A pesar de la crisis económica, como aumenta el número de parados, y como ésta se está cebando en las economías de las familias más desfavorecidas, y teniendo en cuenta que la inflación se ha ido moderando en los últimos meses con el avance de la crisis, el ministro de Economía, Pedro Solbes, ha vaticinado que el ÍPC bajará desde el 2% previsto para diciembre de este año a estar por debajo del 1% en julio. Si embargo, el Ayuntamiento del PP no lo duda y en enero regresarán sus temidas revisiones de tarifas y tasas municipales, muy por encima de la inflación pronosticada, como su aportación a la solución de la crisis, aumentando la degradación del nivel de vida de las familias de los trabajadores y trabajadoras malagueñas.
A todo lo anterior hay que sumar las subidas de muchos servicios básicos, como la luz (aportación del PSOE y su Ministro Sebastián), la de Renfe (6%) o la tarifa telefónica, desde el primer día de 2009.
Así el Ayuntamiento de Málaga cierra el año con un pleno extraordinario el pasado día 23 de diciembre donde ratificó una subida media del 5% en la tasa de aguas, desestimando las 60 alegaciones de los diferentes colectivos vecinales de la ciudad integradas en la Federación de AA.VV. “Solidaridad”, que pedían una congelación de las tarifas. Y que concitó el rechazo de la oposición municipal del PSOE y de IULV-CA, que denunciaron que suponía un “castigo” a la ciudadanía a pesar de su notable comportamiento rebajando su consumo, en un periodo de sequía.
La concejala de Medio Ambiente, Araceli González, defendió –con todo cinismo-la subida de la tarifa para “mantener el hábito de ahorro adquirido por lo ciudadanos”, así como hacer frente a los compromisos de la Empresa Municipal de Aguas (Emasa)
y consideró "muy bajo” el número de alegaciones presentadas lo que, a su juicio, viene a demostrar el alto nivel de aceptación de las nuevas tarifas. Es decir, que todos estamos deseando que nos suban esta agua de tanta calidad, que nos ahorra el consumo de “la mineral”.
El concejal comunista de IULV-CA, Pedro Moreno Brenes, denunció que "se le ha pedido al ciudadano que sea responsable y ahorre agua y así lo ha hecho y a cambio recibe de su Ayuntamiento la respuesta del victimismo y el lloriqueo para a continuación subir el agua por encima del IPC” y que "Si Emasa tiene menos ingresos, debe adecuar sus gastos a la realidad, y congratularse con el hecho de que los malagueños consuman menos”, pues ello favorece la sostenibilidad ambiental de Málaga, manifestó el edil de las izquierdas.
La subida supone que en los últimos cinco años el incremento acumulado de la tarifa ha sido de un 60% en el recibo del agua, lo evidencia la falsedad de los postulados de la derecha, que mientras pregona la necesidad de bajar los impuestos, ellos no dejan de subirlos abusivamente, ellos solo se los quieren bajar a los ricos y “amiguetes”. Además
la nueva redistribución de los tramos de consumo -bajo, medio, alto y muy alto- se hace de tal manera para evitar que la mayor parte de la población se concentre en los que menos pagan y como dijo Pedro Moreno se ha hecho, la redistribución de los tramos de consumo, de modo que "haya más consumidores en los más caros”. En este sentido, propuso que en esos bloques se tenga en cuenta también el consumo industrial, que "es donde se gasta más agua".
Por otro lado hay que recordar que la Asociación de Consumidores en Acción de Málaga-FACUA rechazó la propuesta de subida de impuestos, tasas y precios públicos que se debatió el 30 de octubre en el Pleno Municipal del Ayuntamiento, que tanto en los precios del agua como del transporte público la petición sea superior al IPC interanual de 2008, máxime teniendo en consideración la situación de crisis de la economía, y cuyos incrementos afectará, a miles de malagueños. La Asociación no compartía la necesidad de elevar de manera tan considerable las tarifas, de ahí su rechazo a las mismas. Además recordó que probablemente los recibos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) también iban a experimentar una importante subida en el precio al realizarse la revisión catastral que aumentará el valor de los bienes inmuebles, y por tanto en la mayoría de los casos la cantidad a abonar por los malagueños.
A todo lo anterior hay que sumar las subidas de muchos servicios básicos, como la luz (aportación del PSOE y su Ministro Sebastián), la de Renfe (6%) o la tarifa telefónica, desde el primer día de 2009.
Así el Ayuntamiento de Málaga cierra el año con un pleno extraordinario el pasado día 23 de diciembre donde ratificó una subida media del 5% en la tasa de aguas, desestimando las 60 alegaciones de los diferentes colectivos vecinales de la ciudad integradas en la Federación de AA.VV. “Solidaridad”, que pedían una congelación de las tarifas. Y que concitó el rechazo de la oposición municipal del PSOE y de IULV-CA, que denunciaron que suponía un “castigo” a la ciudadanía a pesar de su notable comportamiento rebajando su consumo, en un periodo de sequía.
La concejala de Medio Ambiente, Araceli González, defendió –con todo cinismo-la subida de la tarifa para “mantener el hábito de ahorro adquirido por lo ciudadanos”, así como hacer frente a los compromisos de la Empresa Municipal de Aguas (Emasa)
y consideró "muy bajo” el número de alegaciones presentadas lo que, a su juicio, viene a demostrar el alto nivel de aceptación de las nuevas tarifas. Es decir, que todos estamos deseando que nos suban esta agua de tanta calidad, que nos ahorra el consumo de “la mineral”.
El concejal comunista de IULV-CA, Pedro Moreno Brenes, denunció que "se le ha pedido al ciudadano que sea responsable y ahorre agua y así lo ha hecho y a cambio recibe de su Ayuntamiento la respuesta del victimismo y el lloriqueo para a continuación subir el agua por encima del IPC” y que "Si Emasa tiene menos ingresos, debe adecuar sus gastos a la realidad, y congratularse con el hecho de que los malagueños consuman menos”, pues ello favorece la sostenibilidad ambiental de Málaga, manifestó el edil de las izquierdas.
La subida supone que en los últimos cinco años el incremento acumulado de la tarifa ha sido de un 60% en el recibo del agua, lo evidencia la falsedad de los postulados de la derecha, que mientras pregona la necesidad de bajar los impuestos, ellos no dejan de subirlos abusivamente, ellos solo se los quieren bajar a los ricos y “amiguetes”. Además
la nueva redistribución de los tramos de consumo -bajo, medio, alto y muy alto- se hace de tal manera para evitar que la mayor parte de la población se concentre en los que menos pagan y como dijo Pedro Moreno se ha hecho, la redistribución de los tramos de consumo, de modo que "haya más consumidores en los más caros”. En este sentido, propuso que en esos bloques se tenga en cuenta también el consumo industrial, que "es donde se gasta más agua".
Por otro lado hay que recordar que la Asociación de Consumidores en Acción de Málaga-FACUA rechazó la propuesta de subida de impuestos, tasas y precios públicos que se debatió el 30 de octubre en el Pleno Municipal del Ayuntamiento, que tanto en los precios del agua como del transporte público la petición sea superior al IPC interanual de 2008, máxime teniendo en consideración la situación de crisis de la economía, y cuyos incrementos afectará, a miles de malagueños. La Asociación no compartía la necesidad de elevar de manera tan considerable las tarifas, de ahí su rechazo a las mismas. Además recordó que probablemente los recibos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) también iban a experimentar una importante subida en el precio al realizarse la revisión catastral que aumentará el valor de los bienes inmuebles, y por tanto en la mayoría de los casos la cantidad a abonar por los malagueños.
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