Un gran comunista que se equivocó y acertó mil veces por sus ansias de acelerar la transformación y el cambio.
Sonó el teléfono móvil, y mi hermano Fidel, con la voz embargada por la emoción me dio la noticia: “Juan Antonio ha muerto, al parecer de un infarto”. Unos minutos más tarde recibía un mensaje de Luís: “Mi hermano Juan Antonio ha muerto”. Las comunicaciones inalámbricas esparcían el dolor en el espacio radioeléctrico.
En el Centenario de Miguel Hernández, "tan temprano... por doler me duele hasta el aliento...", la elegía a la muerte de un amigo, de su amigo Ramón Sijé, la más hermosa de la literatura española, vino a mi mente.
Habíamos quedado en Humilladero, vendrías a la presentación de mi libro de Memorias. Te gustó que Esperanza y yo te llamaramos para contar con tu aportación en la etapa de Comisiones Obreras del Campo. También figura en el libro una foto nuestra en el IX Congreso del Partido Comunista de España. Eramos muy jóvenes, siempre detrás de nuestros bigotes. ¿Te acuerdas que nos conocimos en las reuniones con Diamantino en las Iglesias de la Sierra Sur? Ya militábamos en el PCE, eramos unos niños. Tu papel en la lucha antifranquista fue destacadísimo. Una tarde llegamos a Badolatosa y nos dijeron que estabas jugando al fútbol, creo que no lo hacías nada mal, pero tu sueño era la lucha por una sociedad sin explotación. ¿Te acuerdas? nos decían los Romeros, y junto a otros compañeros y compañeras valiosísimos organizamos un poderoso sindicato en el Campo, más fuerte y mejor estructurado que el que existió en la Segunda República. Pasamos necesidades los primeros años de liberados, dormíamos en las sedes sobre las sillas y envueltos en las telas de las pancartas.
¿Te acuerdas cuando montaste la corriente Leninista?, te enfrentaste con el eurocomunismo de Santiago Carrillo, formaste parte del PCPE junto a Ignacio Gallego... Te has equivocado mil veces, pero yo siempre terminaba disculpándote porque lo hacías para acelerar la Revolución, los cambios. Tus ansias revolucionarias te llevaban a ensayar nuevos métodos, nuevos instrumentos organizativos.
¿Te acuerdas cuando fuimos diputados en el primer Parlamento de Andalucía? Las Comisiones Obreras del campo que nosotros encabezamos durante muchos años lucharon por el 28 de febrero, por el poder andaluz, por la autonomía plena. En el Congreso extraordinario de Montilla apostamos por la Reforma Agraria integral, la unidad sindical en el campo y la construcción nacional de Andalucía. ¿Te acuerdas cuando nos ayudaste a ganar el Congreso con Gerardo Iglesias frente a Carrillo? Fue en el Cine Quevedo de Madrid. Tu aportación fue decisiva.
La marcha por la Reforma Agraria ha sido una de las luchas más importantes del movimiento obrero andaluz, y tu la encabezaste. Algunos no creían en ella, pero tu tenacidad hizo que la marcha, etapa tras etapa engordara y terminara atrayendo la atención política y mediática de todo el país.
La alcaldía de Badolatosa, de tu pueblo, fue una etapa en tu vida revolucionaria. Era inimaginable que un hijo de familia de jornaleros del corazón geográfico de Andalucía ocupara puestos institucionales tan relevantes. Badolatosa no ha tenido ninguna personalidad política de este relieve, aunque figura en la historia como tierra de bandoleros. José María “El Tempranillo”, en su testamento, herido de muerte, dejó su hija única al cuidado de una familia de Badolatosa.
¿Te acuerdas que te llamé para incorporarte a la causa de la Tercera República? Hablamos con Javier Parra y te abrió un hueco en laRepublica.es. Enviabas columnas periódicas. Al final aprendiste a utilizar internet.
¿Te acuerdas los estatutos, los borradores de Constituciones, las normas para asambleas de unidad? Para eso eras un maestro. Todavía sonrío cuando recuerdo aquella barbería de Granada donde acudimos antes de celebrar una reunión con el Gobernador de la UCD para exigirle reparto de fondos para los pueblos granadinos movilizados. El barbero, que por sus ademanes parecía gay, lo confirmó al final cuando dijo: estos son los dos bigotes más hermosos que he afeitado en mi vida.
¿Te acuerdas cuando fui a un pueblo de Jaén y me dijo un camarada: “la otra vez que viniste se celebró una buena asamblea”? Yo le contesté que no había estado nunca allí. Y otro camarada terció en la conversación: “Se lo estaba yo diciendo, el otro tenía más cara de moro que este”
Querido Juan Antonio, te echaremos de menos, pero ten la certeza de que la causa republicana avanzará en España. Tu contribución ha sido muy importante, y el capitalismos erá superado por un poder constituyente nuevo, desde abajo, para que la humanidad sobreviva. Tu querías acelerar los cambios, por tus ansias de justicia. Todo ello marcó tu vida en todos los terrenos.
Hasta la victoria siempre.
Salud y República, Comandante.
Antonio Romero Ruiz
Ex parlamentario andaluz de IU LV-CA
Coordinador de la Red de Municipios por la III República
(*) Juan Antonio Romero Sánchez tenía 58 años y fue Secretario General de Comisiones Obreras del Campo, sustituyendo a Antonio Romero, diputado por Sevilla del PCA en la primera legislatura del Parlamento andaluz de 1982 a 1986, fue alcalde comunista de Badolatosa entre 1987 y 1991, de cuya localidad es alcalde actualmente su hermano Luis por Izquierda Unida, también fue uno de los fundadores de la Red de Municipios por la Tercera República.
Sonó el teléfono móvil, y mi hermano Fidel, con la voz embargada por la emoción me dio la noticia: “Juan Antonio ha muerto, al parecer de un infarto”. Unos minutos más tarde recibía un mensaje de Luís: “Mi hermano Juan Antonio ha muerto”. Las comunicaciones inalámbricas esparcían el dolor en el espacio radioeléctrico.
En el Centenario de Miguel Hernández, "tan temprano... por doler me duele hasta el aliento...", la elegía a la muerte de un amigo, de su amigo Ramón Sijé, la más hermosa de la literatura española, vino a mi mente.
Habíamos quedado en Humilladero, vendrías a la presentación de mi libro de Memorias. Te gustó que Esperanza y yo te llamaramos para contar con tu aportación en la etapa de Comisiones Obreras del Campo. También figura en el libro una foto nuestra en el IX Congreso del Partido Comunista de España. Eramos muy jóvenes, siempre detrás de nuestros bigotes. ¿Te acuerdas que nos conocimos en las reuniones con Diamantino en las Iglesias de la Sierra Sur? Ya militábamos en el PCE, eramos unos niños. Tu papel en la lucha antifranquista fue destacadísimo. Una tarde llegamos a Badolatosa y nos dijeron que estabas jugando al fútbol, creo que no lo hacías nada mal, pero tu sueño era la lucha por una sociedad sin explotación. ¿Te acuerdas? nos decían los Romeros, y junto a otros compañeros y compañeras valiosísimos organizamos un poderoso sindicato en el Campo, más fuerte y mejor estructurado que el que existió en la Segunda República. Pasamos necesidades los primeros años de liberados, dormíamos en las sedes sobre las sillas y envueltos en las telas de las pancartas.
¿Te acuerdas cuando montaste la corriente Leninista?, te enfrentaste con el eurocomunismo de Santiago Carrillo, formaste parte del PCPE junto a Ignacio Gallego... Te has equivocado mil veces, pero yo siempre terminaba disculpándote porque lo hacías para acelerar la Revolución, los cambios. Tus ansias revolucionarias te llevaban a ensayar nuevos métodos, nuevos instrumentos organizativos.
¿Te acuerdas cuando fuimos diputados en el primer Parlamento de Andalucía? Las Comisiones Obreras del campo que nosotros encabezamos durante muchos años lucharon por el 28 de febrero, por el poder andaluz, por la autonomía plena. En el Congreso extraordinario de Montilla apostamos por la Reforma Agraria integral, la unidad sindical en el campo y la construcción nacional de Andalucía. ¿Te acuerdas cuando nos ayudaste a ganar el Congreso con Gerardo Iglesias frente a Carrillo? Fue en el Cine Quevedo de Madrid. Tu aportación fue decisiva.
La marcha por la Reforma Agraria ha sido una de las luchas más importantes del movimiento obrero andaluz, y tu la encabezaste. Algunos no creían en ella, pero tu tenacidad hizo que la marcha, etapa tras etapa engordara y terminara atrayendo la atención política y mediática de todo el país.
La alcaldía de Badolatosa, de tu pueblo, fue una etapa en tu vida revolucionaria. Era inimaginable que un hijo de familia de jornaleros del corazón geográfico de Andalucía ocupara puestos institucionales tan relevantes. Badolatosa no ha tenido ninguna personalidad política de este relieve, aunque figura en la historia como tierra de bandoleros. José María “El Tempranillo”, en su testamento, herido de muerte, dejó su hija única al cuidado de una familia de Badolatosa.
¿Te acuerdas que te llamé para incorporarte a la causa de la Tercera República? Hablamos con Javier Parra y te abrió un hueco en laRepublica.es. Enviabas columnas periódicas. Al final aprendiste a utilizar internet.
¿Te acuerdas los estatutos, los borradores de Constituciones, las normas para asambleas de unidad? Para eso eras un maestro. Todavía sonrío cuando recuerdo aquella barbería de Granada donde acudimos antes de celebrar una reunión con el Gobernador de la UCD para exigirle reparto de fondos para los pueblos granadinos movilizados. El barbero, que por sus ademanes parecía gay, lo confirmó al final cuando dijo: estos son los dos bigotes más hermosos que he afeitado en mi vida.
¿Te acuerdas cuando fui a un pueblo de Jaén y me dijo un camarada: “la otra vez que viniste se celebró una buena asamblea”? Yo le contesté que no había estado nunca allí. Y otro camarada terció en la conversación: “Se lo estaba yo diciendo, el otro tenía más cara de moro que este”
Querido Juan Antonio, te echaremos de menos, pero ten la certeza de que la causa republicana avanzará en España. Tu contribución ha sido muy importante, y el capitalismos erá superado por un poder constituyente nuevo, desde abajo, para que la humanidad sobreviva. Tu querías acelerar los cambios, por tus ansias de justicia. Todo ello marcó tu vida en todos los terrenos.
Hasta la victoria siempre.
Salud y República, Comandante.
Antonio Romero Ruiz
Ex parlamentario andaluz de IU LV-CA
Coordinador de la Red de Municipios por la III República
(*) Juan Antonio Romero Sánchez tenía 58 años y fue Secretario General de Comisiones Obreras del Campo, sustituyendo a Antonio Romero, diputado por Sevilla del PCA en la primera legislatura del Parlamento andaluz de 1982 a 1986, fue alcalde comunista de Badolatosa entre 1987 y 1991, de cuya localidad es alcalde actualmente su hermano Luis por Izquierda Unida, también fue uno de los fundadores de la Red de Municipios por la Tercera República.
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