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viernes, 27 de enero de 2023

La VII Edición de la «Marcha Senderista de La Desbandá» arranca el 2 de febrero desde Málaga y culminará el día 11 en Almería. La cantante Rozalén y la periodista Nieves Concostrina se sumarán a la marcha


José Antonio Carmona
Área Ideológica del PCE de Málaga
Son ya siete las ediciones en las que se ha recorrido el litoral andaluz recordando a aquellos miles de hombres, mujeres y niños que dejaron atrás toda una vida huyendo del fascismo. La Desbandá es el mayor genocidio de la Guerra Civil y, no hace tanto tiempo, permanecía de alguna forma oculto en nuestra historia. Al menos, permanecía oculto para la mayoría de las personas.
Pero, como decía Antonio Machado en su poema «Caminante, no hay camino»,el camino se hace al andar, y eso es lo que la Asociación Socio-cultural La Desbandá lleva haciendo siete años, caminar por la senda de la verdad, la justicia y la reparación de quienes fueron los representantes de lo mejor de una generación, aquellos y aquellas que no consintieron vivir bajo el yugo del fascismo aunque eso supusiera perderlo todo, incluso la vida.
Quizá, para entender bien lo que pasó, haya que desterrar el concepto de guerra civil y situarse en lo que en realidad fue, una intervención nazifascista contra la Segunda República Española, aquel periodo tan legítimo, ganado en urnas, que tuvo que ser derrotado a base de muerte, exilio y tortura.
Hoy, cuando los herederos de los golpistas ocupan escaños en las instituciones, ejercicios de memoria democrática como esta marcha son más necesarios que nunca. Recordar y homenajear a los cientos de miles de andaluces y andaluzas que protagonizaron un episodio épico de nuestra historia, por querer vivir en suelo republicano, merece todo nuestros respetos como sociedad y de eso, en el fondo, va esta marcha. De no olvidarles.

En este 2023, se les recordará a lo largo de las diez etapas que componen la VII Edición de la Marcha Senderista la Desbandá, que arrancará el próximo día 2 de febrero en Málaga con una etapa de 12,9 kilómetros que culminará en Rincón de la Victoria. Hasta llegar a la décima etapa, con llegada a Almería, el próximo día 11, se recorrerán diversos puntos del litoral andaluz, pasando por Nerja, Almuñécar, Salobreña, Torrenueva, Castell de Ferro, La Rábita, Adra, El Ejido, Roquetas de Mar y Vícar.
Es difícil agradecer como se merece el esfuerzo que realizan los caminantes y las caminantes de esta marcha que cada año congrega a más gente y que, además, ofrece actividades culturales en cada una de las etapas. Por poner un ejemplo, en esta edición participarán, entre otros muchos nombres, la cantante Rozalén o la periodista Nieves Concostrina. Si las resalto es porque esta VII Edición tiene nombre de mujer, ya que rinde especial homenaje a Tina Modotti y Matilde Landa, quienes acudieron a Almería a ayudar al médico canadiense, Norman Bethune, en sus labores de socorro a las víctimas.
Esta marcha reúne cada vez a más caminantes y es por ello por lo que, además de las etapas mencionadas, esta edición también consta de dos etapas previas en la provincia de Málaga. Por un lado, la denominada «Las Huías», donde cuatro columnas de participantes se encontrarán el próximo 28 de enero en Cuevas del Becerro con el objetivo de rendir homenaje a los vecinos y vecinas de la zona que huían del franquismo, desenterrar esa herida y saldar esa deuda democrática. Por otro lado, en la comarca de la Costa del Sol Occidental, tendrá lugar el próximo día 1 de febrero una etapa prólogo que, saliendo de Mijas, culminará en la caseta del PCE Málaga del recinto ferial de Fuengirola, donde se

ofrecerá avituallamiento a los participantes.
Podemos asegurar que esta séptima edición será un éxito, pues se han sobrepasado holgadamente las previsiones en cuanto a solicitudes de participación; además, podemos estar seguras de que habrá una octava edición en la que se seguirá pidiendo verdad, justicia y reparación para quienes caminaban en alpargatas por el que hoy se conoce como «Sendero de la Memoria» mientras eran bombardeados por tres cruceros y cientos de aviones fascistas. Como dice la propia Asociación: «Seguiremos caminando contra el fascismo, el de ayer y el de hoy». Y también tengan por seguro que el PCE caminará con ellos, pues la lucha antifascista y por la memoria democrática es santo y seña de esta organización. Ayer, hoy y siempre. Salud y República.


domingo, 22 de enero de 2023

«¡No se puede vivir!»: la revuelta de las faeneras malagueñas, enero de 1918

Silvia Moreno Parrado/Mundo Obrero
Responsable del Área de Cultura del PCE Andalucía y enlace del Área de Feminismo del PCE Málaga ciudad en la Plataforma por la Memoria de las Faeneras de Málaga 1918
Cuántas cosas pueden expresar esas cuatro palabras. Podría pronunciarlas un sinfín de personas, en un sinfín de lugares y momentos y por un sinfín de motivos, pero, en esta ocasión, salieron de los labios de una faenera malagueña durante aquellos días convulsos de enero de 1918 en los que el hambre, la escasez y el descontento llevaron a las mujeres de las clases populares a tomar las calles exigiendo unas condiciones de vida dignas.
Los precios de productos básicos como el pan y el aceite (grandes protagonistas de las reivindicaciones de las faeneras), las patatas, el pescado, el carbón y los alquileres estaban absolutamente disparados y fuera del alcance de la mayoría trabajadora. En plena Primera Guerra Mundial, la posición neutral de España había supuesto un auge de las exportaciones de alimentos y otras materias primas hacia países que sí participaban en el conflicto, con la consiguiente carestía para el consumo interno. Carestía en los dos sentidos del término: lo poco que había tenía unos precios desorbitados, circunstancia a la que contribuyó (y esto quizá nos suene hoy, más de un siglo después) la codicia especuladora de los acaparadores.

Asfixiadas por unas condiciones de vida insoportables, hartas de manipular y ver pasar bajo sus ojos productos básicos que iban destinados al exterior mientras en sus casas no había sino hambre y miseria, las faeneras (operarias del sector agroalimentario, principalmente estucheras, envasadoras de pasas, higos y almendras, etc.) se lanzaron a las calles el 9 de enero de 1918, con la espontaneidad que dan la desesperación y la miseria, para pedirles al alcalde y al gobernador civil que intervinieran de forma inmediata. Ante la tibieza de las autoridades, que, por un lado, fueron incapaces de negociar con los exportadores y, por otro, se limitaron a ofrecer medidas de alivio más cercanas a la caridad que a la justicia social, se desencadenó una oleada de protestas en forma de marchas y manifestaciones (cada vez más multitudinarias, al irse sumando mujeres de otros oficios y, en un segundo momento, también los hombres), requisas de productos destinados a la exportación y, cómo no, huelgas, a las que se incorporaron además los obreros de los altos hornos, golpeados por lo que quizá fueran ya los últimos estertores del sector industrial malagueño. Con el crescendo de las movilizaciones llegó el de la respuesta represiva de las autoridades: el balance final fue de cuatro víctimas mortales (dos mujeres y dos hombres), más de una veintena de personas heridas y otros tantos detenidos. El 21 de enero se decidió abandonar las calles y la población accedió a reincorporarse a sus puestos de trabajo y mantener desde allí las reivindicaciones. Aunque no se llegó a alcanzar el abaratamiento de productos que las manifestantes habían exigido al principio, hubo una cierta moderación de los precios, que terminó consolidándose pocas semanas después con la tasa impuesta sobre alimentos de consumo habitual.

Pero el gran hito de aquella rebelión, vista desde la cómoda distancia que dan los ciento cinco años transcurridos, fue el carácter eminentemente femenino que tuvo en su origen. Si bien con el paso de los días se acabaron sumando los hombres, sobre todo a partir de que las sociedades obreras asumieran la organización de las movilizaciones, quienes en primera instancia se echaron a la calle clamando de hambre e indignación fueron las mujeres, como línea de frente en el conflicto, todavía sin resolver (por irresoluble), entre el capital y la vida.
El sábado, 21 de enero, la «Marcha de las faeneras», organizada por la Plataforma por la Memoria de las Faeneras de Málaga 1918, recorrió de nuevo las mismas calles del centro de Málaga a las que hace poco más de un siglo se lanzaron miles de mujeres hambrientas de pan y justicia. De justicia, precisamente, es dignificar su lucha y su historia, pues solo hundiendo las manos en la memoria del pasado encontraremos las armas para la revolución del futuro.

Para saber más:
-María Dolores Ramos, «Crisis de subsistencia y conflictividad social en Málaga: Los sucesos de enero de 1918», Baetica: Estudios de Arte, Geografía e Historia, n.º 6, pp. 441-466.
-Raquel Zugasti Villar, Mujeres en lucha. La revuelta de las faeneras. Málaga, 1918, Málaga, Ediciones del Genal/El Acebuche Libertario, 2022.
-Plataforma por la Memoria de las Faeneras de Málaga 1918: https://www.facebook.com/profile.php?id=100064932240304


lunes, 16 de enero de 2023

Alberto Garzón sitúa a Sumar como el “instrumento más útil para cumplir los objetivos de la izquierda”, entre ellos “impedir que la derecha radicalizada pueda gobernar con la extrema derecha”


El Coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha asegurado que en este 2023, además de los comicios municipales y autonómicos de mayo, se afrontarán unas elecciones generales “que van a determinar si la fórmula del Gobierno de coalición debe replicarse o si, por el contrario, puede haber en España un gobierno al estilo de Polonia o Hungría, con una derecha radicalizada gobernando con la extrema derecha”.
Para evitarlo desde la izquierda, Garzón ha dejado meridianamente claro que “el instrumento más útil y que puede cumplir de manera más clara con los objetivos planteados es el que se está construyendo en estos momentos y se llama Sumar”.
El máximo responsable de IU y ministro de Consumo desarrolló este análisis al inicio de la Coordinadora Federal -máximo órgano ejecutivo y de debate de IU- reunida desde este mañana de forma telemática. Lo hizo al presentar su informe de coyuntura política en el que, entre otras cuestiones, plantea que en este proceso “hay que contar con herramientas democráticas que permitan la participación de la ciudadanía”. De ahí que haya propuesto que “en la cristalización de este instrumento llamado Sumar se pueda contar con unas primarias que permitan a todas las fuerzas políticas y a todos los ciudadanos que quieran participar sin adscripción alguna tener un mecanismo para encontrar a las mejores personas para encabezar las listas electorales”.
Garzón también explicó otra de las propuestas clave de informe y aseguró que las fuerzas políticas “aquellas que tenemos más experiencia, tenemos que reunirnos y encontrarnos en una mesa de partidos”.

Se refería así a todas aquellas fuerzas que “creamos que Sumar es el instrumento adecuado y que Yolanda Díaz es la mejor candidata para las elecciones generales; tenemos que encontrarnos y debatir cómo podemos fortalecer ese proyecto y hacer que la candidatura de Yolanda pueda recobrar toda la fuerza posible para enfrentar las elecciones generales”.
Alberto Garzón desarrolló un detallado análisis de la presente coyuntura política. Destacó que en 2023 “nos jugamos el rediseño de las fuerzas políticas en los parlamentos y los ayuntamientos para ver dónde va el rumbo de nuestro país” y, en el ámbito de las generales, insistió en que el voto de la ciudadanía “determinará las opciones de una derecha radicalizada para poder gobernar con la extrema derecha”.
En relación a la primera cita electoral, felicitó “a toda Izquierda Unida, a su militancia, por el trabajo incansable que están realizando en todas las comunidades autónomas y municipios”.
Recordó que “somos una organización política con más de 35 años de vida, que tiene en su seno a fuerzas políticas con más de 100 años de vida. Tenemos una gran implantación social y una enorme capilaridad territorial, con cerca de 2.000 concejales en todo el país y con un bagaje que nos sirve de utilidad para interpretar la realidad y saber hacia dónde tenemos que ir”.
“Hemos aprendido mucho en todo este proceso”, recalcó, para explicar a renglón seguido que “en las municipales y autonómicas nuestra gente está haciendo lo imposible para que las izquierdas puedan sacar el mejor resultado, para que Izquierda Unida sea un instrumento útil para mejorar la vida de las familias trabajadoras y para ser capaces de la frenar a esta derecha radicalizada que solo aspirar a acabar con la pluralidad y la diversidad en España”.

Analizó que para impedir esta “opción terrible”, que “desencadenaría retrocesos sociales, económicos y civiles” tanto a nivel autonómico como estatal “tenemos que ser capaces de entender este momento político y ser hábiles”. Esto pasa, en primer lugar, por saber “poner en valor y explicar a la ciudadanía los ingentes esfuerzos que estamos haciendo con nuestra participación en el Gobierno de coalición, con nuestra experiencia en la práctica institucional”. Ahí están “logros como la reforma laboral, la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), del que defendemos ahora una subida sustancial para que pueda alcanzar los 1.100 euros, porque es la forma de defender a las familias trabajadoras frente a muchos años de ajuste neoliberal y de una inflación y pérdida de poder adquisitivo”.
“Defendemos -resumió el también ministro de Consumo- un cambio de paradigma en el que se refuerzan los salarios, la negociación colectiva, los derechos democráticos, donde se amplíen todo tipo de derechos para las familias más vulnerables y el conjunto de la sociedad que ha visto durante demasiados años como el Estado se utilizaba en beneficio de unos pocos”.
Garzón insistió en que “todo esto tenemos que explicarlo, porque no basta solo con hacer buenas leyes”. A su juicio, “hay que ser capaces de comunicar y de llegar a todo el mundo”, lo que no resulta fácil en un contexto, entre otras razones, donde “nos encontramos con un enramado mediático que ha demostrado cómo mayoritariamente participaba de la desinformación, de la manipulación, por ejemplo en procesos judiciales que años después se han demostrado que eran falsos”.
El máximo responsable de IU destacó la idea de que para alcanzar los retos fijados “hablamos también de instrumentos y así lo recogemos en nuestro informe” y ahí “el instrumento más útil y que puede cumplir de manera más clara con los objetivos planteados es el que se está construyendo en estos momentos y se llama Sumar.

Expuso que la “plataforma constituida por Yolanda Díaz y por mucha gente anónima”, también lo está por “mucha gente con nombre y apellidos en los grupos de trabajo de Sumar para diseñar y discutir procesos programáticos”, entre los cuales “está también muchísima gente de Izquierda Unida, que de manera desinteresada está dedicando mucho tiempo y mucha energía a fortalecer ese instrumento, junto a mucha más gente de otras fuerzas políticas o sin ningún tipo de carné”.
Alberto Garzón comparte que “sumar no es una cuestión que se limita a los partidos, es un proceso popular y ciudadano que trata de incorporar a mucha gente que falta en el debate político. Hay que ser conscientes de todo lo que ello significa”. Pero también están ahí “fuerzas políticas como Izquierda Unida, que con nuestra experiencia y nuestro bagaje somos fundamentales para apoyar y reforzar ese proyecto”.
“Debemos ser capaces -dijo- de comprender el momento político y hacer una apuesta clara, generosa y desinteresada por un instrumento político como es Sumar y encontrar las mejores maneras para que su éxito sea el de la sociedad. No es el tiempo para el protagonismo de determinados partidos, sino de la generosidad, la cooperación, la confluencia para que Sumar pueda agruparnos a todos y a todas”.
Valoró que Yolanda Díaz “ha activado con su experiencia y valor toda una serie de reformas políticas que han contado con el apoyo de la mayoría de la población y ha despertado un gran entusiasmos razonable y sensato para el futuro de nuestro país”.
“Si con los diputados que tenemos actualmente, encabezados por Yolanda, hemos tenido todos estos méritos, respaldados por fuerzas políticas como Podemos, como Izquierda Unida o los Comunes, qué no podríamos conseguir con mayor fortaleza, con un grupo parlamentario más fuerte y con más votos detrás”.

Para Garzón, “el proceso político de Sumar tiene que ser reforzado y nuestra propuesta es muy clara. Damos un apoyo explícito a Sumar, un apoyo claro de que hay que anteponer los intereses de país a los intereses específicos, particulares y legítimos de las fuerzas políticas como la nuestra”.
Para hacerlo “debemos volcar nuestro capital político, nuestra capacidad y nuestra legitimidad, y como hemos demostrado los últimos años, también nuestra capacidad de hacer buenos diagnósticos”, resumió.
A la hora de detallar propuestas concretas como las primarias conjuntas o la mesa de formaciones políticas, el coordinador federal de IU valoró las primeras como “una fórmula importante, que cobró renovado protagonismo en el ciclo político que se inició en 2014. Es fundamental para dar legitimidad democrática y para ahondar en la radicalidad democrática, y que el proceso que se construye pueda contar con todos y todas”.
Apostilló que “si somos hábiles e inteligentes, si acertamos en estas decisiones anteponiendo los intereses de país y de las clases trabajadoras a los específicos, particulares y legítimos de nuestras fuerzas políticas, seremos capaces de neutralizar la amenaza de que la derecha radical y la extrema derecha puedan gobernar este país”.
Alberto Garzón concluyó diciendo que “soy optimista y creo que España cuenta con una mayoría progresista y demócrata que no solo quiere preservar los derechos actuales, sino ampliarlos”.