Rufo
Evidentemente lo último que alguien como yo haría sería votar como Presidente del Gobierno de España a un gran banquero como Sr. Emilio Botín. Pero lo cierto es que se vote a quien se vote, este señor y unos cuantos más siempre acaban gobernando. Cabría preguntarse entonces para qué sirve el “escenario” de las urnas, las batallas políticas, las campañas y el caudal de moralina democrática que justifican estos procesos.
Rodríguez Zapatero acaba de anunciar una serie de medidas para afrontar la reducción del déficit público y sacarnos de la crisis. Con estas medidas vienen a decirnos que la crisis la tenemos que pagar los más pobres y los más afectados por el expolio de un sistema que sigue engordando a los mismos. Los agujeros financieros creados por los de siempre serán tapados por los sueldos de los trabajadores, las pensiones de los jubilados, la natalidad, las inversiones públicas, el gasto social, etc.
Es de esperar que mañana la Bolsa reaccione al alza y los “mercados” (es curioso...¿quiénes son los mercados?) se estabilicen. Por su parte el FMI, el Banco Central Europeo y la Sra. Angela Merkel felicitarán y pasarán la mano por el lomo a un Presidente socialista por hacer la política que haría el Salvador de corruptos de Rajoy, que ya está diciendo que él llevaba dos años justamente defendiendo estos recortes.
A estas últimas decisiones, se suman la inminente subida el IVA y vendrán otras próximamente: la famosa reforma del mercado laboral que no es más que un mayor abaratamiento del despido y una elástica flexibilidad en las contrataciones; la reducción del gasto sanitario vía congelación de la oferta de empleo público y la reducción de cobertura en la compra de medicamentos. Además, si se reducen y congelan los salarios de los empleados públicos el mensaje general para la empresa privada es bien claro: aquí no se le sube el sueldo ni a Dios.....esto suena ya a sirtakis griego.
Mientras tanto, la Banca recoge beneficios, blinda sus contratos y especula con el dinero de todos. ¿Dónde están los millones que de manera inmediata puso el gobierno en manos de ellos nada más hablarse de crisis del sistema financiero?
Ante este panorama tenemos dos opciones: que los sindicatos espabilen y movilicen a las clases trabajadoras en defensa de sus derechos o seguir disfrutando de las tardes de la “princesa del pueblo: Belén Esteban”.
Los que siempre hemos dicho que creemos en una Europa Social y de Derechos teníamos y tenemos razón. Las instituciones europeas supuestamente preocupadas por los ataques al euro de los especulares parecen querer buscar culpables fuera de sus límites y lo cierto es que los lobos están dentro asustando a la manada.
Con este panorama o nos movemos o engordamos el botín del Sr. Botín.
Evidentemente lo último que alguien como yo haría sería votar como Presidente del Gobierno de España a un gran banquero como Sr. Emilio Botín. Pero lo cierto es que se vote a quien se vote, este señor y unos cuantos más siempre acaban gobernando. Cabría preguntarse entonces para qué sirve el “escenario” de las urnas, las batallas políticas, las campañas y el caudal de moralina democrática que justifican estos procesos.
Rodríguez Zapatero acaba de anunciar una serie de medidas para afrontar la reducción del déficit público y sacarnos de la crisis. Con estas medidas vienen a decirnos que la crisis la tenemos que pagar los más pobres y los más afectados por el expolio de un sistema que sigue engordando a los mismos. Los agujeros financieros creados por los de siempre serán tapados por los sueldos de los trabajadores, las pensiones de los jubilados, la natalidad, las inversiones públicas, el gasto social, etc.
Es de esperar que mañana la Bolsa reaccione al alza y los “mercados” (es curioso...¿quiénes son los mercados?) se estabilicen. Por su parte el FMI, el Banco Central Europeo y la Sra. Angela Merkel felicitarán y pasarán la mano por el lomo a un Presidente socialista por hacer la política que haría el Salvador de corruptos de Rajoy, que ya está diciendo que él llevaba dos años justamente defendiendo estos recortes.
A estas últimas decisiones, se suman la inminente subida el IVA y vendrán otras próximamente: la famosa reforma del mercado laboral que no es más que un mayor abaratamiento del despido y una elástica flexibilidad en las contrataciones; la reducción del gasto sanitario vía congelación de la oferta de empleo público y la reducción de cobertura en la compra de medicamentos. Además, si se reducen y congelan los salarios de los empleados públicos el mensaje general para la empresa privada es bien claro: aquí no se le sube el sueldo ni a Dios.....esto suena ya a sirtakis griego.
Mientras tanto, la Banca recoge beneficios, blinda sus contratos y especula con el dinero de todos. ¿Dónde están los millones que de manera inmediata puso el gobierno en manos de ellos nada más hablarse de crisis del sistema financiero?
Ante este panorama tenemos dos opciones: que los sindicatos espabilen y movilicen a las clases trabajadoras en defensa de sus derechos o seguir disfrutando de las tardes de la “princesa del pueblo: Belén Esteban”.
Los que siempre hemos dicho que creemos en una Europa Social y de Derechos teníamos y tenemos razón. Las instituciones europeas supuestamente preocupadas por los ataques al euro de los especulares parecen querer buscar culpables fuera de sus límites y lo cierto es que los lobos están dentro asustando a la manada.
Con este panorama o nos movemos o engordamos el botín del Sr. Botín.
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