Armando Recio/ Mundo Obrero
Mundo Obrero: 25 años de Izquierda Unida. ¿Cuál es la valoración general de este cuarto de siglo?
Cayo Lara: Han sido 25 años de luces y de sombras. Las luces empezaron con el propio surgimiento de IU, que fue una alternativa por la izquierda necesaria, que se tuvo que dar en aquel tiempo con toda la gente que estaba desencantada con el SÍ a la OTAN en nuestro país. Prácticamente todo el país estaba por el NO a la OTAN. Surgió con una serie de partidos políticos que habíamos coincidido en el NO a la OTAN y decidimos constituir IU.
Hubo un crecimiento hasta 1996, cuando se produjeron las elecciones generales, que fue sostenido y llegamos a tener 2,6 millones de votos.
Más tarde se produjo la ruptura dentro de la organización y finalmente llegamos a las elecciones del 2000 con el objetivo de salvar los muebles porque ya estábamos en una caída. Fueron malos tiempos para IU, esa es la parte de las sombras, y no fuimos ya capaces en todos esos años de enderezar un proyecto dividido en lo interno, con mucho enfrentamiento político.
Volvimos de un tiempo que podríamos llamar de sombras. Y después definimos un tiempo de luces que se alumbran con una asamblea que yo llamaría de la unidad, en la IX Asamblea Federal de IU. A partir de ahí creo que estamos trabajando en una línea ascendente, de ganar un clima de confianza interna en la organización. Creo que estamos en un período de luces y es importante que no se desvirtúe en el tiempo porque para la izquierda alternativa, hoy hay más razones incluso que en 1986 para tener una IU fuerte que además tiene que ser el eje central sobre el que tiene que pivotar la centralidad de un proyecto de izquierda alternativa en nuestro país.
MO.: ¿Qué hito destacaría en estos 25 años como el más extraordinario en la historia de IU?
C.L.: Sería el momento de mejor resultado electoral que tuvimos, que fue en las municipales de 1995 y en las generales de 1996. Creo que son los dos puntos álgidos de IU, en el sentido del mayor apoyo popular que hemos tenido. Después al poder económico y político no le interesaba que hubiera una izquierda alternativa en el parlamento, con unas propuestas nítidas alternativas al sistema capitalista y no nos dejaron despegar.
M.O.: ¿Qué momento destacaría como el más amargo?
C.L.: Yo creo que fueron las elecciones de 1999. Esas elecciones fueron municipales y autonómicas y, en la parte que a mí me afecta, perdimos la alcaldía de Argamasilla. Para mí es el momento más amargo probablemente junto con el resultado de las elecciones de 1982, pero ahí ya no hablaríamos de IU.
M.O.: Se cumplen 25 años de IU cuando se conmemora el 80o aniversario de una República que trajeron unas elecciones municipales. ¿Cómo afronta IU las próximas elecciones del 22-M?
C.L.: Las afrontamos con expectativas positivas, con una organización ilusionada. Las afrontamos con un momento concreto de la historia de nuestra organización apasionante, y además con un clima de ganar confianza entre los ciudadanos y ciudadanas como se está demostrando en las distintas encuestas de opinión a lo largo de este tiempo.
Nos hemos instalado en una posición de crítica claramente anticapitalista al neoliberalismo que representan en España el PP y el PSOE sin ninguna duda, y a partir de ahí con una propuesta alternativa que tenemos que ir elaborando cada día con todo el tejido social, sindical y asociativo que quiera colaborar con esta fuerza política alternativa y, por tanto, en un buen momento para la organización.
M.O.: ¿Es IU un referente para la izquierda, para los trabajadores?
C.L.: Sin ningún tipo de duda. Yo creo que en este momento concreto la única fuerza política de ámbito federal del estado que ha estado con total nitidez frente a los ataques y las agresiones que están teniendo los derechos de los trabajadores, los derechos sociales y laborales de la clase trabajadora en nuestro país es IU. Ahí hemos estado frente a las políticas de ajuste duro de Zapatero, hemos estado frente a la reforma laboral, IU se ha posicionado en la huelga del 29-S. Hemos estado en contra del pensionazo, en este caso más en solitario, pero en contra del pensionazo y con la mayoría de la población que está en contra del recorte de pensiones en nuestro país.
Estamos ante el mayor ataque al estado del bienestar, el ataque a lo público de una manera visceral, el ataque a los sindicatos de clase como no hemos conocido desde la transición democrática. Es una deriva del gobierno hacia los intereses del capitalismo de forma descarada. Ha cogido una hoja de ruta donde la socialdemocracia ha dejado de serlo.
M.O.: IU a lo largo de estos 25 años IU ha tenido cuatro coordinadores. Qué cualidad destacaría de cada uno de ellos.
C.L.: Gerardo Iglesias fue un coordinador necesario. Fue un hombre clave en el proceso de arranque y de constitución de IU. Gerardo era un hombre de base, un hombre honesto, sin ninguna duda fue un hombre clave en el proceso inicial de transición a IU.
Julio Anguita fue el hombre que hizo levantar la dignidad de la gente. Les hizo ilusionarse por un proyecto colectivo y compartido y comprometerse en la vida y en la lucha pública. Aportó mucha dignidad con la ética y la honestidad que son dos referentes que han quedado en esta organización.
Gaspar Llamazares ha hecho un buenísimo trabajo como parlamentario. Un gran parlamentario que ha trabajado con mucho esfuerzo en unas condiciones difíciles para IU en el Congreso.
En cuanto a mí, pues espero que quede que ayudé en lo que pude para mantener y forjar la unidad dentro de la organización. Para, que con los pies en el suelo y con la propuesta alternativa concreta, seamos capaces de sacar a la sociedad de ese estancamiento y terminar con el enfrentamiento interno permanente y, por tanto, ayudar a cohesionarnos para poder ser alternativa de futuro.
M.O.: ¿Qué le pide la gente a Cayo Lara y a IU en estos momentos de crisis, de paro, de precariedad...?
C.L.: La gente lo que está pidiendo es que no tiremos la toalla, que resistamos, que sigamos la línea que estamos teniendo, y que planteemos la defensa de una organización independiente, unitaria, soberana y que no se case con el poder político ni económico actual. Que sea un instrumento que sirva a los de abajo, a los que más están sufriendo la crisis, pero que también sea útil a los del medio, a los que sin sufrirla directamente, también tienen una visión del mundo, de un sistema que no les gusta, gente que quiere apostar por una izquierda alternativa.
M.O.: ¿Qué ha cambiado en la izquierda española en estos 25 años?
C.L.: En cuál izquierda. Si entendemos por izquierda a la del PSOE, pues no estaríamos hablando de izquierda. La izquierda que pudo significar Zapatero en cuanto a las medidas y derechos sociales en sus primeros años, pues se ha visto que todo era un bluff. Y además, no tiene nada que ver ni con la izquierda ni con la socialdemocracia. Respecto a la izquierda de IU yo creo que el cambio ha pasado por muchos procesos. La izquierda tiene que mirarse en el espejo y poder continuar reconociéndose en los viejos y nuevos valores de la izquierda de ayer y de hoy, que son en definitiva los de luchar y seguir luchando contra viento y marea por un sociedad más justa, más igualitaria de más libertades, más democrática.
M.O.: ¿Qué objetivos a corto y medio plazo se plantea para IU. Cuáles son las prioridades?
C.L.: La primera es crecer en las elecciones municipales y autonómicas. Porque crecer significa que tenemos más confianza de los ciudadanos y eso alimenta a la organización y alimenta la ilusión que tiene la gente y sus militantes de oro. Si esto es así los retos inmediatos son generar una gran alternativa política federal del estado y conseguir hacer frente a las políticas neoliberales y a un modelo de sociedad capitalista que cada vez es más insaciable, que quiere acabar con los derechos. Es un capitalismo depredador del planeta y de los seres humanos que va dejando cadáveres sociales y medioambientales por donde pasa.
Queremos ganar peso en las instituciones, rescatar la democracia. Hacer que se pase de la frustración y el desencanto a la propuesta alternativa. No hay transformación si no hay una potente participación ciudadana y sindical para respaldar las decisiones que pueda tomar la izquierda en el Parlamento.
Nuestra preocupación es acabar con la situación de paro y con la situación de desahucio de viviendas. Queremos también conseguir que las PYMES y autónomos tengan una vía de financiación suficiente para poder seguir creando empleo. Nos preocupa la desintegración social. Queremos que la gente tenga un techo donde vivir, un empleo digno y además que haya una dinamización de la economía, que solo podemos tener con una banca pública necesaria para hacer frente a la política especulativa de los grandes banqueros, que son insaciables a la hora de obtener beneficios.
M.O.: ¿Cómo ve a IU dentro de 25 años, las bodas de oro de Izquierda Unida?
C.L.: Me gustaría verlas con un gobierno de la izquierda alternativa de nuestro país, con una sociedad más justa e igualitaria, donde el paro hubiera pasado a ser una página negra de la historia, donde la gente no supiera qué es el paro, que no formara parte de su vida. Como decía Galeano, una sociedad donde nadie tenga tanto poder para que otro se tenga que poner de rodillas ante él, y donde nadie tenga tan poco poder para tener que arrodillarse delante de otro poderoso.
-Mundo Obrero, mayo 2011, pag. 10.
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