La decisión del Gobierno de acordar con el PP un cambio de la Constitución para consagrar la estabilidad presupuestaria como norma constitucional, viene a culminar una larga serie de actuaciones con las que Zapatero y el PSOE han hecho el trabajo sucio al capital porque en la práctica esta propuesta supone introducir una de las señas de identidad de las políticas conservadoras y neoliberales que han producido la crisis económica que padecemos y que, en el ámbito europeo, tratan de que sus consecuencias las sigamos pagando los más débiles.
En este caso Zapatero y el PSOE han dado un salto de graves consecuencias, ya que la reforma constitucional que pretenden, significa anular o limitar gravemente la capacidad de actuación de los gobiernos con políticas fiscales adecuadas a las diferentes fases del ciclo económico. Conlleva también un grave riesgo para el mantenimiento o mejor dicho para la recuperación del Estado de bienestar, porque pone mucho más difícil recuperar derechos sociales, laborales y económicos perdidos en los últimos tiempos.
Cuando lo que hace falta son actuaciones que den respuestas inmediatas a los millones de parados/as y precarios/as que sufren las consecuencias directas de la crisis, esta propuesta ni por su contenido ni por sus plazos de aplicación tendrá influencia en la necesaria reducción de los niveles actuales de déficit público, cosa que por otra parte sólo puede lograrse, sin deteriorar gravemente el tejido económico y social de nuestro país, mediante la promoción del crecimiento económico y del empleo, con una fiscalizad progresiva.
Claramente se confirma que el Capital quiere aprovechar la crisis para consolidar su modelo neoliberal, tratando de hacerlo irreversible. Para decirlo con otras palabras trata de situar fuera de la constitución toda política socialmente avanzada, lo realmente grave es que Zapatero y el PSOE le faciliten tanto el trabajo.
El PSOE, que llevaba años diciendo que la Constitución era sagrada, que no se podía tocar para cambiar, por ejemplo, la ley electoral o el modelo de estado, nos hace ahora este cambio con nocturnidad y alevosía, en apenas quince días van a cambiar nada más y nada menos que la base de la política económica del Estado, y lo hacen con un parlamento al que le quedan tres semanas de vida, sin consulta popular, sin debate ciudadano, sin que el PSOE lo hubiera llevado en su programa electoral… ¿Dónde queda la afirmación de Rubalcaba de que tomaba buena nota de lo que había significado las peticiones del 15 M de más participación ciudadana en la política?
Evidentemente LE LLAMAN DEMOCRACIA Y NO LO ES, de esta manera cada vez es más evidente que la imposición de una política de recortes sociales y ajustes salariales permanentes, que nos lleva a un retroceso sin precedentes de las condiciones de vida de la mayoría social, sólo puede imponerse con un ataque importante a los mecanismos de participación democrática y de la propia soberanía nacional de nuestro país.
Zapatero se pone de nuevo de rodillas ante los mercados y abre las puertas a una reforma que sitúa fuera de la constitución gran parte de las propuestas que hacen sindicatos, 15M, colectivos sociales y por supuesto que choca con las propuestas políticas y electorales que venimos trabajando tanto en el Partido como en IU.
Por ello nuestra reclamación de Referéndum tiene toda la contundencia de defender la democracia avanzada, participativa que confronte con quienes quieren vaciarla de contenido para facilitar el Golpe del Capital.
En estas circunstancias nos hacemos una pregunta: ¿Tendrán nuestros programas electorales que pasar censura previa del Tribunal Constitucional para ver si cumplen con el equilibrio presupuestario?
Ante esta situación debemos plantar cara, no resignarnos, dar la batalla. Son tiempos difíciles, son tiempos de lucha que necesitan la movilización de toda nuestra militancia en la mejor tradición del Partido Comunista de España, en la defensa de los derechos de los débiles, en la defensa de la justicia, de una democracia real social, política y económica. No estamos ante un debate teórico, académico, estamos enfrentándonos al intento de un golpe silencioso, soterrado que implantaría el dominio de los llamados mercados, que no es otra cosa que la dictadura del capital, una dictadura que vacía de poder a los gobiernos y somete los parlamentos a decisiones que se toman en el Banco Mundial, Fondo Monetario, Banco Central Europeo o en algún Club de oscuro nombre donde se reúnen los representantes del capital.
Plantar cara desde la movilización, desde la explicación, desde la defensa de nuestra ALTERNATIVA SOCIAL ANTICAPITALISTA, por ello tenemos una triple responsabilidad, por una parte estar activamente en todas las movilizaciones unitarias que se convoquen, impulsando plataformas donde no existan, por otra parte debemos conseguir que IU en el marco de la Convocatoria Social que vamos a desarrollar en Septiembre sea el referente político e institucional de quienes se oponen a esta modificación constitucional, pero de forma complementaria a todo ello debemos hacer visible al PCE en esta lucha con los objetivos de:
1. Lograr la unidad entre las realidades representadas entre el 29-S y el 15-M. reclamando nuestro derecho a decidir sobre algo tan trascendental como la reforma constitucional.
2. Conseguir la máxima participación de los cuadros y bases sindicales para avanzar hacia una línea de movilización y conflicto social.
3. Sumar al conflicto a nuevos sectores sociales, como los estudiantes de enseñanzas medias, algunos sectores de trabajadores desempleados y los trabajadores inmigrantes. De manera principal el trabajo del Partido se debe centrar en impulsar las movilizaciones de parados y afectados por la crisis, de manera similar al trabajo realizado en el marco de las hipotecas y desahucios.
4. Condicionar el debate político sobre el que se desarrollen las Elecciones Generales desde el conflicto social y evitar los intentos del bipartidismo de ocultar los debates que pongan en evidencian que las causas de la crisis son las promovidas desde el llamado Pacto del Euro y que por tanto las soluciones no pueden venir del mismo sitio.
Se trata por tanto, de dedicar nuestra capacidad la fuerza, estructuras, cargos públicos, dirigentes sociales a organizar una verdadera rebelión con la gente por abajo, a ras de suelo, para con ellos y ellas construir la Alternativa Social Anticapitalista.
En definitiva de lo que se trata es de construir la unidad de toda la izquierda transformadora, la organizada, la que se movilizó en la huelga general, la que se moviliza estos días en las calles y plazas de toda España y hacerlo desde la base, contando con todos y todas en torno a un programa participativo elaborado colectivamente que defienda la regeneración democrática de la vida política, la justicia social para que la crisis no la paguen los más débiles. Para hacer frente a los programas de ajuste, la actual situación tiene que provocar un conflicto social sin precedentes del cual estamos viviendo sus primeras manifestaciones, la idea de consenso y paz social que ha dominado la política española es incompatible con un Gobierno que se pone al servicio del capital especulativo y recorta radicalmente la capacidad de decisión de los gobiernos, de los parlamentos y de la propia ciudadanía.
Por último, lo más importante. Como decía, no estamos en un debate teórico, sino por el contrario se trata de pasar a la acción y para ello tenemos convertir a cada militante en un/a activista que movilice a su entorno, para ello cada Comité de Agrupación, Provincial, de Federación, tiene urgentemente que elaborar un Plan de Trabajo para su ámbito de actuación, Plan que contemple la implicación del Partido en la Convocatoria Social de IU y al menos la realización de una acción pública del Partido, pancarta, octavilla, cartel, etc. Ahora más que nunca tenemos que hacer de la Fiesta la gran concentración contra la Reforma Constitucional , por eso tenemos que recordar el compromiso de que ninguna provincia se quede sin montar autobuses para la Fiesta. El desarrollo de este Plan de Trabajo debe estar en manos de la Secretaría de Organización Federal antes del próximo Comité Ejecutivo Federal del 11 de Septiembre.
De que sepamos dar respuesta a lo que hoy demanda nuestra clase, no en los papeles, no en las grandes palabras, sino en las pequeñas acciones, en la política unitaria, en evidenciar que somos capaces de hacer realidad el acuerdo de un Partido Activo, Organizado, Visible, implicado en el conflicto, dependerá en gran medida la Reconstrucción del Partido en la que estamos implicados/as.
José L. Centella Gómez, Secretario General del PCE
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