” la que
llevó a que no se pudiera avanzar en un acuerdo durante meses, lo
que “no parece razonable si se quería un acuerdo. No vamos a
llorar por la leche derramada”.
Con la vista puesta en
las próximas semanas de precampaña y de campaña electoral, aseguró
que todos los integrantes del espacio de Unidas Podemos están
“ilusionados” ante el horizonte que pueden abrir estas
elecciones.
Interrogado por los
informadores sobre la nueva presencia electoral del partido de Íñigo
Errejón, indicó que lo primero es “respetar la decisión de
cualquier persona o plataforma de presentarse a las elecciones”, y
añadió que este partido no supone “ninguna preocupación”
adicional, entre otras cosas porque las encuestas “manifiestan que
no altera mucho las circunstancias”.
Toni Valero, por su
parte, añadió que desconocen “en qué puntos confrontaríamos, ya
que al otro lado no tenemos ni un programa ni una organización
arraigada, porque ni siquiera se presenta en toda Andalucía”.