Izquierda Unida comienza, este sábado día 8 de octubre que continuará el domingo, la celebración de su Asamblea Federal de la Convocatoria Social , que se desarrollará en el Auditorio Marcelino Camacho de CC.OO en Madrid. Con ella, esta la izquierda anticapitalista y republicana que representa IU dará un impulso definitivo a su Programa electoral, además de ratificar las candidaturas con las que se presentará a las elecciones generales del 20-N.
Cayo Lara, Coordinador Federal y candidato a la Presidencia del Gobierno, presentó ayer viernes junto a José Luis Centella y Marga Ferré, responsables de Acción Política y de Programa, respectivamente, una Asamblea a la que IU se presenta como “la izquierda que suma y que crece. La Convergencia Social impulsada es la de la izquierda que ha sido capaz de sumar más y de crecer más, para representar una izquierda que es plural, que es abierta y amplia”, en palabras de Centella. En alusión a la constitución el pasado miércoles de una coalición electoral estatal que reúne a gran parte de la izquierda roja y verde de nuestro país de la que forman parte, además de IU, Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), Chunta Aragonesista (CHA), Socialistas Independientes de Extremadura (SIEX), Batzarre, Federación Los Verdes, Gira Madrid-Los Verdes, Els Verds País Valencià, Opcio Verda-Els Verds y Canarias por la Izquierda.
El dirigente federal de IU, apostilló que “en base a esto trabajaremos el fin de semana, pero sin olvidar que también somos la izquierda que lucha, porque esta Asamblea no es un encuentro de ‘iluminados’; es un encuentro de luchadores y luchadoras, lo es de la gente que está trabajando y que está luchando contra el desahucio, contra el paro, contra el intento de fortalecer la OTAN a costa de la independencia territorial de este país, es decir, es la gente que se rebela contra esta situación”.
Centella resumió que “la convocatoria que empieza mañana es una reunión que está en la lucha y de lo que se hablará es de alternativas”.
Marga Ferré, por su parte, destacó dos ideas fundamentales del trabajo que ha permitido llegar hasta aquí: “la primera, que las propuestas que nos han llegado son mucho más políticas que programáticas, es decir, hay un necesidad en este país de un debate político y de la gente en primera persona cuente su opinión y sus análisis de lo que está pasando con la crisis económica”.
“Además –prosiguió-, lo que más nos ha llamado la atención es que son aportaciones que profundizan en la propuesta que IU tiene, no la combaten, no hay enmiendas de eliminación o de sustitución. Por ello, destaco la gran unidad que tienen estos debates y que a algunos puede parecer sorprendente. Pero no es unidad con la propuesta de IU, es que IU tiene una propuesta muy cercana a la gente y esto hace que las propuestas económicas, las democráticas o las referidas al sector y los servicios públicos han sido los tres grandes ejes sobre los que se ha movido este debate”.
En esta misma línea, José Luis Centella valoró que “situamos la Asamblea en un momento en el que hay que decidir ¡Basta!; será la Asamblea del ¡Basta ya!, porque no soportamos más que este Gobierno siga haciendo el ‘programa sucio’ a la derecha. Será una asamblea que plantee la ruptura del modelo productivo, que es el causante de la crisis; una asamblea que planteará alternativas, no gestionar mejor, que también, sino fundamentalmente de romper con un modelo que nos ha llevado a la peor crisis de la historia. Esta Asamblea tiene que marcar el futuro de la izquierda de este país porque estamos sembrando, no para el día 20 de noviembre, sino para que tenga una continuidad al día siguiente”.
En lo que respecta a la parte práctica y operativa, Ferré explicó que la reunión quiere ser un “reflejo de los debates que se han producido en lo largo y ancho del Estado en los últimos meses” en el marco de la Convocatoria Social que IU lanzó antes del verano. En ella participarán 700 delegados, un 30 por ciento de ellos no militantes de la organización. Se debatirán cerca de 500 aportaciones tras un proceso abierto en el que han participado más de 15.000 personas.
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