1.- Rechazar el Plan de Rescate del sistema financiero
español impuesto por el Eurogrupo y su aceptación por el Gobierno de España.
Este rescate consiste en salvar el agujero especulativo de la Banca con la deuda pública,
que tendremos que pagar toda la ciudadanía, (a través de la devolución del
principal de los créditos que se soliciten) y más déficit (mediante el pago de
los correspondientes intereses). Con ello, se debilita la posición financiera
del Estado español y se obliga a nuevos recortes de gastos, con todas sus
consecuencias sobre los servicios sociales, para mantener el objetivo de
déficit. El comunicado del Eurogrupo, frente a lo que dice el Gobierno, sí
incorpora nuevas exigencias al transformar las recomendaciones en obligaciones
para lograr el cumplimiento de déficit y al establecer una estrecha vigilancia
sobre la economía española. Estamos ya intervenidos de hecho, tutelados en
nuestras decisiones económicas y fiscales, y sometidos a un control riguroso.
2.- Considerar que las explicaciones dadas hasta ahora por
el Gobierno -tanto por el ministro Luis de Guindos como por su presidente,
Mariano Rajoy- son falsas, patéticas y contradictorias. Ese tipo de
explicaciones faltan el respeto democrático al pueblo y a las fuerzas
políticas, sindicales y sociales. Lejos de ayudar a resolver los problemas
existentes, debilitan la posición y el prestigio internacional de España. Es
Alemania quien ha impuesto sus condiciones. Este Gobierno no defiende la
soberanía nacional y se hace necesaria una consulta popular sobre este tema.
3.- La grave situación que atravesamos es consecuencia y
responsabilidad de las políticas del PSOE y del PP, que favorecieron la
‘especulación del ladrillo’ y que, una vez que comienza la crisis, dedican
ingentes recursos económicos para ayudar a los banqueros, siempre con la excusa
de hacer así posible el crédito y el empleo. Junto a ello está la
responsabilidad de los gestores de las entidades financieras, muy especialmente
los de bastantes cajas de ahorro. Es absolutamente imprescindible que se abra
camino la comisión de investigación que va a pedir Izquierda Unida en el debate
parlamentario del día 12 de junio, de forma que puedan depurarse estas
responsabilidades, que debe tener su complemento en una auténtica demanda
social por la verdad sobre la crisis financiera.
4.- Es inaceptable que si se destinan ingentes cantidades de
dinero a resolver los problemas de los banqueros y no existen dificultades para
aumentar hasta casi 10 puntos de PIB la deuda pública, mientras se reducen los
gastos en Educación, Sanidad o Dependencia, se recortan las retribuciones de
los empleados públicos y se ahoga a las comunidades autónomas y los
ayuntamientos.
5.-Izquierda Unida exige la comparecencia del presidente del
Gobierno ante el Congreso de los Diputados para que explique detalladamente el
Plan de Rescate y sus condiciones, especialmente los datos que se refieren a
cantidades, tipos de interés, plazos de pago, condiciones financieras y de
cualquier otro tipo. Consideramos, así mismo, imprescindible que los
procedimientos de recapitalización se realicen bajo la aprobación y el control
del Congreso, que deberá aprobar las instituciones que puedan recibir las
ayudas, tras el correspondiente análisis de su situación, la modalidad y
condiciones financieras de las mismas, las exigencias de los posibles planes de
reestructuración y cualquier otra medida significativa.
6.- Dudamos de que este Plan de Rescate permita recuperar el
crédito porque, hasta ahora, los bancos han podido financiarse bajo modelos más
rentables: deuda pública con alta rentabilidad y disponibilidades de liquidez a
bajo interés. En la práctica, las obligaciones que impone el Plan de Rescate
son más rigurosas, bien bajo la fórmula de provisiones, bien mediante
capitalización a un interés mayor y, por tanto, el argumento de que se
facilitará el crédito es difícilmente sostenible si no hay una imposición
política y un cambio en la gestión. Por otra parte, el Plan de Rescate, que ya
consideramos de dudosa eficacia frente a los activos tóxicos, no parece que
pueda tener gran influencia en la enorme deuda exterior del sistema financiero
español. Son necesarias, por tanto, muchas más aclaraciones de las que ha
facilitado el Gobierno del PP.
7.- Izquierda Unida subraya que, frente a la crisis del
sistema financiero, existe una alternativa sólida que es la construcción de una
Banca Pública a partir de la nacionalización de las entidades intervenidas, que
resuelva las necesidades de crédito de las empresas y las familias. En el
espacio europeo son precisas la democratización y la transformación del BCE en un banco último
prestamista, con capacidad para emitir deuda pública, y la creación del Tesoro
Público Europeo. En el mismo sentido, Izquierda Unida se plantea la
consideración de ilegítima de parte de la deuda pública española.
8.- Izquierda Unida llama a toda la ciudadanía a participar
en las movilizaciones que se están convocando para dar una respuesta popular a
las imposiciones del rescate financiero y proponer una alternativa democrática
y de progreso. Movilizaciones en las que nos proponemos coincidir con el 15M,
con los sindicatos y las organizaciones sociales. Izquierda Unida se propone,
así mismo, adoptar iniciativas propias de movilización en las próximas semanas.
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