Malas nubes. Tiempo fuerte.
Nubes de sangre y espanto.
En estos versos Emilio Prados describe unos tiempos que
presagiaban el desastre en su romance “Los
amos no duermen”.
La injusta condena a un año de prisión a nuestro querido
camarada Antonio Campón, presagian a su vez estos malos tiempos que vivimos los
españoles. Cuando la Justicia
es un arma cargada de vileza para amedrentar y aterrorizar al pueblo que
trabaja y que protesta contra el expolio a que es diariamente sometido por los
poderosos expresan aquí y ahora que mundo, que país, que sociedad están engendrando.
Antonio, fue detenido y hoy condenado por participar activamente
en la pasada Huelga General. Los agresores lo acusan de agresión. Los ataviados
de armadura sin identificar se sienten agredidos mientras él estaba sentado
descansando en la madrugada de los trabajadores.
Antonio, ha cometido el grave e imperdonable acto de defender
sus derechos civiles y laborales, los derechos de todos y de todas, trabajando
toda su vida por los que nada o poco tienen, desde su sindicato las CC.OO.,
desde Izquierda Unida o desde las filas de
su partido, el PCE, en su Agrupación “Julián Grimau”.
Nuestro Antonio, al igual que su compañera y camarada Paqui,
no son delincuentes sociales, son la gente sencilla y decente que siempre ha
sembrado el Partido Comunista por las tierras de Andalucía, que quieren hacer
valer la verdadera Justicia y la
Libertad frente al dolor y el sufrimiento del pueblo.
Antonio, a pesar de la abominable condena seguirá sin
descubrir por ello el miedo de los perseguidos, no se rendirá. Su Partido
tampoco, por muchas condenas de advertencia y amenazas de ser golpeados.
Seguirá la bandera roja ondeando y su palabra resistiendo,
mientras tanto, …
Antonio, un abrazo.
Eduardo J. del Rosal
Militante de la Agrupación “Julián Grimau” del PCA de Málaga
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