La violencia contra las mujeres, la violencia sexista y
machista, no sólo no tiene tregua sino que, además, se va adaptando a los
nuevos tiempos en los que, por desgracia, está encontrando mayor respaldo.
Uno de los peores males que puede padecer la sociedad, es la
misoginia y ésta se está expandiendo a sus anchas. Los discursos que se
escuchan desde todos los frentes políticos e institucionales, están dirigidos a
opinar o a emprender medidas que supuestamente van a solucionar la crisis, sin
que desde el gobierno central, los autonómicos o los locales, se plantee de
forma decidida que entre lo innegociable
de sus políticas, debe encontrarse la igualdad entre mujeres y hombres y las
políticas contra la violencia de género.
A nivel mundial las mujeres tenemos menores salarios en
iguales trabajos, dobles y triples jornadas de trabajo, feminización de la
pobreza, menos oportunidades, trabajos provisionales, responsabilidad de los
cuidados, menores tasas de actividad, tasas ínfimas de representación, somos
asesinadas por defender la educación de las niñas, los burkas no caen, lapidan
por defender la libertad, se usa el ácido para reprimir la corporalidad,
aumentan los feminicidios de mujeres jóvenes y pobres, la explotación sexual de
mujeres y niñas para la satisfacción de prostituidores y enriquecimiento de las
mafias, así como el encarcelamiento por defender el feminismo laico y sin
fronteras,...
En España todavía se permiten declaraciones de altos cargos
que incitan a la violación, amenazas de modificación regresiva de la Ley de Aborto, sentencias
judiciales a favor del acoso sexual, asesinatos que no paran, protecciones que
no llegan, divorcios que no pueden realizarse por falta de dinero, lenguaje
institucional cada vez más machista, programas televisivos que potencian la
desigualdad, subvenciones a la educación segregada por sexos, continuar con el
desmantelamiento que empezó el PSOE, y que ha continuado el PP, de organismos
de igualdad, de recursos públicos, ... ¿Con quién se tiene la deuda, sólo con
bancos?
Desde Izquierda Unida EXIGIMOS que la violencia contra las
mujeres debe ser eliminada definitivamente de nuestras vidas y para ello, es
necesario:
-que las mujeres tengamos el derecho a decidir sobre nuestro
cuerpo.
-que la violencia de género: maltrato psíquico, agresiones
físicas, violencia sexual,… no sea invisibilizada, ni minimizada por las
instituciones y la sociedad.
-que las mujeres no seamos acosadas laboral ni sexualmente.
-que las mujeres tengamos derecho a la igualdad laboral: sin
discriminación salarial y en igualdad de oportunidades y de derechos.
-que la sociedad sea paritaria en los mejores aspectos que
la fundamentan y definen y que se reconozca la deuda que la Historia tiene contraída
con nosotras.
-que el gobierno central y los gobiernos autonómicos y los
ayuntamientos, centren sus esfuerzos en
consolidar la igualdad y la no violencia de género.
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