Izquierda Unida, junto a ICV, a través del Grupo Parlamentario del que forman parte a realizado una enmienda a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado 2010. Tanto el Coordinador Federal de IU, Cayo Lara, como el portavoz parlamentario, Gaspar Llamazares, ya anunciaron su rechazo a los Presupuestos al no considerar suficientes las modificaciones negociadas, sobre todo en lo relativo a hacer más justas y progresivas las modificaciones fiscales propuestas por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero y señalando que “el Gobierno ha desaprovechado una oportunidad para buscar y dar una salida a la crisis desde la izquierda”.
Tanto Cayo Lara como Llamazares en nombre de IU han expresado que sigue dispuesta a negociar y “con la mano tendida para mejorar hasta el último momento estas cuentas, porque es lo que nos demandan los ciudadanos”, y esperando que el PSOE “no dé un cerrojazo” definitivo para seguir hablando ahora de las enmiendas parciales.
Llamazares denunció como los socialistas finalmente apostaron por buscar el acuerdo “con el centro-derecha nacionalista en lugar de con las formaciones de izquierda”, en relación al acuerdo que estos han alcanzado con el PCV y Coalición Canaria . Por ello, advirtió de que al tener ya garantizada la aprobación de las cuentas públicas, el Gobierno socialista “podría dar por clausurado el debate sobre la fiscalidad”. Y por tanto, consolidando el carácter neoliberal de las cuentas públicas del Estado.
Lara, por su parte, ha indicado recientemente que “España no está para bromas ni improvisaciones” y resalta que estos Presupuestos “no responden a una salida por la izquierda de la crisis, ni en ingresos, ni en gastos”.
El máximo responsable de IU resumió algunas de las propuestas que se han trasladado desde hace semanas a los dirigentes socialistas para avanzar en la lucha contra la crisis económica.
Así, recordó el Plan alternativo de empleo y formación con 35 horas de trabajo a la semana -25 de trabajo directo y 10 de formación- con un sueldo de 700 euros para ir más allá de la prestación de 420 euros por seis meses a los parados que han agotado los subsidios; también el plan público para subvencionar los créditos a las pymes, con lo que facilitar su liquidez y la creación de empleo; la compra por el Gobierno de 100.000 viviendas para ponerlas en alquiler del stock de casi un millón que siguen sin venderse, o la financiación de un plan dotado con 5.000 millones de euros para climatizar viviendas e impulsar la sostenibilidad, con lo que se daría un empuje al sector de la construcción –podrían crearse 300.000 empleos- y al cambio de modelo de desarrollo.
Cayo Lara argumentó que “no se pueden recortar recursos en I+D+i y decir que se va a cambiar el modelo productivo”, al tiempo que exige incrementar los recursos para que la Agencia Tributaria pueda luchar más eficazmente contra el fraude fiscal y evitar que “uno de cada cuatro euros no pasen por la Hacienda Pública”. Completó el resumen de las propuestas de IU reclamando más recursos para los ayuntamientos, cubrir todas las plazas de empleo público de las jubilaciones, así como crear empleo público en educación de 0 a 3 años, dependencia, justicia y atención primaria.
Gaspar Llamazares detalló que en la negociación con el PSOE se habían logrado algunos avances parciales en cuestiones como aplicar la progresividad en el ‘cheque-bebé’ y que la deducción de 400 euros al año en el IRPF no se elimine para aquellos con rentas más bajas.
También se había avanzado en que aumentara la tributación en el tramo más alto del IRPF –se esbozó que podría pasar del 43% actual al 45%-, al tiempo que se reclamó al Gobierno una mayor imposición de las SICAV (sociedades de inversión de capital variable). En este punto los socialistas sólo querían para estas entidades un mayor control contra el fraude, sin gravarlas más, de igual forma que no hubo ningún avance en la frontal oposición de IU a la subida de dos puntos del IVA. “El Gobierno se ha plantado en el incremento del IVA y eso gravita sobre el conjunto de la política de impuestos”, dijo.
Llamazares recordó al Ejecutivo del PSOE que “la izquierda parlamentaria en su conjunto impugna estos Presupuestos”, en referencia a la posición conjunta de ERC, BNG, IC e IU, lo que debería hacerles reflexionar e impulsar la negociación. No obstante, lamentó en cualquier caso que mientras las cuentas de 2009 fueron las de la “negación de la crisis”, las que se negocian ahora parece que son las “de la desconfianza y la decepción”.
Explicó que el objetivo de Izquierda Unida es que el Presupuesto 2010 sea “justo en materia de ingresos, distribuyendo cargas y beneficios ante la crisis de manera equilibrada, y que impulse a la economía y esté dedicado básicamente a la creación de empleo y la protección social”.
Así en su intervención en la Cortes el portavoz de IU-ICV, Joan Herrera, ha afirmado que el Gobierno ha decepcionado a "mucha gente", porque están "desorientados" en materia fiscal, aplican una "austeridad indiscriminada", no "acotan" las SICAV y suben el IVA a todos. Herrera criticó el Presupuesto, como una política fiscal "injusta, inequitativa y equívoca",
Herrera ha admitido que la intención de su grupo no era enmendar las cuentas del Estado, sino "hacer girar – hacia la izquierda- la política del Gobierno en los primeros presupuestos que reconocen abiertamente la crisis". Esto no ha sido posible porque el Gobierno ha optado por lo "fácil" y por "no rectificar", lo que se ha traducido en "amagando con la izquierda para acabar chutando con la derecha", ha comentado.
Tanto Cayo Lara como Llamazares en nombre de IU han expresado que sigue dispuesta a negociar y “con la mano tendida para mejorar hasta el último momento estas cuentas, porque es lo que nos demandan los ciudadanos”, y esperando que el PSOE “no dé un cerrojazo” definitivo para seguir hablando ahora de las enmiendas parciales.
Llamazares denunció como los socialistas finalmente apostaron por buscar el acuerdo “con el centro-derecha nacionalista en lugar de con las formaciones de izquierda”, en relación al acuerdo que estos han alcanzado con el PCV y Coalición Canaria . Por ello, advirtió de que al tener ya garantizada la aprobación de las cuentas públicas, el Gobierno socialista “podría dar por clausurado el debate sobre la fiscalidad”. Y por tanto, consolidando el carácter neoliberal de las cuentas públicas del Estado.
Lara, por su parte, ha indicado recientemente que “España no está para bromas ni improvisaciones” y resalta que estos Presupuestos “no responden a una salida por la izquierda de la crisis, ni en ingresos, ni en gastos”.
El máximo responsable de IU resumió algunas de las propuestas que se han trasladado desde hace semanas a los dirigentes socialistas para avanzar en la lucha contra la crisis económica.
Así, recordó el Plan alternativo de empleo y formación con 35 horas de trabajo a la semana -25 de trabajo directo y 10 de formación- con un sueldo de 700 euros para ir más allá de la prestación de 420 euros por seis meses a los parados que han agotado los subsidios; también el plan público para subvencionar los créditos a las pymes, con lo que facilitar su liquidez y la creación de empleo; la compra por el Gobierno de 100.000 viviendas para ponerlas en alquiler del stock de casi un millón que siguen sin venderse, o la financiación de un plan dotado con 5.000 millones de euros para climatizar viviendas e impulsar la sostenibilidad, con lo que se daría un empuje al sector de la construcción –podrían crearse 300.000 empleos- y al cambio de modelo de desarrollo.
Cayo Lara argumentó que “no se pueden recortar recursos en I+D+i y decir que se va a cambiar el modelo productivo”, al tiempo que exige incrementar los recursos para que la Agencia Tributaria pueda luchar más eficazmente contra el fraude fiscal y evitar que “uno de cada cuatro euros no pasen por la Hacienda Pública”. Completó el resumen de las propuestas de IU reclamando más recursos para los ayuntamientos, cubrir todas las plazas de empleo público de las jubilaciones, así como crear empleo público en educación de 0 a 3 años, dependencia, justicia y atención primaria.
Gaspar Llamazares detalló que en la negociación con el PSOE se habían logrado algunos avances parciales en cuestiones como aplicar la progresividad en el ‘cheque-bebé’ y que la deducción de 400 euros al año en el IRPF no se elimine para aquellos con rentas más bajas.
También se había avanzado en que aumentara la tributación en el tramo más alto del IRPF –se esbozó que podría pasar del 43% actual al 45%-, al tiempo que se reclamó al Gobierno una mayor imposición de las SICAV (sociedades de inversión de capital variable). En este punto los socialistas sólo querían para estas entidades un mayor control contra el fraude, sin gravarlas más, de igual forma que no hubo ningún avance en la frontal oposición de IU a la subida de dos puntos del IVA. “El Gobierno se ha plantado en el incremento del IVA y eso gravita sobre el conjunto de la política de impuestos”, dijo.
Llamazares recordó al Ejecutivo del PSOE que “la izquierda parlamentaria en su conjunto impugna estos Presupuestos”, en referencia a la posición conjunta de ERC, BNG, IC e IU, lo que debería hacerles reflexionar e impulsar la negociación. No obstante, lamentó en cualquier caso que mientras las cuentas de 2009 fueron las de la “negación de la crisis”, las que se negocian ahora parece que son las “de la desconfianza y la decepción”.
Explicó que el objetivo de Izquierda Unida es que el Presupuesto 2010 sea “justo en materia de ingresos, distribuyendo cargas y beneficios ante la crisis de manera equilibrada, y que impulse a la economía y esté dedicado básicamente a la creación de empleo y la protección social”.
Así en su intervención en la Cortes el portavoz de IU-ICV, Joan Herrera, ha afirmado que el Gobierno ha decepcionado a "mucha gente", porque están "desorientados" en materia fiscal, aplican una "austeridad indiscriminada", no "acotan" las SICAV y suben el IVA a todos. Herrera criticó el Presupuesto, como una política fiscal "injusta, inequitativa y equívoca",
Herrera ha admitido que la intención de su grupo no era enmendar las cuentas del Estado, sino "hacer girar – hacia la izquierda- la política del Gobierno en los primeros presupuestos que reconocen abiertamente la crisis". Esto no ha sido posible porque el Gobierno ha optado por lo "fácil" y por "no rectificar", lo que se ha traducido en "amagando con la izquierda para acabar chutando con la derecha", ha comentado.
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