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sábado, 5 de febrero de 2011

En el 74 Aniversario de la pérdida de la Libertad de Málaga y del crímen de la carretera a Almería

El infortunado día 8 de febrero de 1937 hacían su entrada en la ciudad de Málaga las tropas fascistas de Franco que mandaba el coronel Borbón por el barrio obrero de Huelin donde encontraron la resistencia de tan sólo unas decenas jóvenes que pagaron con sus vidas, este gesto desesperado y heroico, sus cuerpos quedarían amontonados después de la refriega en una de las entradas de la Estación de ferrocarriles y la sangre corría por la carretera.
Al mismo tiempo tres columnas italianas se internaban en la capital por diferentes lugares, que encontraron otro núcleo de resistencia en el camino de Antequera, que igualmente fue aniquilado, y que aún hoy no han sido rescatados sus restos que descansan en algún lugar de la barriada del Puerto de la Torre. Asimismo llegaron tropas de los buques franquistas que fondeaban en el puerto y que apenas unas horas antes bombardeaban Málaga. A las 5 de la tarde las tropas de ocupación fascista desfilaban “triunfales” por la calle 14 de abril, que volvía a denominarse del marqués de Larios, pisoteando las libertades republicanas.
Habían acabado los sietes meses de esperanza y resistencia republicana. Se habían a su vez terminado el criminal acoso de los bombardeos indiscriminados que causaron al menos 224 víctimas, de las penurias, escasez, enfermedad y el dolor de los malagueños y malagueñas, así como de la enorme marea humana de refugiados que llegaron huyendo del horror fascista, de los diferentes pueblos de la provincia y de otras ciudades andaluzas (Sevilla, Córdoba, Cádiz y Granada) ya tomadas por los rebeldes. Una ciudad de unos 200.000 habitantes se integraron cerca de 90.000 refugiados, que las autoridades republicanas intentaron atender sin apenas medios. Destacando en esta labor de auxilio la comunista Lina Molina, dirigente del PCE y de las JSU, que desde la presidencia del Comité de Alojamiento intentaba, junto a sus compañeros de comité, alojar y dar cobertura pública a los que llegaban sin apenas un resuello de vida, alojándolos en las iglesias, hoteles, conventos y hasta la Catedral.
Apenas unas horas antes de la caída de Málaga, y dada la orden de retirada de las fuerzas milicianas, mal equipadas y peor armadas, de los diferentes frentes malagueños, la gran mayoría de la población malagueña y las decenas de miles de refugiados, decidían huir por el único camino posible, la Carretera de Almería.
Nunca pudieron imaginar el terrible calvario que les tocaría vivir, los bombardeos de la aviación y la flota fascista, mientras eran perseguidos por las fuerzas motorizadas italianas, dejando un reguero de cadáveres destrozados a lo largo del tortuoso camino a Almería. Se calcula entre 3000 y 5000, al menos, las víctimas de este trágico hecho.
En la llamada “Carretera de la Muerte”, quizás uno de los episodios más terroríficos de la guerra, al que podemos calificar, sin exageración, como un genocidio destacó en su humanitaria acción, el doctor Norman Bethune, de origen canadiense y de militante comunista, que con su ambulancia para transfusiones de sangre trasladaba sin descanso mujeres, niños y ancianos enfermos hasta lugar seguro. Igualmente destacaron en esta labor humanitaria los enviados del Socorro Rojo Internacional Matilde Landa y la artista Tina Modotti que en Almería se encargaron del transporte y acogida de los evacuados, abasteciéndoles de alimentos, ropas, medicamentos, etc.
Después llegaría la brutal represión, que llevaría a miles de republicanos, socialistas, libertarios y comunistas a las cárceles y a ser ejecutados en las tapias de los cementerios de toda la provincia. En la capital se calculan en más de 4000 los hombres y mujeres que fueron asesinadas y enterradas en fosas en el cementerio San Rafael, el tristemente célebre “Batatá”, donde gracias a las labores de exhumación que impulsa la Asociación el Silencio y el Olvido para la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga ya se han rescatado los restos y están en la fase de recogida de muestras de ADN a familiares de los asesinados y en el desarrollo del proyecto de parque de la Libertad.
Asimismo debemos señalar en estos momentos que serían entre 7000 y 10.000 los republicanos asesinados en Málaga, si contabilizamos los ejecutados en los diferentes pueblos y que yacen aún en numerosas fosas que pululan por las diferentes localidades malagueñas.
Este genocidio republicano tiene responsables, además de los militares rebeldes y falangistas. Fueron los históricos sectores conservadores, burgueses, propietarios, terratenientes, etc. Las grandes “familias” de Málaga, “los de siempre”, católicos piadosos y de misa diaria que hacían del exterminio y del crimen un acto de ofrenda a su Dios inmisericorde. A esta “justicia divina” empapada de sangre se elevaba con regocijo la mayoría del clero y obispos, entre ellos el de Málaga, don Balbino, que no solo silenció el horror y los actos criminales del fascismo, sino que justificaba la implacable tarea como un acto “divino” a favor de la fe y la religión.
Para muchos de los militantes del PCE, al igual que a otros sectores republicanos, fue la cárcel, la tortura, el exilio o la muerte lo que les conllevó la “derrota”. En Málaga fueron fusilados, entre otros muchos: El médico y diputado Cayetano Bolívar Escribano(4-7-39); El Secretario Político del Comité provincial y gestor de la Diputación Rodrigo Lara Vallejo; el Secretario Local de la UGT y concejal José Gallardo Moreno (1-7-41) ; Francisco Cruz Sánchez alcalde de Ronda (13-4-40); Francisco Romero Añón, alcalde de Marbella; Julio Ramos Corral de Lagos (Vélez-Málaga,12-12-39) o el periodista y dirigente provincial José Ochoa Alcázar. Otros fueron a parar a campos de concentración, batallones de trabajo y a las cárceles. El resto intentó combatir el facismo desde la clandestinidad, exponiendo diariamente sus vidas y las de sus familiares, pero el Partido nunca dejó de estar presente en la vida de nuestro país.
El Partido Comunista de Andalucía en el marco de este 74 Aniversario de la caída de Málaga y del Éxodo de la Carretera a Almería manifiesta su más absoluta condena de aquel criminal genocidio cometido sobre el pueblo de Málaga, siendo nuestra obligación, ética y moral, el restituir la dignidad, el honor y el buen nombre de todos y todas los asesinados y asesinadas, que intentaron mancillar y borrar de la memoria colectiva de nuestra España.
Es por ello que consideramos muy insuficiente lo avanzado hasta ahora y que la llamada “Ley de Memoria Histórica” apenas ofrece una mísera respuesta a los objetivos antes enunciados para la recuperación de la memoria democrática de nuestro país, siendo injustificable la no abolición de todos y cada unos de los juicios sumarísimos efectuados por el régimen de Franco con el fin de exterminar a la República y a quienes la sostuvieron. Resulta repugnante que aún se sigan manteniendo los nombres de calles y plazas malagueñas dedicadas a genocidas y criminales, por la indolencia del PSOE y la manifiesta connivencia con el pasado franquista de la derecha del PP y su Alcalde que va dando largas al obligado cambio de denominaciones de nuestras calles. Asimismo resulta insoportable que los desaparecidos y desaparecidas, los asesinados y las decenas de fosas donde yacen no sean de oficio buscados por las administraciones públicas y ofrecido a sus familiares una respuesta a tantos años de zozobra.
El PCA e IULV-CA están elaborando una propuesta de ley andaluza de la Memoria Histórica, que presentara en el parlamento de Andalucía en abril en homenaje a la República, partiendo de las posibilidades que nuestro Estatuto de Andalucía nos da parahacer posible que estas justas y democráticas reivindicaciones sean puestas de una vez en practica y de respuesta a la necesaria recuperación de la memoria democrática del pueblo andaluz.
El PCA hace un llamamiento a asistir a la Concentración que en recuerdo de las víctimas de la carretera de Málaga a Almería organiza la Asociación “Contra el silencio y el olvido” de Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga que se llevará a cabo el próximo domingo 6 de febrero a las 11:00 horas en el Paseo de los Canadienses del Peñón del Cuervo de Málaga.

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