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La huelga ha sido un triunfo de los trabajadores: de todo el pueblo, de los Sindicatos y de los partidos de izquierda. Realizada ya la huelga, exijamos que se cumplan sus resultados que fueron, la protesta unánime contra las medidas que hoy define el profesor Juan Torres López en Público, como “obedientes, cobardes y equivocadas”. Hoy, sí podemos criticar a los Sindicatos actuales. No nos gustan, pero para poder criticarles, lo primero que tenemos que hacer es ingresar todos en ellos. La causa fundamental de que no nos gusten los Sindicatos -la causa de todo- es que los Sindicatos españoles son los que tienen en proporción de número de habitantes, menos afiliados de Europa. Afiliémonos todos a CCOO y, desde dentro, coadyuvemos a que sean unos magníficos Sindicatos y que así lo vea el pueblo y sobretodo los trabajadores. Personalmente hoy mismo voy a pedir el ingreso en CCOO.
Sí, después de la huelga, todos a trabajar. A resolver los problemas que atenazan y ningunean a Izquierda Unida. Ahora lo primero y fundamental es luchar por conseguir algo tan justo y elemental como que se reforme la Ley electoral y que Izquierda Unida no necesite más de 400.000 votos para tener un Diputado y el PNV 51.000 votos o poco más de 60.000 el PSOE y el PP; que se reparta el dinero de los españoles que por Ley se entrega a los partidos políticos, sin que se robe un solo Euro a Izquierda Unida; a exigir que los medios de información públicos reflejen la voluntad del pueblo y de sus representantes. En definitiva, a exigir que se cumpla la Constitución.
A partir de hoy, ni un solo día sin luchar por todos los medios legales para conseguir la reforma de la Ley electoral: manifiestos, manifestaciones, ocupación de calles y plazas, asambleas en fábricas, talleres, universidades, institutos, mercados; foros cívicos de toda clase; intervenciones en Internet; pasquines; pegatinas. ¡Todo, absolutamente todo lo que se pueda hacer! ¡Todo lo que se le ocurra a cualquier militante de Izquierda Unida! Es una obra que tenemos que realizar todos, todas las horas de todos los días, sin descanso hasta que lo consigamos. Como dijo Machado “Romero, romerito, a Roma todos los caminos van. Para llegar a Roma, lo primero es caminar”.
Por último, repito una vez más: Si es necesario, hagamos una huelga del hambre delante del Parlamento, exigiendo a unos Diputados que no representan la voluntad popular y que son anticonstitucionales como lo es el propio Gobierno, que modifiquen la Ley electoral y que se devuelva así la soberanía al pueblo, haciendo, como ordena la Constitución, que el Parlamento sea la verdadera representación de la voluntad popular: un ciudadano un voto.
Quiero hacer constar mi indignada protesta contra los golpistas que han intentado derrocar al gobierno democrático del Presidente Correa en Ecuador. El clara la mano de la oposición llevada una vez más por la larga y siniestra mano de Estados Unidos. Triunfaron en el golpe de Honduras para vergüenza de la ONU y la Unión Europea. También de China y de todos los países. Envalentonados han pretendido repetir su “hazaña siniestra” en Ecuador.
En un próximo artículo analizaré un gravísimo hecho que informó el dos veces Ministro del gobierno de la derecha, señor Otero Novas sobre cómo Washington hizo al gobierno de Suárez el chantaje de decirle que o bien entraba España en la OTAN o Estados Unidos ayudarían a un terrorista que estaba poniendo en peligro la unidad de Canarias con España. Eso era los Estados Unidos y eso sigue siendo.
Teodulfo Lagunero,
Sí, después de la huelga, todos a trabajar. A resolver los problemas que atenazan y ningunean a Izquierda Unida. Ahora lo primero y fundamental es luchar por conseguir algo tan justo y elemental como que se reforme la Ley electoral y que Izquierda Unida no necesite más de 400.000 votos para tener un Diputado y el PNV 51.000 votos o poco más de 60.000 el PSOE y el PP; que se reparta el dinero de los españoles que por Ley se entrega a los partidos políticos, sin que se robe un solo Euro a Izquierda Unida; a exigir que los medios de información públicos reflejen la voluntad del pueblo y de sus representantes. En definitiva, a exigir que se cumpla la Constitución.
A partir de hoy, ni un solo día sin luchar por todos los medios legales para conseguir la reforma de la Ley electoral: manifiestos, manifestaciones, ocupación de calles y plazas, asambleas en fábricas, talleres, universidades, institutos, mercados; foros cívicos de toda clase; intervenciones en Internet; pasquines; pegatinas. ¡Todo, absolutamente todo lo que se pueda hacer! ¡Todo lo que se le ocurra a cualquier militante de Izquierda Unida! Es una obra que tenemos que realizar todos, todas las horas de todos los días, sin descanso hasta que lo consigamos. Como dijo Machado “Romero, romerito, a Roma todos los caminos van. Para llegar a Roma, lo primero es caminar”.
Por último, repito una vez más: Si es necesario, hagamos una huelga del hambre delante del Parlamento, exigiendo a unos Diputados que no representan la voluntad popular y que son anticonstitucionales como lo es el propio Gobierno, que modifiquen la Ley electoral y que se devuelva así la soberanía al pueblo, haciendo, como ordena la Constitución, que el Parlamento sea la verdadera representación de la voluntad popular: un ciudadano un voto.
Quiero hacer constar mi indignada protesta contra los golpistas que han intentado derrocar al gobierno democrático del Presidente Correa en Ecuador. El clara la mano de la oposición llevada una vez más por la larga y siniestra mano de Estados Unidos. Triunfaron en el golpe de Honduras para vergüenza de la ONU y la Unión Europea. También de China y de todos los países. Envalentonados han pretendido repetir su “hazaña siniestra” en Ecuador.
En un próximo artículo analizaré un gravísimo hecho que informó el dos veces Ministro del gobierno de la derecha, señor Otero Novas sobre cómo Washington hizo al gobierno de Suárez el chantaje de decirle que o bien entraba España en la OTAN o Estados Unidos ayudarían a un terrorista que estaba poniendo en peligro la unidad de Canarias con España. Eso era los Estados Unidos y eso sigue siendo.
Teodulfo Lagunero,
Catedrático de Derecho Mercantil, abogado, constructor millonario y militante comunista, financió el PCE en la clandestinidad y trajo de vuelta a Santiago Carrillo. Ahora ha cedido su fortuna a una fundación para que construya guarderías y residencias para la tercera edad y vive en Málaga.
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