La cohesión de la X
Asamblea de IU comenzó con la aprobación del informe de
gestión por el 91% de los votos
Gema Delgado/Mundo Obrero
La primera jornada de la X Asamblea de IU se
desarrolló con la ilusión, la unidad y la alegría de concluir con un informe de
gestión aprobado por el 91% de los votos (624 a favor, 9 en contra y 53 abstenciones) y
un claro y cariñoso reconocimiento de todas las federaciones a la gestión y
dirección de Cayo Lara, y la labor desarrollada por toda la militancia.
En el camino, en estos cuatro
años, reconocía Cayo en el informe, ha habido muchas luchas, muchas mareas,
mucha destrucción de empleo, de tejido productivo que ha dejado a casi 6
millones de personas sin trabajo, en la que se han deteriorado los servicios
sociales y la democracia, pero “siempre hemos estado a la altura de las
necesidades planteadas por la realidad política y de las exigencias de los
sectores populares a los que queremos representar. A lo largo de este proceso
nos hemos fortalecido electoral, política y organizativamente”.
Recordó el incremento de
representación institucional en todas las últimas elecciones, empezando por las
generales de hace un año hasta las de Galicia y Cataluña, y el saneamiento en
la situación financiera de la organización, el trabajo de una dirección
integrada y la extraordinaria importancia que tuvo la Asamblea de Refundación y
la Convocatoria
Social a partir de la cual se elaboró el programa electoral
que se presentó a las elecciones de 2011.
Tenemos que llegar al poder
En el resumen que hizo Cayo antes
de la votación, insistió en que “hoy no tenemos que demostrar a nadie que
estamos en la calle porque no salimos de la calle. Pero con eso no vale,
tenemos que llegar al poder, porque para eso estamos en política, sino estaríamos
en una ONG. Y hay que llegar al poder a través de las urnas para poner el BOE
al servicio de la clase trabajadora y la sociedad y no al interés del capital”.
Cayo también marcó como uno de
los éxitos de esta evolución el que la anterior Asamblea, hace cuatro años, se
hubiera definido claramente que estábamos en una crisis del sistema capitalista
de producción, que se acompañaba de una financiera, y que fue a partir de ahí
desde donde se definió la política de IU, pidiendo una huelga general 18 meses
antes de que ésta por fin se convocara. Aclaró que en esta lucha contra el
ataque del neoliberalismo, que se ha ido intensificando, IU nunca ha estado a
rebufo de los sindicatos sino que ha ido por delante, saliendo solos a la
calle, criticando el ataque al sistema de pensiones, etc, pero también subrayó
que “somos solidarios con los sindicatos y sabemos cuándo tenemos que defender
los elementos de la lucha de clases”.
“Yo también tengo un sueño”,
concluía Cayo Lara en su última intervención de la jornada “el sueño de que en
la próxima Asamblea de IU, dentro de cuatro años, no tengamos ningún conflicto
en las federaciones y que el único conflicto sea el propio del debate
político.” Lara insistió en un par de ocasiones en la importancia de reforzar
la unidad de acción y en el reto que tenemos por delante de hacer pequeñas
nuestras diferencias, porque lo primero que tenemos que resolver son los
problemas de la sociedad”.
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