Izquierda Unida ha llevado al Pleno del Parlamento una
Proposición no de Ley que instaba al Gobierno andaluz a poner en marcha los
mecanismos necesarios para prohibir, limitar, controlar y debatir sobre los
transgénicos en nuestra tierra. Esta PNL ha sido elaborada con organizaciones
de consumo, políticas y de los productores tras el desarrollo del trabajo
conjunto que se planteó a principios de 2013 en torno a la Plataforma Andalucía
Libre de Transgénicos (PALT) y que sigue con la aprobación en Pleno de esta
iniciativa.
Esta PNL presentada ayer, jueves 26 de septiembre, pedía el
apoyo del Parlamento andaluz a:
“1. Prohibir los cultivos transgénicos en espacios naturales
protegidos y en zonas donde la producción ecológica tiene una presencia
importante y de interés social y económico.
2. Prohibir los ensayos experimentales con cultivos
transgénicos en territorio andaluz, haciendo especial hincapié en el maíz
transgénico NK603 y trigo transgénico.
3. Prohibir inmediatamente el cultivo del maíz MON810 y
patata AMFLORA en territorio andaluz.
4. Prohibir a corto-medio plazo las importaciones de
materias primas y alimentos transgénicos, principalmente soja y maíz para
alimentación animal.
5. Incluir en la interlocución agraria, entre la Junta de Andalucía y las
organizaciones agrarias, el debate sobre los transgénicos y al mismo tiempo la
voz de las personas consumidoras.
6. Establecer una comisión de trabajo y control de la
prohibición realizada, así como seguimiento de la hoja de ruta.”
El PSOE pidió poder votar por separado los puntos 1 y 5 de la PNL a los que dio su apoyo.
Sin embargo, en el resto de puntos decidió unir sus votos a los del PP,
permitiendo así que continúen los ensayos experimentales con este tipo de
cultivos especialmente del maíz y el trigo transgénicos, que se cultive el maíz
MON810 y la patata AMFLORA, que se importen materias primas transgénicas,
especialmente soja y máiz, para la alimentación de ganado de consumo humano, y
rechaza además la creación de una comisión que se encargue de hacer un
seguimiento a estos cultivos y a su prohibición,..-
Se ha aprobado solo prohibir los cultivos transgénicos en
espacios naturales protegidos y en zonas donde la producción ecológica tiene
una presencia importante y de interés social y económico “ha sido el primer
paso”, sostiene la portavoz en materia de agricultura de IU, quien recuerda que
en el Acuerdo de Gobierno suscrito entre PSOE e IU para la legislatura
establece la solicitud de una moratoria para el cultivo y para el ensayo con
transgénicos.
Por tanto, la prohibición de los ensayos experimentales con
cultivos transgénicos en territorio andaluz, haciendo especial hincapié en el
maíz transgénico NK603 y trigo transgénico, “queda pendiente” así como la
prohibición del cultivo del maíz MON810 y patata AMFLORA en territorio andaluz.
La aprobación de la iniciativa se da tras un periodo de
trabajo que pretendía situar en la agenda política de Andalucía la cuestión del
cultivo de transgénicos, obtener toda la información relativa a estas prácticas
para, finalmente, solicitar la moratoria del cultivo tal y como se recoge en el
acuerdo de Gobierno firmado entre IU y PSOE. Para Lola Quintana “es
incomprensible que el PSOE se abrace al PP para votar conjuntamente contra
algunos puntos que están dentro del Acuerdo de Gobierno”.
Finalmente hoy no se ha conseguido el objetivo final pero
“se ha dado un paso que debe marcar un camino” ha señalado Lola Quintana, quien
recuerda que “también vamos a trabajar para que en Andalucía se impidan las
importaciones de materias primas y alimentos transgénicos, principalmente soja
y maíz para alimentación animal”.
SOBERANÍA ALIMENTARIA
“Desde Izquierda Unida nos hemos mostrado en distintas
ocasiones contrarios al cultivo de transgénicos” señala Lola Quintana, que en
su intervención en el Pleno del Parlamento para defender la iniciativa ha
advertido sobre el impacto agrario y ambiental, la deuda que genera a las
personas productoras y el rechazo de los consumidores a los transgénicos así
como la constatación reciente de los problemas de salud que pueden llegar a
provocar como las principales razones que motivan esta política.
Asimismo, Quintana ha señalado que para IULV-CA es necesario
que se cumpla el Principio de Precaución que recoge el artículo 191 del Tratado
de Funcionamiento de la
Unión Europea , y por tanto, “deben de suspenderse todas las
autorizaciones de cultivo e importación de transgénicos, al igual que ya ha
ocurrido en ocho países de la
Unión Europea ” en referencia a Francia, Alemania, Luxemburgo,
Austria, Hungría, Grecia, Bulgaria y Polonia.
Lola Quintana ha sostenido que “se constata que hay
alternativas a los transgénicos, la producción agraria con métodos
tradicionales y agroecológicos y orientados a mercados próximos tiene una mayor
capacidad de generar empleo” a la vez que “se garantiza una alimentación segura
y respetuosa con el medio ambiente”.
España es, en la actualidad, el único país de la Unión Europea que
cultiva transgénicos a gran escala. Según datos de 2012, aportados por la
agroindustria, la superficie cultivada
con maíz transgénico en España supera las 100.000 has., de las cuales se estima
que más de 10.000 se encuentran en Andalucía, a pesar de que diferentes
organizaciones sociales y ecologistas han denunciado que las cifras presentan
incoherencias y están infladas en diversas comunidades autónomas.
La falta de información relativa al número exacto de
hectáreas y localización exacta de las parcelas, ensayos experimentales, y
ausencia de protocolos administrativos al efecto, pueden provocar serios
problemas a los agricultores y agricultoras, como ya ha sido constatado en
otras regiones como Aragón y Cataluña, en zonas de especial interés para la
agricultura, ganadería y apicultura andaluza como son los espacios naturales
protegidos y comarcas donde la producción ecológica es una realidad
socio-económica.
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