Queridos compañeros, queridas compañeras, a media mañana de hoy, nos han informado de que el Gernika tiene permiso para navegar. Ayer tuvimos un indicio esperanzador, ya que desde la Comandancia marítima de Xania, de la que depende el puerto de Kolimbari, nos había anunciado que iban a ir a inspeccionar el barco, para ver si cumplía todos los requisitos técnicos. Obviamente, así era, pero el impedimento de salida hasta ahora era político, no técnico, por lo que no queríamos echar las campanas al vuelo. Pero ya está confirmado, el Guernika tiene autorización para navegar, abandonamos el encierro en la Embajada y abandonamos la huelga de hambre.
Estamos felices, en primer lugar por las personas amigas que estaban en huelga de hambre en la Embajada. Manu Pineda y yo nos hemos puesto en huelga de hambre única y exclusivamente para unir nuestros corazones y nuestra suerte a ellas, porque se merecían todo nuestro apoyo.
En segundo lugar por nuestra familia, amistades, compas y camaradas, de los que hemos recibido inmensas muestras de apoyo y de cariño.
Tercero, porque cuando consigues avanzar en la causa de la libertad de los pueblos, aunque sea un avance pequeñito, no sabemos si un centímetro, o un milímetro, pero palpable para nuestros sentidos, porque el Gernika, que estaba preso por el delito de querer navegar libremente, para llevar esperanza a nuestros hermanos y hermanas de la otra orilla, ha salido de su prisión.
La causa de la libertad tiene ahora, un poderoso instrumento, por su simbología, para seguir avanzando. Pero también estamos tristes. Es triste el papel que ha jugado el Gobierno griego, arrastrando por el lodo la dignidad de su pueblo. Es triste el papel de nuestro Gobierno mirando para otro lado ante el atropello que hemos sufrido, porque sabe que detrás de la actitud de Papandreu, estaba la voluntad del Gobierno sionista y del Gobierno de EEUU. Es triste que después de 61 años, el pueblo palestino siga expulsado de su tierra, exiliado, encerrado en muros de hormigón, es triste que Gaza sea una prisión de 1'5 millones de personas.
Y es triste, además, que no sea un caso excepcional, sino que sea la pauta de este mundo, donde muchos pueblos están tan aprisionados como el palestino, y donde la acumulación de riquezas, conocimientos y tecnología, no impiden que la gente se muera a millones diariamente porque no tienen la llave para comer, beber, o acceder a un medicamento básico, la llave del dinero.
Pero la lucha de los pueblos, de los de abajo, convierte la tristeza en esperanza. No hemos podido romper el bloqueo marítimo, pero si el bloqueo mediático, el bloqueo del olvido, hemos también desvelado la naturaleza del gobierno sionista, en estado de excepción frente a 300 activistas.
Dimitri Plionis, compañero de la flota griega, explica muy bien en una entrevista publicada ayer en Rebelión, el éxito, a pesar de todo de nuestra iniciativa y la debilidad de las grandes potencias. Os añado un extracto de ella. También os adjunto una foto para el recuerdo.
Saludos fraternales.
Manolo García.
Dimitri Plionis: Sabíamos que nuestro proyecto debería hacer frente a obstáculos, ¡pero de allí a tener a todos los principales gobiernos contra nosotros, así como las Naciones Unidas y el Cuarteto! No, no esperábamos que nuestro proyecto fuese objeto de tal honor; debemos de verdad haber puesto el pie sobre una mina.
Por supuesto, nos damos cuenta de que es por una poco feliz coincidencia que nos encontramos en esta situación; pero seguimos creyendo que el proyecto de la Flotilla de la Libertad ejerce una presión apreciable. No somos fuertes; no representamos a Estados; no representamos a gobiernos. Pero tenemos ahora, contando a Grecia, tres gobiernos contra nosotros. Y, entre ellos, dos de los más poderosos del mundo: los Estados Unidos e Israel.
¿Y nosotros qué somos? Somos militantes, gente de la sociedad civil. No somos ni siquiera representantes de partidos; no somos ni siquiera organizaciones políticas. Y obtuvimos tal resultado. Pusimos a Gaza en primer plano. Ya logramos este objetivo. Además, Israel, hace algunos días, aumentó la cantidad de ayuda humanitaria, y de materiales que autorizan a entrar a Gaza. Es gracias a nuestra presión.
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