Presentación en Málaga de “Poemas del Universo” de Eduardo Andradas

El próximo viernes, día 19 de junio a las 19:30 horas, tendrá lugar en el Museo del Patrimonio Municipal de Málaga, la presentación del libro “Poemas del Universo” de Eduardo Andradas. Acto organizado por la Federación de Comercio y Hostelería de CC.OO. de Andalucía e IULV-CA de Málaga.
Presenta: Eduardo Zorrilla
Recitan: Paco Rosas (Obrero y Poeta del pueblo) y Seabastián Bruque (Catedrático de Química inorgánica de la Universidad de Málaga y Premio de poetas de Univ. de Malaga)
Clausura: Isabel García.
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Eduardo Andradas De Diego, nace en 1976, en una España de Huelga y carrera delante de los grises. Vive en la villa de Alcobendas (Madrid), ciudad que condenaron los árabes a existir en el siglo XI y que creyeron que era el Lugar reservado a Dios (Allah-Alcobba).
Eduardo Andradas es miembro de la Asociación de Estudios Históricos “23 de Abril”, colectivo que desenterró de las cunetas del olvido, la memoria histórica de la Comarca Norte de Madrid. Es colaborador de la Asociación Paréntesis de Escritores Noveles y sus artículos han ocupado alguna vez espacio en medios de comunicación sociales y de oficialidad. En marzo de 2009, presento su poemario “Poemas de Universo” al que puso voz el actor Pepe Viyuela. Ha recitado contra la guerra de Irak, con poetas como José Ramón Crespo o Manolo Romero (yerno del poeta José Hierro) o a dado palabra a las victimas del golpe de estado fascista de 1936, contra la II República Española. Su poesía, es un cóctel de infección de amor y latidos sociales, escribe a los amantes de clandestinidad, a los leales al 14 de Abril, a la tierra que esta arada de historia y al ser libre.
El mismo, se denomina cantautor del teclado y la letra, poeta coyuntural, quiere crujir con las palabras las cadenas que atan al corazón, de su destino amar. Es un militante del párrafo y un dialéctico del verso.
“Soy de un 26 de Mayo agrietado de amapolas.
Mi infancia no es un patio de Sevilla, es un descampado de hierbajos altaneros, de cantos jugados, de chapas y arena, de canicas y yoyos. Mi niñez es un banco de escuela, con jaleo de tiza y lápiz. Es un despertar de heno mojado y charcas desveladas de agua, cebada y camas de lana, abrigos de capucha y pantalones de campana. Parques de lata y atardeceres de balón. Mi adolescencia es una carpeta dibujada con te quieros, veranos de piscina y bici, unas playeras matadas de tierra y libros de libertadores de boina, barba y fusil. Cine de viernes y partidos de sábado, mañanas de niebla e instituto, de lluvia y cafetería. Paso de cetme, traje de garita y lunas cuarteleras. Londres de burguer y nube, Sahara de duna y Jayma, Europa de rail y albergue, cuba de ron y olas de noche. Amores de estrellas y conciertos de guitarra y kalimotxo. Poemas de Word y besos de manos en Plaza España.

Soy de un siglo que ya no existe, cumplo 33 cuentos de primavera, con sus flores adelantadas y sus soles cocinados de luz. Solo le pido a las próximas velas que sople, que no me falte la sonrisa.”