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martes, 24 de marzo de 2009

El lincegrama plano de sus eminencias


Victoria Sendón de León
Ante la estúpida campaña del lince, promovida por los obispos españoles, no tengo más remedio que manifestarme respecto a los siguientes puntos:
Que se trata de:
UNA PUBLICIDAD ENGAÑOSA: Un embrión no es una niña ni un niño; un feto en las primeras semanas, tampoco (y si no, que estudien la filogénesis)
UNA CAMPAÑA POLÍTICA: Porque pretende impugnar un derecho promovido por el Gobierno.
UNA HIPOCRESÍA: La jerarquía de la iglesia Católica sólo muestra interés por la vida intrauterina o en estado comatoso ¿Por qué no se opone a las guerras o a la pena de muerte con el mismo empeño? ¿Por qué no condena con igual virulencia la violación y la prostitución, causas de muchos embarazos no deseados?
UNA FLAGRANTE CONTRADICIÓN: Si las mujeres tienen la suficiente capacidad legal y psicológica para ser madres a cualquier edad, ¿por qué no la tienen para no serlo a partir de los 16 años?
Por todo ello:
EXIGIMOS más formación sexual y emocional para las jóvenes a fin de evitar el mayor número de embarazos no deseados y, por lo tanto, de abortos.
RECHAZAMOS el aborto como negocio, por eso hay que realizarlo en la Seguridad Social.
QUEREMOS las mismas consecuencias del acto sexual para los varones que para las mujeres.
PORQUE ser madre no es lo mismo que estar obligada a parir en circunstancias adversas como si se tratara de cualquier mamífero hembra.
PORQUE “quedarse embarazada” no equivale a gestar libremente una criatura: son dos niveles no comparables.
LAS FEMINISTAS no defendemos el aborto, sino la maternidad libre, de ahí que la Administración debe apoyar por igual las dos posibilidades, facilitando ayudas para ambas opciones.
Conclusión:
Es necesaria una Ley democrática y justa que regule la interrupción voluntaria del embarazo, así como la retirada inmediata de la campaña de los obispos, que induce a engaño a la ciudadanía.

Victoria Sendón en su blog Casandra
http://laslinces.blogspot.com/

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