El candidato de IULV-CA por Málaga José Antonio Castro y el eurodiputado de Izquierda Unida, Willy Meyer, ayer viernes 9 de marzo, han rechazado el modelo de producción "pactado entre el PP y el PSOE" y han defendido un cambio de políticas para evitar que las explotaciones agrarias y ganaderas se sigan "empobreciendo cada vez más".
Los dirigentes de la Izquierda, estuvieron acompañados por el diputado nacional Alberto Garzón y por responsables de las asociaciones ganaderas y agrícolas COAG y UPA en Málaga en lo que fue su primer acto de campaña y durante el cual han repartido hortalizas a los viandantes en la calle Larios y han advertido de la situación "complicada" que está atravesando el sector debido a la nefasta Política Agraria Común (PAC) que los sectores neoliberales dominates en la UE están implantando y que están llevando a la ruina a miles de pequeñas y medianas explotaciones agrarias y ganaderas andaluzas.
En este sentido, han lamentado "la dificultad de hacer frente a la actividad por la poca capacidad de intervenir en las decisiones que se están tomando y sobre todo en los injustos precios" que se le pagan al productor, mientras los oligopolios de la comercialización estrujan a los consumidores. A ello, han señalado, se suma el acuerdo agrario entre la Unión Europea y Marruecos, "que supone la puntilla a nuestro sector agrícola", que, en el caso de Andalucía, supone el 25 por ciento del producto agrícola español y el tres por ciento de la UE.
Esta modificación que defienden desde la organización de izquierdas pasa por apoyar la producción, que desde los servicios públicos se pueda intervenir en la economía con una política fiscal diferente para que "el que más tiene más pague y más contribuya", así como rescatar sectores estratégicos de producción como la banca, la siderurgia, las telecomunicaciones, el sector naval, los transportes, etcétera, ha apuntado Meyer.
Todo ello, ha apuntado, para nivelar el mercado, pues, "un mercado sin regular, es un mercado insaciable que nos lleva a la ruina", ha asegurado Meyer, al tiempo que ha calificado de "tremendo error" el acuerdo alcanzado entre el PP y PSOE "de otorgar a Marruecos un estatuto avanzado, que permite a Marruecos importar productos de manera desleal", señalando que los productos elaborados en Andalucía no pueden competir en coste con los realizados en Marruecos, con un coste social mucho menor debido a "los bajos salarios, la falta de derechos de los trabajadores e incluso la explotación infantil, tal y como han denunciado las Naciones Unidas"
"Es un tremendo error y ahora es el momento de dar una respuesta para que nuestro sector agrario y ganadero tenga garantizado una renta que le permita seguir viviendo y produciendo y para acabar con la diferencia de precios entre lo que se produce y lo que llega al consumidor", ha manifestado.
El candidato de IULV-CA ha advertido de que "con los derroteros por los que vamos, se calcula que pueda haber la destrucción en Andalucía de 12.000 empleos, con 4.000 hectáreas afectadas y 2.000 agricultores".
Castro ha defendido, en este sentido, que "aplicando la soberanía alimentaria, introduciendo de manera decidida la apuesta por la agricultura ecológica y promoviendo los canales cortos de comercialización, de manera que tengamos mercados locales y comarcales de productores agrícolas y ganaderos de nuestra provincia, ganaríamos mucho".
"Tenemos confianza en nuestros agricultores y ganaderos, Málaga tiene una serie de producción que son punteras en Andalucía y lo único que hay que hacer es cambiar esa política", ha precisado Castro, agregando, a su vez, que "estamos convencidos de que el Valle del Guadalhorce, la Serranía de Ronda, la Vega de Antequera y la Axarquía pueden ser despensas naturales de nuestra provincia".
Por su parte, los representantes de los colectivos agrarios y ganaderos han hecho hincapié en "la injustici" que supone este acuerdo. "Van a volvernos locos a los agricultores", ha dicho Pepe Gámez, de UPA. Por su parte, Juan Antonio García, de COAG, ha afirmado que esta decisión solo beneficia "a unos pocos" en Marruecos, que no son otros que "el propio rey, con más de 12.000 hectáreas, y grandes empresas europeas instaladas en la zona", que van a arruinar al campo andaluz y al autóctono marroquí porque "cuando cubran el cupo en Europa, van a lanzar a bajos precios las mismas hortalizas en el mercado marroquí".
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