Ginés Fernández González, Director de Mundo Obrero
www.mundoobrero.es
Hace un año nos dejo nuestro camarada Marcelino Camacho, hoy lo recordamos con cariño y admiración. Nos dejó huérfanos, se fue un referente de honestidad, coherencia, humildad y de lucha por los derechos de la clase trabajadora, la libertad y como le gustaba decir, de la igualdad. Se fue una persona excepcional.
Luchador incansable hasta sus últimos días, todavía resuenan en nuestros oídos las palabras de Marcelino por boca de Josefina, su compañera, junto a la Puerta de Alcalá: “Si uno cae, se vuelve a levantar y sigue adelante”, pues eso, ahora es para nosotros una motivación, en estos momentos en los que el capitalismo que él combatió campa a sus anchas sin que podamos hoy por hoy ponerle coto por el avance de las salvajes políticas neoliberales contra la clase trabadora y la mayoría social que han impuestos gobiernos socialdemócratas y conservadores. Hoy lo veríamos con sus páginas de prensa subrayadas instruyéndonos sobre la revolución científico técnica y el fin de la historia de Fukuyama y recodándonos la necesidad de la unidad de la clase trabajadora y de sus organizaciones, ¡qué necesario eres Marcelino en estos momentos!
Lo veríamos sujetando la pancarta del Partido en las movilizaciones, lo veríamos en las asambleas del 15M, en los actos de partido, está su presencia en el ambiente del 90 aniversario de su Partido, el Partido en el que militó hasta su muerte y que no abandono nunca, aunque vinieran mal dadas. Otros y otras pudieron y otros y otras deberían seguir este ejemplo de militancia, siempre al lado de los trabajadores y trabajadoras, siempre al lado de una causa justa, siempre acudiendo a donde se le requería y junto a él la inseparable Josefina, puntal de una lucha que hoy continúa y de la que han tomado el relevo muchos jóvenes.
Hoy Marcelino sería, es, el ejemplo de lo que entendemos por “otra forma de hacer política”, de la regeneración democrática que reclaman las calles, la otra moneda de lo que se ha dado en mal llamar la clase política (que no es tal y él lo demostró considerando que solo hay políticos honestos o deshonestos, que cada cual se sitúe con su ejemplo en el lado que quiera estar). Su austeridad, humildad, compromiso, trabajo, su trato cercano, su amistad, es todo lo que muchos de nosotros esperamos de nuestros representantes.
Hoy Marcelino nos llamaría con su hablar característico a la REBELIÓN, a la movilización con objetivos, a la HUELGA GENERAL, a luchar a pesar de las caídas contra los bancos y los banqueros, el FMI, el BM, el Banco Central Europeo, contra Rajoy, Rubalcaba, Duran y Lleida, Rosa Díez y tantos otros. Sí, te escuchamos camarada Marcelino, los y las comunistas tomamos este día 29 de octubre como el de la llamada a la revolución por la clase trabajadora, y nos volveremos a levantar cuantas veces haga falta.
Se siente, se siente, Marcelino está presente.
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Hace un año nos dejo nuestro camarada Marcelino Camacho, hoy lo recordamos con cariño y admiración. Nos dejó huérfanos, se fue un referente de honestidad, coherencia, humildad y de lucha por los derechos de la clase trabajadora, la libertad y como le gustaba decir, de la igualdad. Se fue una persona excepcional.
Luchador incansable hasta sus últimos días, todavía resuenan en nuestros oídos las palabras de Marcelino por boca de Josefina, su compañera, junto a la Puerta de Alcalá: “Si uno cae, se vuelve a levantar y sigue adelante”, pues eso, ahora es para nosotros una motivación, en estos momentos en los que el capitalismo que él combatió campa a sus anchas sin que podamos hoy por hoy ponerle coto por el avance de las salvajes políticas neoliberales contra la clase trabadora y la mayoría social que han impuestos gobiernos socialdemócratas y conservadores. Hoy lo veríamos con sus páginas de prensa subrayadas instruyéndonos sobre la revolución científico técnica y el fin de la historia de Fukuyama y recodándonos la necesidad de la unidad de la clase trabajadora y de sus organizaciones, ¡qué necesario eres Marcelino en estos momentos!
Lo veríamos sujetando la pancarta del Partido en las movilizaciones, lo veríamos en las asambleas del 15M, en los actos de partido, está su presencia en el ambiente del 90 aniversario de su Partido, el Partido en el que militó hasta su muerte y que no abandono nunca, aunque vinieran mal dadas. Otros y otras pudieron y otros y otras deberían seguir este ejemplo de militancia, siempre al lado de los trabajadores y trabajadoras, siempre al lado de una causa justa, siempre acudiendo a donde se le requería y junto a él la inseparable Josefina, puntal de una lucha que hoy continúa y de la que han tomado el relevo muchos jóvenes.
Hoy Marcelino sería, es, el ejemplo de lo que entendemos por “otra forma de hacer política”, de la regeneración democrática que reclaman las calles, la otra moneda de lo que se ha dado en mal llamar la clase política (que no es tal y él lo demostró considerando que solo hay políticos honestos o deshonestos, que cada cual se sitúe con su ejemplo en el lado que quiera estar). Su austeridad, humildad, compromiso, trabajo, su trato cercano, su amistad, es todo lo que muchos de nosotros esperamos de nuestros representantes.
Hoy Marcelino nos llamaría con su hablar característico a la REBELIÓN, a la movilización con objetivos, a la HUELGA GENERAL, a luchar a pesar de las caídas contra los bancos y los banqueros, el FMI, el BM, el Banco Central Europeo, contra Rajoy, Rubalcaba, Duran y Lleida, Rosa Díez y tantos otros. Sí, te escuchamos camarada Marcelino, los y las comunistas tomamos este día 29 de octubre como el de la llamada a la revolución por la clase trabajadora, y nos volveremos a levantar cuantas veces haga falta.
Se siente, se siente, Marcelino está presente.
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