José Manuel Mariscal Cifuentes
Secretario General del PCA
No hay duda ya. España se encuentra inmersa en un proceso de
carácter constituyente. Así lo señalamos en el informe político aprobado el 20
de octubre: el gobierno está tomando decisiones como si las pasadas elecciones
generales hubiera sido elegida una Asamblea Constituyente que, en lugar de
deliberar, aplaude y jalea los decretos que sucesivamente decide aprobar el
gobierno. Un gobierno que no es sumiso, sino cómplice, de los sumos sacerdotes
del capital, de aquellos que toman las decisiones sin rendir cuentas ante el
pueblo.
Por eso saludamos la exigencia de las centrales sindicales
de que el plan de ajuste y las medidas que contiene fueran sometidas a debate
social para decidir a través de un referéndum. Aplaudimos que la exigencia
democrática se haya ligado a la lucha de clases, así como el carácter de Paro
Cívico que ha cobrado la convocatoria del 14N. En los documentos acordados por
los órganos del PCA y del PCE, hemos venido plasmando la necesidad de que las
movilizaciones sindicales dieran un salto cualitativo fundamental para progresar
en la acumulación de fuerzas: el tejido de alianzas a través de la
movilización.
Por eso los y las comunistas tenemos un enorme reto para el
próximo 14 de noviembre, el de convertirnos en actores esenciales para generar
los necesarios encuentros entre los sectores afectados por la crisis. Un
encuentro que no se produce en congresos ni en jornadas, sino en la
movilización, en el espacio público.
El 14N es el momento del encuentro de la lucha de clases con
la exigencia democrática. Los sectores que han ido organizándose en los
diversos frentes de lucha; en defensa de una democracia real (15M/25S); en
defensa de los servicios públicos (mareas); en defensa de los afectados por el
fraude hipotecario; en defensa de los derechos de los consumidores, del tercer
sector o de la economía social; los sectores estudiantiles, universitarios y de
medias; las plataformas de parados; la lucha feminista; las marchas jornaleras;
… y el movimiento obrero. El 14N unimos, por lo tanto, el conflicto en el
espacio de la producción y el conflicto en el espacio público.
La presencia en el territorio de nuestra organización, y el
carácter luchador de nuestra militancia, nos convierten en actores cruciales
para el éxito de la convocatoria en Andalucía. Para ello, el Comité Central del
20 de octubre, con la participación de las agrupaciones, asignó una serie de
tareas y decidió su reparto entre los distintos niveles de dirección. El PCA se
fortalecerá en esta lucha. Por eso queremos aprovechar esta fase para comenzar
a difundir también la
Alternativa Social , Democrática y Anticapitalista acordada en
la Conferencia
Política del PCE. La lucha cobra aun más sentido cuando la
enmarcamos en una estrategia definida, que se va demostrando acertada pero que
exige de nuestro activismo para su desarrollo.
El momento es crucial porque ya va llegando la hora de la
subversión. Una subversión que se convierte en la única salida para lograr un
cambio tan radical como imprescindible. La conciencia nace en la lucha. Bien es
cierto que los comunistas luchamos porque tenemos conciencia. Pero para sumar
voluntades necesitamos conciencias y la mejor fábrica es el combate mismo.
Porque venimos de lejos, porque sabemos como nadie el precio de la libertad, el
tremendo precio de la libertad y la justicia.
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