El primer año del gobierno del Partido Popular en Diputación
se ha caracterizado por los recortes en lo económico, en servicios y en el
aspecto democrático, según ha puesto de manifiesto en la mañana del miércoles,
13 de junio, la portavoz del Grupo provincial de Izquierda Unida, Toni
Morillas.
Los tres diputados provinciales de esta formación ha hecho
hoy un repaso a este primer año de Elías Bendodo en el ente provincial que ha
sido calificado como “menos ayuntamientos y más Bendodo”, en referencia a una
política marcadamente presidencialista y alejada del espíritu de una
institución como Diputación, “que debe estar al servicio de los pequeñas
localidades”.
Morillas considera
que el también presidente del PP en Málaga entiende Diputación “como un
instrumento de su figura y de afianzamiento de su poder en el partido y en la
provincia y no de servicio a los pequeños municipios”.
Así, los diputados de
Izquierda Unida recuerdan que al inicio de la legislatura, el presidente
provincia anuncio que su prioridad
serían los municipios menores de 20.000 habitantes, cosa que no ha
ocurrido hasta el punto de que ha entregado “jugosas inversiones” a grandes
localidades como Torremolinos o Ronda, mientras que se ha producido “un recorte
brutal” en las transferencias, en inversiones, servicios y presupuestos. En el caso de las transferencias, Morillas
señaló que el descenso es doble, ya que ha disminuido con respecto al año
anterior y también en relación con el presupuesto (13,12 por ciento este año y
un 21,36 por ciento en 2011).
Para IU, un elemento muy destacado es la “fractura” que se ha producido en el
modelo de concertación, que era equitativo, apostando en la actualidad por un
modelo “profundamente presidencialista”. El último ejemplo se ha producido con
el remanente que IU pidió que se destinaran a la concertación como una manera
de equilibrar el recorte producido, pero ha sido destinado a Presidencia.
Este año se ha
invertido “cero euros” y los recortes están afectando directamente a servicios
fundamentales, como supresión de la
oficina territorial de urbanismo (que ha obligado a los ayuntamientos a hacerse
cargo de ello), del consorcio de
maquinaria de la zona nororiental o la
ruptura del convenio de la
Escuela de Enfermería. Morillas ha afirmado que esto se
agravará en el futuro después de las declaraciones de Bendodo cuestionando la
viabilidad de la empresa de vivienda, la guardería municipal o el centro de
atención a personas dependientes. “El debate no puede ser de competencias, sino
de necesidades. El contexto actual se puede poner en peligro numerosas
personas”.
Para Izquierda Unida,
también se ha padecido en este primero año un recorte democrático “que se
ejemplariza en un modelo profundamente paternalista, excluyente y personalista”
que es evidente en la relación entre Diputación y los ayuntamientos, con un
aumento de los recursos que el presidente “distribuye a dedo” y que Morillas
ilustró con el reparto del millón de euros que ha hecho Bendodo: el 54 por
ciento ha ido a parar a municipios gobernados por el PP y un 1,16 por ciento a
los de IU.
Esta falta de calidad democrática también es patente en la
relación con los trabajadores provinciales y prueba de ello es la presencia
continua en los plenos de empleados que no encuentra otra forma de reivindicar.
La diputada de IU ha aludido a las declaraciones públicas del presidente
hablando de privilegios de los trabajadores de Diputación, cuando ha sido el
propio Bendodo el que ha firmado dos decretos por valor de 7.000 euros cada uno
para que otros tantos diputados de su gobierno participen en un master.
La relación con el tejido asociativo de la provincia también
se ha resentido desde que llegó el PP al gobierno provincial, hasta el punto de
que se suprimen subvenciones de convocatoria pública que luego se dan de manera
discrecional.
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