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jueves, 21 de octubre de 2010

Para IU y el PCE si no hay rectificación y abandono de las políticas neoliberales la remodelación del Gobierno es solo “un lavado de imagen”

El Coordinador Federal de IU, Cayo Lara, considera que “lo que esperábamos es que hubiera cambios de políticas, independientemente de los nombres que las acompañan en cada ministerio. Que cambie a las personas me da igual y le pasa lo mismo a los ciudadanos de este país, a los 4,6 millones de parados o a los pensionistas que están sufriendo los recortes de la política presupuestaria”.
Por otro lado, para el Secretario General del PCE, José Luis Centella, “estamos ante caras nuevas para políticas viejas por lo que quienes hemos estado en la huelga y manifestaciones del 29 de septiembre vamos a mantener la movilización exigiendo la rectificación de las políticas del gobierno, retirada de la Reforma Laboral, abandono de la pretensión de aumentar la edad de jubilación y el periodo del cómputo de las pensiones porque este nuevo gobierno no aporta ninguna garantía”.
Así el Coordinador Federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, a señalado que “si no hay una rectificación de su política la remodelación del Gobierno llevada a cabo hoy es un simple aspaviento que no tiene mayor recorrido por parte de un José Luis Rodríguez Zapatero a la defensiva”.
Para Lara, “el nuevo Gobierno está concebido para aplicar la reforma laboral, la reforma de las pensiones y, como ha adelantado la todavía ministra Espinosa, para endurecer el ajuste, si es necesario. El presidente del Gobierno mantiene el núcleo duro económico en un nuevo guiño al capital financiero y a los especuladores”.
El máximo responsable federal de IU valoró esta remodelación “como una forma de esconder las consecuencias derivadas de la aprobación de los Presupuestos más lesivos y antisociales perpetrados desde el inicio de la Transición democrática española”.
“Este es un Gobierno –afirmó- que nace con las manos atadas por los contenidos regresivos y los recortes de las cuentas públicas para 2011 y por el pacto de estabilidad urdido entre el Gobierno y formaciones de la derecha nacionalista. Por otra parte, la densidad política, la experiencia y capacidad del nuevo Ejecutivo, considerado globalmente, es muy inferior a la del que cesa”.
Del mismo modo, Cayo Lara valoró que con la supresión de los ministerios de Igualdad y Vivienda, Rodríguez Zapatero “cede ante las presiones de la derecha que así se lo han venido exigiendo, sin que las desapariciones de estas dos carteras supongan un ahorro significativo para las arcas del Estado”.
Profundizando más en este tema, señaló que con el cierre del Ministerio de Igualdad, que fue una de las grandes apuestas ahora fracasada de Rodríguez Zapatero para esta legislatura, “el presidente deja ver que si se lo carga es porque le da igual tenerlo que no tenerlo. Es una falta de responsabilidad”.
Respecto a la supresión de Vivienda y su incorporación a Fomento, ha dejado claro que este Gobierno “evidencia su renuncia a hacer una política real de vivienda, aunque tampoco la ha venido haciendo en los últimos tiempos”.
En opinión de Lara, el hecho de que Rodríguez Zapatero no haya sustituido a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, “significa que va a seguir condicionando su política económica a lo que marca el Fondo Monetario Internacional, los mercados y la propia Banca española. Consiguientemente no somos optimistas a que se produzcan cambios de fondo en el futuro”.
Cayo Lara afirmó que “desde Izquierda Unida lo que esperábamos es que hubiera cambios de políticas, independientemente del nombre de las personas que las acompañan en cada uno de los ministerios. A mí que cambie a las personas me da igual y me parece que le pasa lo mismo a los ciudadanos de este país, a los 4,6 millones de parados o a los pensionistas que están sufriendo los recortes de la política presupuestaria”.
“Rodríguez Zapatero –aseguró- intenta hacer un lavado de imagen cambiando una parte importante del Gobierno. Pero no nos ha sorprendido que la remodelación haya afectado ahora a tantos ministerios ya que lo imaginábamos cuando dijo que sólo iba a cambiar a Corbacho. Zapatero suele acabar haciendo lo contrario de lo que dice”.
Para el PCE se deben cambiar las políticas perniciosas para la clase trabajadora
Para el Partido Comunista de España la primera característica de este nuevo Gobierno es que entra totalmente amarrado por unos presupuestos ya aprobados y que marcan las políticas a afrontar en el futuro. Para el Secretario General del PCE, José Luis Centella, “estamos ante caras nuevas para políticas viejas por lo que quienes hemos estado en la huelga y manifestaciones del 29 de septiembre vamos a mantener la movilización exigiendo la rectificación de las políticas del gobierno, retirada de la Reforma Laboral, abandono de la pretensión de aumentar la edad de jubilación y el periodo del cómputo de las pensiones porque este nuevo gobierno no aporta ninguna garantía”.
En segundo lugar, la supresión de Ministerio de Igualdad viene a confirmar el fracaso de Zapatero, que ha pasado de hacer bandera de las políticas de igualdad y violencia de género, a provocar con sus políticas la vuelta a casa de miles de mujeres en un retroceso de décadas en la igualdad -basada en su independencia económica- y el aumento de la violencia de genero respecto al pasado año.
En el caso de la supresión del Ministerio de Vivienda se pone en evidencia que los recortes van a seguir en temas sociales, renunciado a afrontar el tema de vivienda como una prioridad.
El cambio de Exteriores, días antes de la reunión de ministros europeos en la que Moratinos trataría de cambiar la postura común en relación con Cuba, parece estar dictado directamente por el Departamento de Estado norteamericano para supeditar más nuestra política exterior a la nueva OTAN.
En definitiva, para Centella “el nuevo, es un Gobierno para lavar la imagen y no cambiar la política, un gobierno con las manos atadas por unos presupuestos regresivos, antisociales, nada dados a la inversión pública y sin aceptar ninguna reivindicación de la huelga y manifestaciones del 29 de Septiembre”.
Por último, para el PCE se deben cambiar las políticas que tienen efectos perniciosos para la clase trabajadora y la mayoría social y que el cambio de gobierno en una operación de marketing no pueden ocultar.

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