Hablar de energía no puede hacerse sin tener en cuenta el momento socioeconómico que vive nuestro país y la grave crisis económica que está dejando a millones de personas en el paro. Estos temas, par un movimiento político y social como es Izquierda Unida, requieren de propuestas y de alternativas que, sin olvidar nuestra radical oposición al sistema capitalista, sean posibles.
En ese contexto duro en el que el neoliberalismo nos hace vivir, de momento, hay que dar también alternativas para la sostenibilidad y para luchar contra el grave deterioro ambiental del Planeta.
Por eso Izquierda Unida que junto al verde ecologista, siente y vive el rojo de la reivindicación, el blanco de la paz, el violeta de la igualdad y todo ello armonizado en el tricolor republicano, propone un Plan Energético.
Plan que, habida cuenta de las insuficientes medidas adoptadas por el Gobierno de Zapatero para resolver los desajustes de las tarifas, la dependencia exterior de nuestro sistema energético, la grave crisis nuclear provocada por el accidente de Fukhusima y el retraso en el desarrollo de las energías renovables en España, es más urgente que nunca.
Una propuesta desde la izquierda necesariamente debe ser una propuesta social y alternativa que de respuesta a:
• La lucha efectiva contra el cambio climático habida cuenta de los reiterados fracasos de las cumbres mundiales.
• El concepto de servicio básico y fundamental del abastecimiento energético con carácter social
• La obligatoriedad de ejercer un control democrático y social de los sistemas de producción, generación y distribución de la energía (intervención pública).
• La consolidación de las energías renovables para sustituir progresivamente las fuentes de energía nucleares y las derivadas de los consumos de energías fósiles
• La reducción del consumo de energía desarrollando tecnologías y programas programas de ahorro y eficiencia energética.
Al mismo tiempo, una propuesta alternativa obliga a proponer un nuevo marco regulatorio del sector que tenga en cuenta la internalización de costes ambientales y sociales de los diferentes sistemas de producción de energía.
EL PUNTO DE PARTIDA:
Es necesario definir nuestro mix energético sin presiones de las multinacionales ni de los mercados. Un Consorcio Europeo público nos parece la solución más idónea
Es imprescindible un importante y rápido recorte del consumo de energía y de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Es necesaria una potencia instalada de 24.000 Mw renovables, en grandes instalaciones, además de los que ya hay. Es decir, instalar 2.400Mw anuales hasta 2020.
Deberíamos planificar para que, en 2020 el 70% de la electricidad se produjera con renovables (Nos gustaría, en el largo plazo, que el 100 fueran renovables pero hoy, por hoy, es imposible salvo que se encontraran formas de almacenamiento de la energía que permitan aprovechar su intermitencia. I+D).
En el mix energético debe incluirse, como fuente primaria autóctona la reserva estratégica del carbón nacional
Es necesario un nuevo marco legislativo del sector eléctrico
- Intervención pública en un sector estratégico que, además, tiene el carácter de servicio básico.
- Tarifas por tramos sociales.
- Tarifas servicios públicos (Ayuntamientos, Instituciones, etc.).
- Sistemas descentralizados de suministro y abastecimiento (monopolios fuera)
1.- Definición del mix energético para el año 2020
Debería incluir estas consideraciones:
1.1.- El mix hasta el 2020 debe ir acompañado de una estrategia clara de modelo energético a más largo plazo (puede considerarse 2035) que permita planificar las líneas estratégicas de actuación.
1.2.- Deben contemplarse claramente los objetivos de ahorro y eficiencia energética haciendo claro balance de consumo-ahorro.
1.3.- En las políticas de ahorro y eficiencia debe jugar un papel importante la obligatoriedad del código técnico de edificación y el avance hacia una movilidad más sostenible.
1.4.- Es necesario desacoplar y especificar cuáles son las previsiones de incremento de consumos y a que líneas de actuación responden.
1.5.- Es inaceptable la inclusión de los RSU como energías renovables ya que es una clara apuesta por la incineración.
1.6.- Deben quedar definidas las previsiones de cierre de las centrales nucleares así como la temporalización de la sustitución de las actuales fuentes de producción por un claro impulso a las fuentes renovables.
1.7.- Debe incluirse en la planificación a medio y largo plazo otras tecnologías que, como la del hidrógeno, aporten su cuota de producción y contribuyan a la autosuficiencia energética y a la reducción de emisiones de GEI al mismo tiempo que desarrollan sectores tecnológicos propios.
1.8.- Debería quedar claro que superamos el modelo centralizado actual basado en las grandes instalaciones de producción a apostar por incentivar instalaciones más descentralizadas y apoyando la fotovoltaica para autoconsumo.
2.- El desarrollo de las infraestructuras y las interconexiones internacionales
Para IU el objetivo de estado debe ser la autosuficiencia energética y, por consiguiente, la planificación debe responder al mix energético que se acuerde, debe apostar por el reequilibrio y la vertebración territorial y debe buscar la máxima proximidad entre los centros de producción y el consumo.
Las conexiones internacionales siempre deben ser complementarias al objetivo de la autosuficiencia y en modo alguno deben contribuir a la ralentización de las energías renovables que son claramente recursos propios y dejan en el territorio el empleo y el valor añadido.
3.- Liberalización de los mercadosEs, desde nuestro punto de vista, uno de los temas más discutibles. Se llega a afirmar que la liberalización ha dotado de trasparencia al mercado lo que no es, en absoluto, cierto
3.1.- Evidentemente IU se opone a la liberalización del mercado eléctrico y reclama el control público sobre un servicio y suministro que consideramos esencial. Sólo el control público garantizaría los principios de equidad, sostenibilidad y progresividad en la tarifa y en ese sentido tenemos una propuesta clara. Por ello, sin dejar de oponernos a la liberalización, creemos que como mínimo el Gobierno debería:
a).- Garantizar el mantenimiento de la TUR para que el precio básico no sea objeto de mercado.
b).- Debería implantarse un precio “bonificado” o “social” para consumidores con poco poder adquisitivo y para los consumos derivados de prestación de servicios públicos.
c).- Debería garantizarse el suministro de energía, siempre y en todo caso, para asegurar la prestación de los servicios públicos.
4.- Ahorro y eficiencia energética
4.1.- Deben contemplarse claramente los objetivos de ahorro y eficiencia energética haciendo claro balance de consumo-ahorro
Desarrollo de normativa -en las leyes de ahorro, eficiencia energética y energías renovables- que establezca la obligación, en unos determinados plazos y con ciertos requisitos, de incorporar energía solar térmica en instalaciones de gran consumo como hoteles, piscinas cubiertas deportivas, residencias, hospitales, ciertas industrias.... e, incluso, en cierta tipología de viviendas. La medida debería acompañarse con subvenciones parciales o ayudas financieras.
4.2.- En las políticas de ahorro y eficiencia debe jugar un papel importante la eficiencia energética y el aprovechamiento de la energía solar térmica en la edificación
debe establecerse un plan de rehabilitación que vaya cubriendo la totalidad de las viviendas existentes y adaptándolas al Código Técnico de Edificación, CTE,
5.- Energías Renovables
El desarrollo de las instalaciones de energías renovables para generar electricidad en esta década debe orientarse a la lucha contra el cambio climático, para en el medio plazo centrarse en la sustitución de las demás formas de generación eléctrica. Siempre con el objetivo de una cobertura total con renovables de la demanda necesaria de electricidad, entendiendo como necesaria la que realmente se necesita, no la que marquen las tendencias de consumo.
Es otro de los puntos de mayor desacuerdo con la política que sigue el Gobierno toda vez que, como ya hemos señalado, se ve claramente que el objetivo del Gobierno es disminuir las primas y dificultar su implantación ya que responsabiliza a este sector del incremento de la tarifa eléctrica. Sin negar que es posible reducir los costes de producción ello no puede, ni debe, hacerse por la vía que plantea el Gobierno. Podría ser objeto de negociación la disminución de primas de las grandes instalaciones pero es necesario mantener, al menos, las primas a las fotovoltaicas en techo, a las propias del autoconsumo y sería necesario abordar seriamente una menor burocratización de todos y cada uno de los trámites para su puesta en funcionamiento.
En cualquier caso IU tiene una clara propuesta de impulso y desarrollo de las energías renovables. La lucha contra el cambio climático hace necesario el desarrollo de las energías renovables en todos los frentes, tanto de forma distribuida como centralizada. Para fomentar la generación distribuida y lograr su integración en la red, son necesarios, al menos, los siguientes mecanismos:
• Promover las pequeñas instalaciones fotovoltaicas y minieólicas, asegurando una retribución adecuada y minimizando los trámites administrativos.
• Promover el autoconsumo en instalaciones renovables.
• Establecer líneas de crédito para fomento de las renovables, tanto en instalaciones aisladas como conectadas a la red
• Solar fotovoltaica
• Solar termoeléctrica
• Eólica
• Eólica marina
• Hidroeléctrica y minihidráulica
6.- Centrales nucleares y seguridad
Aquí creemos que es muy conocida la posición de I.U. y que poco hay que añadir ni debatir salvo que se empiece por presentar el calendario de cierre de las nucleares.
Seguridad y riesgos. La crisis nuclear actual es evidente y aconseja el cierre de las más obsoletas y la sustitución de su capacidad de generación eléctrica por fuentes renovables alternativas.
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