Carta abierta al Ministro Moratinos
Estimado Ministro:
Sin duda conocerá usted que los latifundistas ocupaban 6 millones de hectáreas en Venezuela en el año 1999. Había grandes extensiones de tierras, como la hacienda Santa Rita, a orillas del Masporro con 31.000 hectáreas; en muchos casos sus dueños las visitaban los fines de semana en avionetas privadas y, en gran parte, permanecían improductivas.
Con la Ley de Tierras del 2001 el gobierno declaró la guerra a los latifundios y 2 millones de hectáreas han sido expropiadas y entregadas un 60% a 100.000 familias campesinas en régimen de tenencia, la propiedad sigue siendo estatal.
Hoy, señor Moratinos, hay cooperativas funcionando con planes de producción ganadera y de productos agrícolas.
En el período 2004 – 2007 la producción alimentaria de Venezuela creció el 3´4%, pasando de 18´9 a 19´6 toneladas anuales, lo que está permitiendo disminuir las importaciones. Era un contrasentido importar alimentos cuando había tierras abandonadas en el país.
Todo ello, como ha dicho el canciller Maduro, se ha hecho con la Constitución venezolana y las leyes en la mano, con plena seguridad jurídica.
¿Cree usted, señor Moratinos, que con la llegada de los españoles, obligando con la espada y la cruz a arrodillarse a los indígenas, mientras leían un pergamino por el que incorporaban las tierras y la vida de sus pobladores a los reyes de España, había seguridad jurídica?
Genocidio, esclavitud, enfermedades y expoliación de sus riquezas, como denunciara Bartolomé de las Casas. Cuando más de 500 años después se hace en Venezuela una mínima reparación, se persona usted como abogado de los terratenientes españoles.
¿No cree usted, señor Moratinos, que la lentitud de los expedientes en la Venezuela actual se resolverá antes que la ocupación española de aquellas tierras?
He de decirle con dolor, señor Moratinos, que no me extraña su papel. Aquí en España ustedes toleran que los terratenientes se embolsen el 80% de las ayudas europeas y los latifundios han crecido en las tierras por donde usted es diputado en el congreso.
Para las personas que defendemos los derechos humanos, el reparto de la riqueza, los derechos de los pueblos indígenas…vemos hoy con ilusión la Revolución Bolivariana encabezada por Hugo Chávez con el reparto de las tierras, la distribución social de los beneficios del petróleo, la dignidad recobrada por las víctimas de la conquista frente a los anteriores gobiernos de corruptos y traidores, de los latifundistas, de los paramilitares, del imperialismo. Con ellos no hubo nunca seguridad jurídica, ni derechos. Ahora el pueblo es protagonista de la agenda de su país, por todo ello, merecen nuestra simpatía y solidaridad.
Enfundarse la toga para defender a los descendientes de los conquistadores es, sencillamente, despreciable cuando los de abajo están construyendo el porvenir.
Un saludo,
Antonio Romero Ruiz
Secretario Político del PCA en la provincia de Málaga
Estimado Ministro:
Sin duda conocerá usted que los latifundistas ocupaban 6 millones de hectáreas en Venezuela en el año 1999. Había grandes extensiones de tierras, como la hacienda Santa Rita, a orillas del Masporro con 31.000 hectáreas; en muchos casos sus dueños las visitaban los fines de semana en avionetas privadas y, en gran parte, permanecían improductivas.
Con la Ley de Tierras del 2001 el gobierno declaró la guerra a los latifundios y 2 millones de hectáreas han sido expropiadas y entregadas un 60% a 100.000 familias campesinas en régimen de tenencia, la propiedad sigue siendo estatal.
Hoy, señor Moratinos, hay cooperativas funcionando con planes de producción ganadera y de productos agrícolas.
En el período 2004 – 2007 la producción alimentaria de Venezuela creció el 3´4%, pasando de 18´9 a 19´6 toneladas anuales, lo que está permitiendo disminuir las importaciones. Era un contrasentido importar alimentos cuando había tierras abandonadas en el país.
Todo ello, como ha dicho el canciller Maduro, se ha hecho con la Constitución venezolana y las leyes en la mano, con plena seguridad jurídica.
¿Cree usted, señor Moratinos, que con la llegada de los españoles, obligando con la espada y la cruz a arrodillarse a los indígenas, mientras leían un pergamino por el que incorporaban las tierras y la vida de sus pobladores a los reyes de España, había seguridad jurídica?
Genocidio, esclavitud, enfermedades y expoliación de sus riquezas, como denunciara Bartolomé de las Casas. Cuando más de 500 años después se hace en Venezuela una mínima reparación, se persona usted como abogado de los terratenientes españoles.
¿No cree usted, señor Moratinos, que la lentitud de los expedientes en la Venezuela actual se resolverá antes que la ocupación española de aquellas tierras?
He de decirle con dolor, señor Moratinos, que no me extraña su papel. Aquí en España ustedes toleran que los terratenientes se embolsen el 80% de las ayudas europeas y los latifundios han crecido en las tierras por donde usted es diputado en el congreso.
Para las personas que defendemos los derechos humanos, el reparto de la riqueza, los derechos de los pueblos indígenas…vemos hoy con ilusión la Revolución Bolivariana encabezada por Hugo Chávez con el reparto de las tierras, la distribución social de los beneficios del petróleo, la dignidad recobrada por las víctimas de la conquista frente a los anteriores gobiernos de corruptos y traidores, de los latifundistas, de los paramilitares, del imperialismo. Con ellos no hubo nunca seguridad jurídica, ni derechos. Ahora el pueblo es protagonista de la agenda de su país, por todo ello, merecen nuestra simpatía y solidaridad.
Enfundarse la toga para defender a los descendientes de los conquistadores es, sencillamente, despreciable cuando los de abajo están construyendo el porvenir.
Un saludo,
Antonio Romero Ruiz
Secretario Político del PCA en la provincia de Málaga
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