El Coordinador Federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, valoró ayer, lunes 2 deabril, que las cuentas del Estado para 2012, las primeras que aprueba el Ejecutivo del PP, no son unos ‘Presupuestos de guerra’, como han sido calificados desde Moncloa, sino una “provocación y una declaración de guerra del Gobierno de Mariano Rajoy contra la mayoría social” del país, lo que conducirá a nuevas movilizaciones de la ciudadanía.
Lara ofreció una rueda de prensa en el Congreso en la que criticó de forma detallada los datos globales conocidos hasta ahora de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), antes de la presentación formal al Congreso que realizará mañana el Gobierno. En este sentido, tachó de “vergonzoso desde el punto de vista de la soberanía nacional” que Rajoy “dé cumplidas explicaciones” personales sobre ellos a un enviado del Gobierno alemán y del partido de Angela Merkel antes que al Parlamento español. Se refería así a la reunión del presidente del Gobierno prevista para horas después con Volker Kauder, presidente del grupo parlamentario de la CDU, la formación de la canciller alemana.
Cayo Lara calificó los PGE como “los del sufrimiento para la mayoría y de los regalos fiscales para una minoría privilegiada”. Además, ha juzgado que “violan flagrantemente” el artículo 31 de la Constitución, debido a la “amnistía fiscal que recogen. Habrá paz para los malvados, pero no habrá impuestos para estos mismos defraudadores”.
Esta amnistía fiscal fue uno de los puntos más criticados de entre las últimas propuestas lanzadas por el Gobierno de la derecha. “Es un claro premio a los defraudadores, un reconocimiento expreso de la ausencia de voluntad política para luchar contra el inmenso fraude fiscal y lleva al derrumbe de la conciencia fiscal de los contribuyentes honestos de este país”, dijo. Medidas así demuestran que el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, “lleva la cartera a los defraudadores de este país”.
El máximo dirigente de IU y presidente portavoz de su grupo parlamentario reiteró que la economía española está “prácticamente intervenida” por Alemania. De ahí que el Gobierno del PP quiera sacar adelante unas cuentas que “sólo favorecen a los que defraudan, deterioran la economía, agudizan la recesión, destruyen empleo y deterioran los servicios públicos”, todo ello sin que haya garantías de que se cumplirá el objetivo final de dejar el déficit público en el 5,3% a final de año, como exige Bruselas.
Para Lara, Rajoy no sólo no podrá recortar ese 5,3% del déficit en 2012 sino que tampoco podrá llegar al 3% en 2013 y, además, “sería una locura intentar lograrlo”, sobre todo si el Ejecutivo “es incapaz de enfrentarse al inmenso fraude fiscal”. Expuso que, según las cifras que manejan los propios técnicos de Hacienda, el fraude llega a los 66.000 millones de euros anuales en las grandes empresas y 33.000 millones en otras operaciones con ‘dinero negro’.
Opinó que el Gobierno ha “sobrevalorado” los ingresos que el Estado ha previsto para este año, en buena parte por la recaudación a través del Impuesto de Sociedades. Denunció la contradicción y la desigualdad que supone que, pese a los cambios anunciados en la tributación de las grandes compañías, éstas seguirán pagando al 16,3%, mientras que el resto tributan al 22% y las empresas pequeñas al 20%.
“Si sólo se hubiera puesto un 35% de Impuesto de Sociedades a las empresas que facturan más de un millón de euros –detalló Lara- se habrían recaudado más de 13.000 millones, más que todos los ingresos extra planteados por el Gobierno. Además, se limitaría la injusticia que supone este desequilibrio con las pequeñas empresas, que pagan proporcionalmente más que las grandes”.
Cayo Lara lamentó seriamente que “nunca en la historia de nuestro país se ha hecho tanto daño en tan poco tiempo”, al tiempo que se deja a España “como un desierto en derechos laborales y sociales”.
Por todo ello, el coordinador federal de IU pronosticó que “estos son los Presupuestos de la movilización. La calle se movilizará frente a esta agresión brutal. Estos Presupuestos son una provocación a la mayoría social del país. Rajoy no ha entendido el mensaje de Andalucía y Asturias, y tampoco ha entendido la huelga y las movilizaciones del 29-M, que se incrementarán si el Gobierno continúa por la misma línea errónea de recortes y ajuste duro”.
A su juicio, “de aquí a septiembre la calle no se va a estar quieta, no se va a conformar. El Gobierno no puede hacer oídos sordos permanentemente a lo que dice la calle porque crearía un malestar social incalculable”.
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