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viernes, 26 de marzo de 2021

La candidatura encabezada por Alberto Garzón consigue un 76,26% de los votos de la XII Asamblea Federal de IU, que culminará sus trabajos en los próximos dos días



Izquierda Unida ha completado la fase de votación por sufragio universal entre su militancia dentro del desarrollo de su XII Asamblea Federal, una consulta que se ha desarrollado tanto de forma telemática -desde el lunes día 15 hasta el pasado viernes 19- como de manera presencial durante todo el fin de semana a través de las más de 400 mesas electorales repartidas por todas las federaciones de la organización.
De esta forma, IU culmina una de las fases más importantes de este periodo congresual que acabará los próximos días 26 y 27 con el cierre en Madrid del que es el encuentro más importante de esta formación cada cuatro años.
El resultado final de las distintas votaciones ha sido el siguiente:
1.- Órganos federales de dirección y control. Censo total 18.036. Participación 41,40%
-Avanzando hacia la República – 76,26% (5.694 votos)
-La Izquierda Necesaria – 20,80% (1.553 votos)
-En blanco – 2,94% (220 votos)
2.- Informe de gestión 2016-2020. Censo total 36.803. Participación 20,27%
-A favor – 74,56% (5.562 votos)
-En contra – 14,48% (1.080 votos)
-Abstención – 10,96% (818 votos)
3.- Documento político. Censo total 36.803. Participación 20,64%
-Avanzando hacia la República – 75,50% (5.736 votos)
-La Izquierda Necesaria – 20,77% (1.578 votos)
-En blanco – 3,73% (283 votos)
4.- Estatutos Izquierda Unida Federal. Censo total 18.036. Participación 34,95%
-A favor – 75,06% (4.731 votos)
-En contra – 12,36% (779 votos)
-Abstención – 12,58% (793 votos)

Izquierda Unida culmina en los dos próximos días su XII Asamblea Federal bajo el lema ‘Horizonte República’ y con estrictas medidas de seguridad por el Covid-19

Izquierda Unida celebrará desde la tarde de mañana viernes, día 26, y el sábado 27 en Madrid la fase final de su XII Asamblea Federal, que se desarrollará bajo el significativo lema de ‘Horizonte República’. Tanto esta fase como las anteriores de los últimos meses han tenido lugar en unas circunstancias muy particulares por la pandemia del Covid-19. Esto no ha impedido que desde la dirección de IU se garantizara en todo momento un amplio debate sobre el conjunto de las propuestas políticas y documentos presentados, tanto de forma presencial como telemática.
Se ha previsto que el trabajo en los dos últimos días de la Asamblea Federal se realice con un formato mixto, con asistencia de una parte de los/as delegados/as de forma presencial y con la participación del resto de forma telemática.
Izquierda Unida ha desarrollado para todo el proceso un estricto protocolo frente al Covid-19 que incluye una ‘burbuja de seguridad’ en estos dos últimos días. De esta forma, solo acudirá de forma presencial una representación en torno al 20% de las delegaciones de cada federación, es decir, cerca de 110 delegados y delegadas del total de 560 que se eligieron para esta última fase. El resto participará en los debates por videoconferencia.
El protocolo puesto en práctica ha incluido que tanto los/as delegados/as asistentes como el personal encargado del desarrollo de esta última fase de la XII Asamblea Federal se hayan hecho esta semana las correspondientes pruebas serológicas para garantizar así la seguridad sanitaria del evento.
Además de esto, los tradicionales saludos por parte de portavoces de organizaciones sociales, sindicales, políticas y de todos los ámbitos de la sociedad civil durante la primera jornada se realizarán de forma no presencial.

Podrás seguir la XII Asamblea Federal de Izquierda Unida en todo momento desde nuestra página web izquierdaunida.org, pero para mayor comodidad aquí te detallamos el horario completo (hora peninsular en todos los casos) y los enlaces directos a cada una de las sesiones:
1.- Sesión del viernes 26 por la tarde - iunida.org/xiiasambleasesion01
•17.00h - Constitución de la Mesa y votación de la misma. Propuesta y votación del Reglamento y del Horario.
•17.30h - Intervención del Coordinador General saliente.
•18.00h - Saludo de las Coordinadoras y Coordinadores de cada Federación.
2.- Sesión del sábado 27 por la mañana - iunida.org/xiiasambleasesion02
•De 09.00 a 15.00h - Debate de enmiendas al Documento Político-Organizativo y a la propuesta de reforma de los Estatutos de Izquierda Unida Federal.
3.- Sesión del sábado 27 por la tarde - iunida.org/xiiasambleasesion03
•De 17.30h a 18.00h - Votación del Documento Político-Organizativo y de los Estatutos de Izquierda Unida Federal. Presentación del debate y votación de las Resoluciones y de los llamamientos.
•18.30h - Reunión de la nueva Coordinadora Federal elegida por sufragio universal. Presentación y votación de las candidaturas a la Coordinación General y aprobación de la nueva estructura de la Colegiada Federal.
•19.00h Clausura a cargo de la nueva Coordinadora o Coordinador General.

Enrique Santiago, Secretario General del PCE, recuerda que el PCE siempre ha representado la libertad y advierte al PP que “no vuelvan a hacer política con el odio y el enfrentamiento entre españoles”


El portavoz parlamentario de Izquierda Unida y Secretario General del Partido Comunista de España (PCE), Enrique Santiago, ha respondido esta tarde de forma contundente en el Congreso al nuevo intento del Partido Popular por equiparar de forma torticera al comunismo y al nazismo para tratar de condenar políticamente a ambos. “Que les hayamos perdonado -indicó Santiago a la bancada ‘popular’ por el pasado franquista de sus fundadores y su defensa de la dictadura- no les da ninguna autoridad moral para presentarse como demócratas y descalificar lo que ha representado y representa el Partido Comunista de España”.
El también portavoz adjunto del grupo de Unidas Podemos valoró que con la proposición no de ley defendida hoy por el PP, en la que se insta al Gobierno a ‘adherirse a la Resolución del Parlamento Europeo de 19 de septiembre de 2019 de condena de los totalitarismos nazi y comunista’ lo que realmente ocurre es que “el ‘trío de Colón’ está en campaña electoral permanente atacando a la izquierda, copiando discursos y argumentos del NO-DO franquista”.
Advirtió de que “criminalizando al comunismo buscan descalificar a los demócratas que trajeron la democracia a España. Para ustedes son comunistas no solo la militancia del PCE, una de las fuerzas políticas que más ha luchado por la democracia y la libertad, sino que, como en el franquismo, han vuelto a utilizar el término ‘comunista’ para insultar a cualquier persona de izquierdas, que defiende lo público o la garantía de los derechos constitucionales”. Reprochó al partido que lidera Pablo Casado que “los derechos los quieren solo para ustedes, para los demás nos dejan las obligaciones”.
Enrique Santiago destacó que la propuesta lanzada por el PP “se desautoriza sola al escuchar a su compañera y candidata Díaz Ayuso declarar que el fascismo es el ‘lado bueno de la historia’. Buscan el odio, el enfrentamiento entre españoles nuevamente”.

Recordó a la bancada ‘popular’ que la derecha que representan “ha ilegalizado al Partido Comunista tres veces; porque el Partido Comunista ha representado la libertad, no como ustedes” y denunció que “ahora preparan el terreno para la cuarta ilegalización, esta vez también de todas las fuerzas de izquierdas y nacionalistas, como propuso Vox en esta Cámara”.
Santiago apuntó que equiparar al nazismo con cualquier ideología “es banalizar el mal y los crímenes contra la humanidad que Hitler y Mussolini perpetraron en España”. Recordó que “el nazi-fascismo es el único sistema que ha planificado y ejecutado la eliminación industrial de colectivos y pueblos enteros: comunistas sí, también gitanos, judíos, homosexuales, discapacitados. Tanta maldad nunca había sido conocida antes, por lo que hubo que hasta crear un nuevo delito, el de genocidio”.
“Al decir la señora Ayuso que ‘el fascismo es el lado correcto de la historia’ -insistió-, el Partido Popular se convierte en cómplice de todo eso y revictimiza a millones de víctimas del nazi-fascismo”.
A su juicio, la “irresponsable competición” del PP con la ultraderecha “está degradando la democracia, pero también a ustedes. Fueron franquistas reconvertidos a demócratas quienes fundaron el PP, prebostes de la dictadura que acordaban penas de muerte contra militantes del PCE por el único delito de hacer oposición política a la dictadura”.
Recordó también que fueron los mismos que “habían conspirado contra el sistema constitucional” previamente, los que “dieron un golpe de Estado y trajeron la invasión nazi a España”, acabando así “con la libertad durante 40 años, años en los que la derecha franquista de la que ustedes nacieron fusiló, encarceló, torturó y exilió a cientos de miles de compatriotas”.

Dirigiéndose de nuevo directamente a las filas del PP, Santiago indicó que mientras Manuel Fraga “aprobaba la condena a muerte de Julián Grimau en el Consejo de Ministros de Franco, los comunistas construían la reconciliación nacional. Impulsamos el pacto constitucional y dimos apoyo a esta Constitución que a ustedes tanto les costó aceptar, ¿o no lo recuerdan?”, les interpeló.
Volvió a indicar que “los comunistas, los socialistas, todos los demócratas, les habíamos perdonado, a pesar de que siempre habían rechazado en el Pleno de esta Cámara condenar el franquismo”. Por ello, exigió a los dirigentes del PP con rotundidad que “no vuelvan a hacer política con el odio y el enfrentamiento entre españoles. Cesen en su empeño de llevar a la ultraderecha al gobierno”.
“Imagino -dijo- el inmenso sufrimiento por su deriva franquista entre los pocos demócratas que van quedando en sus filas. No escuchen a las voces de su partido que decían que ‘con Franco vivíamos en paz’ o exaltaban la ‘extraordinaria placidez del franquismo’.
Les pidió, por el contrario, que escuchen a Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón “militante de su partido y padre de la Constitución, cuando dijo ‘tengo una gran admiración por el Partido Comunista de España. El partido con el que yo nunca he coincidido políticamente, fue una fuerza decisiva durante toda la época autoritaria. Quien de verdad hizo oposición fue el PCE’. Enrique Santiago acabó su intervención recordando otra frase, esta vez del poeta y militante comunista Marcos Ana, quien cuando su torturador le preguntó ‘¿por qué es usted comunista?, le respondió ‘porque lucho por una sociedad en la que a nadie le puedan hacer, lo que usted ahora me está haciendo a mí’.

viernes, 19 de marzo de 2021

Por qué el PCE dice NO a las medidas en materia de alquiler de vivienda anunciadas por el PSOE

El compromiso de garantizar el derecho fundamental a la vivienda es uno de los pilares del Acuerdo de Gobierno entre Unidas Podemos y el PSOE. Inexcusablemente la Ley de Vivienda, debe llevarlo a efecto.
Pero al contrario, las medidas en materia de alquiler anunciadas por el Ministerio que dirige el PSOE no van por ese camino y por eso no van a contar con nuestro apoyo.
El objetivo de bajar un 10% los precios del alquiler es ridículo e insuficiente para las necesidades de millones de personas. Solo en los últimos años los alquileres han subido de media un 20% en todo el país, pero un 24% en Madrid, un 28% en Baleares, ¡un 30% en Cataluña!
Pero además, la forma con la que el PSOE dice querer conseguirlo es un insulto a las trabajadoras y a los trabajadores.
El PSOE quiere librar de pagar impuestos a la clase rentista a cambio de muy poco. Quienes no tienen por ocupación más que cortar el cupón y especular, ya podían desgravar del IRPF hasta el 60% de las rentas. ¡Ahora podrían desgravar hasta el 90%! ¿Será está la misma libertad que defienden Ayuso y compañía?
Además el PSOE pretende que una clase que no produce y que solo gasta siga enriqueciéndose a costa de recaudar menos impuestos para los servicios públicos y comunes de los que depende el bienestar de la mayoría, la sanidad, la educación, la dependencia.
Es decir, con esta genial idea del ministro socialista lo que la clase rentista dejaría de ganar se lo compensaríamos solidariamente con nuestros impuestos. Y encima quieren convencernos de que es ¡por nuestro bien!
Estas estas medidas apenas benefician a quienes ven como todos los meses se les va el 30 y hasta el 50% del sueldo en pagar el alquiler. Lo que es seguro, es que hará más ricos a los ricos y más pobre a toda la sociedad.
Más insultante es aún, sabiendo que hay más de un millón viviendas vacías en ciudades de más 100 mil habitantes. Viviendas que esta clase parásita tiene cerradas esperando mejores negocios. Pero aunque fueran un simple “bien de mercado”, ¡la Constitución le obliga a luchar contra la especulación, ex-camarada Ábalos!

Pero ya sabemos que solo el pueblo salva al pueblo. Y el PCE como siempre, es y estará con el pueblo, al servicio del pueblo.
Apoyamos y mostramos nuestro compromiso con la Iniciativa popular por una Ley de Vivienda digna y con su programa:
1. Regulación estatal de alquileres a precios adecuados a los salarios de la población en cada zona del territorio. Modificación de la ley de arrendamientos urbanos para dar protección y estabilidad a los inquilinos del conjunto del país.
2. Garantizar los suministros básicos de agua, luz, gas y acceso a las telecomunicaciones para evitar la brecha digital como parte de una vivienda digna.
3. Garantizar una segunda oportunidad efectiva para los hogares con deudas hipotecarias, y desarrollar medidas contra el sobreendeudamiento y los abusos financieros e inmobiliarios.
4. Ampliación presupuestaria para vivienda social y políticas sociales de vivienda hasta llegar al promedio europeo de parque público, destinando como mínimo el 2% del presupuesto estatal. Asignación de una parte suficiente de los fondos europeos de recuperación a este objetivo.
5. Participación activa de la población en toda la política de vivienda y urbanismo.
El movimiento impulsado por los sindicatos de clase, por las organizaciones populares de defensa del derecho a la vivienda, por el movimiento vecinal, por las redes de lucha contra la pobreza reivindica algo muy básico, que debe ser una política estructural de forma urgente: la vivienda debe dejar de ser un producto de mercado para ser un derecho social básico.
La función social de la propiedad de la vivienda debe prevalecer cuando hay millones de viviendas vacías y cientos de miles de familias tienen dificultades para tener una vivienda digna o directamente no lo tienen.
Solo el pueblo salva al pueblo, solo con lucha se consiguen los avances, solo con la movilización. Por ello llamamos a toda la sociedad a participar en las acciones convocadas el sábado 20 de marzo en defensa de una Ley social, justa que garantice el derecho a la vivienda en todas las capitales de provincia. En Málaga a las 11:00 horas en la Delegación del Gobierno.
(Y a hacerlo dando un ejemplo de cumplimiento de las medidas sanitarias a los fascistas irresponsables de VOX)
¡La vivienda es un derecho, no un negocio!
Apoya el manifiesto de los movimientos sociales impulsoras de la iniciativa por una Ley que garantice el derecho a la vivienda:
https://leyderechovivienda21.wordpress.com/manifiesto-2/

sábado, 6 de marzo de 2021

Manifiesto del PCE ante el 8 de marzo, Día Internacional de las mujeres trabajadoras


Este 8M las esenciales seguimos en la lucha. Queremos decidir nuestro futuro y no queremos volver a la normalidad anterior a la pandemia.
Esta crisis sanitaria ha evidenciado las contradicciones de este sistema capitalista y patriarcal que nos mata y antepone los beneficios del mercado a los cuidados y la vida.
La pandemia ha agudizado la desigualdad de género y clase:
-La feminización de la pobreza y los trabajos esenciales con mayor riesgo de contagio implican un aumento de la incidencia de los contagios entre mujeres con respecto a los hombres.
-Las mujeres hemos sufrido mayor carga y más estrés laboral al combinar el trabajo telemático forzoso durante el confinamiento con el cuidado.
-Las denuncias por violencia machista se incrementaron durante el periodo de confinamiento y las mujeres víctimas hemos estado más expuestas a merced de sus maltratadores.
-La subida del paro en el mes de enero, afecta en mayor medida a las mujeres (57 de cada 100 personas paradas son mujeres).
-Las mujeres migrantes hemos arriesgado nuestras vidas en primera línea de las trincheras contra el Covid-19 y por la supervivencia, por la doble condición de mujer y de migrante y, a menudo, racializadas, asumiendo en las condiciones más precarias, los trabajos (remunerados y no remunerados). Muchas veces pese a la barrera idiomática, la falta de redes de apoyo e incluso en situación ilegal.
-Las mujeres rurales que vivimos y trabajamos en el espacio de cercanía al campo y somos protagonistas de la seguridad alimentaria. Sufrimos un mercado segregado horizontal y verticalmente.
-Las mujeres trans somos excluidas la mayoría al acceso a un trabajo digno y muchas veces nos vemos abocadas a la prostitución. El 90% hemos sido prostituidas o estamos en situación de prostitución como única forma de sobrevivir, condenadas a la exclusión por un sistema machista y patriarcal.
-Las mujeres con diversidad funcional sufrimos la condena a la segregación, al asistencialismo y a la caridad que impide nuestra participación en pie de igualdad y genera relaciones asimétricas de poder, entre quienes estamos discriminadas por nuestra diversidad funcional y las personas que pertenecen al estándar que marca la sociedad.

Este 8M exigimos una redistribución de la riqueza justa y equitativa porque las mujeres somos la mitad y queremos lo que nos corresponde, y no vivir en la pobreza o dependiendo del patriarcado.
Exigimos tolerancia cero a la feminización de la pobreza, a la brecha salarial y la desigualdad en el acceso al empleo digno.
Queremos corresponsabilidad en los cuidados de la vida y exigimos medidas para que no siga recayendo en exclusiva sobre las espaldas de las mujeres y de manera precaria.
Reclamamos la ley de libertad sexual impulsada por el Ministerio de Igualdad. Porque ya es hora que se cumpla el pacto de Estado contra la violencia de género y el convenio de Estambul, que se establezcan medidas de protección integral necesarias para prevenir, detectar, sancionar y erradicar las violencias sexuales, así como proteger y reparar las víctimas de las mismas.
Queremos un Sistema estatal de cuidados que garantice cuidados dignos y universales a lo largo del ciclo vital de las personas. Porque la actual organización social de los cuidados es injusta e insostenible.
Ponemos la vida en el centro y defendemos la vida. Es por ello reivindicamos la liberación de las patentes de la vacuna y los productos sanitarios gratuitos por ley.
Situamos la sostenibilidad de la vida y del planeta en el centro. Lo que exige que los objetivos relativos al cuidado de las personas y del planeta convivan de forma armónica y sostenible con los vinculados al desarrollo económico y social.

Defendemos los derechos humanos de las mujeres, por ello nos solidarizamos y nos unimos a la lucha de nuestras compañeras polacas y a las de otros países en los que se les niega el derecho al aborto libre y gratuito.
Luchamos contra un sistema capitalista y patriarcal que a través del avance de la ultraderecha se empeña en hacernos retroceder en nuestras conquistas y despojarnos de nuestros derechos. Las feministas sabemos que si avanzamos la extrema derecha retrocede. ¡Ni un paso atrás!
Rechazamos la mercantilización del cuerpo de las mujeres. Es una cuestión de clase y de género. Son las mujeres pobres las explotadas sexualmente cada día en todo el mundo, y las que son también explotadas reproductivamente. Por ello reivindicamos la abolición de la prostitución y nos negamos a cualquier intento de legalización de los úteros de alquiler en España.
Es hora de construir un nuevo internacionalismo basado en la defensa de la vida, la igualdad, la justicia y la paz.
¡El 8M las esenciales seremos imparables!

Manifiesto para el 8 de Marzo de la Red Feminista de Izquierda Unida


Desde el pasado 8M la situación mundial ha cambiado. La pandemia ha visibilizado lo que el feminismo y el socialismo venimos diciendo desde hace mucho tiempo. Un nuevo modelo de sociedad justo y sostenible es necesario. Ante este capitalismo generador de desigualdades, guerras, muertes y crisis ecológica nosotras construimos alternativas. Llevamos un año luchando de muchas maneras, sosteniendo un día a día lleno de urgencias e incertidumbres. Nos hemos seguido organizando online y en los barrios y pueblos; hemos estado con nuestras vecinas en la redes de apoyo mutuo, en los desahucios, apoyando los servicios públicos, visibilizando las tareas de cuidados, luchando por la dignidad de los trabajos feminizados, precarizados y contra la falta de derechos de muchas de nosotras: las mujeres en Brasil han conseguido que se reabrieran hospitales para seguir ejerciendo el derecho al aborto, en Chile siguen avanzando en un proceso constituyente, las campesinas de la India forman parte de las movilizaciones más grandes de la historia y el ejemplo de las polacas nos da fuerzas para seguir luchando contra el fascismo y la extrema derecha.
Por todas ellas y por nosotras, este 8 de Marzo salimos a conmemorar nuestra fuerza, nuestras luchas y nuestras alianzas. Porque la nueva normalidad debe ser un mundo nuevo, donde la producción y la reproducción estén al servicio de las personas y el planeta.
La pandemia ha demostrado que somos esenciales para sostener la vida en hospitales, residencias y hogares: cuidadoras, limpiadoras, enfermeras o trabajadoras han estado en primera línea contra el Covid, pero desarrollan su trabajo desde la precariedad (el 44% de las mujeres ocupadas no llegan a cobrar el SMI) Es el momento de revertir las reformas laborales y atajar la precariedad y la feminización de la pobreza ante esta crisis en la que entramos.

Desde Izquierda Unida reivindicamos la universalización de los cuidados desde la interdependencia, ecodependencia y corresponsabilidad con los hombres, las empresas y el Estado. No podemos permitir que los cuidados sigan recayendo en el trabajo de las mujeres, tanto el no remunerado como el remunerado pero precarizado, invisibilizado y feminizado. Desde IU apostamos por un Sistema Estatal de Cuidados que ponga la vida en el centro y articule un cambio ecosocial, de modelo productivo y de relación entre las personas y con el planeta. Por ello, saludamos el Plan Corresponsables como primer paso de los muchos que debemos dar para pasar de un modelo de cuidados low cost a otro que garantice la dignidad para las que cuidan y para las que son cuidadas de manera justa y sostenible.
Contra todas las crisis, ahora y siempre, reivindicamos lo público y lo común. Estamos convencidas de que solo desde una visión integral que atienda las necesidades específicas de cada una, podremos dar una respuesta colectiva. Solo desde la perspectiva feminista seremos capaces de abordar la reconstrucción del tejido social, económico y público a través de estrategias de redistribución de la riqueza como palanca que garantice la justicia social. Especialmente para las mujeres pensionistas. Reclamamos pensiones dignas y garantizadas para todas y medidas que reviertan la brecha salarial y el suelo pegajoso que nos aboca a las mujeres al umbral de la pobreza. Este es un ejemplo escandaloso del porqué. Desde IU exigimos que se incorpore la perspectiva de género en todos los planes de reconstrucción y se evalúe su impacto de género para evitar que esta crisis aumente la desigualdad de las mujeres.
Desde Izquierda Unida reivindicamos que nuestra salud no es una mercancía. En medio de esta guerra por la supervivencia las farmacéuticas duplican beneficios, 10 países poseen el 75% de las vacunas y 130 países no tienen ninguna. Exigimos una gestión solidaria de la vacuna, la eliminación de las patentes y una industria farmacéutica pública que garantice la igualdad en el acceso a los recursos y que cambie la lógica del beneficio por la del cuidado, que dé respuestas globales y garantice la inmunidad de toda la población mundial.

Ante el desborde del feminismo, vemos cómo la derecha y la extrema derecha criminalizan al feminismo culpabilizándonos de los contagios, a la vez que niegan la violencia de género y las desigualdades que vivimos. Mientras, nosotras seguimos avanzando. Cada 8 de Marzo volvemos fuertes y juntas llenando las calles, como parte de ese grito global internacionalista y en lucha constante que nos hace avanzar como sociedad. Muestra de ello es la lucha por garantizar nuestros derechos sexuales y reproductivos a nivel global. Desde IU exigimos aborto libre, seguro, gratuito y en la Sanidad Pública para todas, educación afectivo-sexual obligatoria y para todas las etapas educativas y desde una perspectiva feminista.
La pandemia ha vuelto a poner de manifiesto las situaciones de desprotección, exposición al contagio y falta de derechos de las mujeres en situación de prostitución. Desde Izquierda Unida seguimos construyendo un camino abolicionista de la prostitución y transinclusivo, a la vez que nos reafirmamos en contra de los vientres de alquiler y de la mercantilización de nuestros cuerpos. Ante estas realidades, desde IU planteamos la urgencia de un plan integral contra la trata y la prostitución que articule medidas, planes, alternativas y derechos que garanticen las vidas dignas de todas las mujeres explotadas sexualmente.
En Izquierda Unida trabajamos por conformar un frente común. No tenemos dudas, el feminismo no es solo la lucha de las mujeres, es un prisma que amplifica nuestras luchas, interpelando directamente a las realidades materiales de quienes más sufren y creando alianzas y estrategias para cambiar las desigualdades que vivimos día a día la clase trabajadora.
¡Ni invisibles, ni precarias. Feministas Anticapitalistas!

jueves, 4 de marzo de 2021

Izquierda Unida y el PCA de Málaga reclaman ante el 8M que la visibilización de los cuidados se sitúe “en el centro de todos los debates”


“Sabemos y sufrimos las consecuencias de esta emergencia sanitaria que no sólo ha destapado la precariedad que sufren las mujeres que han desarrollado actividades esenciales en primera línea, en la mayoría de las ocasiones en situaciones laborales muy precarias, sino también el retorno de otras muchas a nuestras casas y a desplegar todo nuestro esfuerzo y vida a las tareas de cuidados”

El Área de Feminismos de IU Málaga y el Área Feminista de Partido Comunista de Andalucía en Málaga reclaman ante la celebración el próximo lunes del 8M, Día Internacional de la Mujer, que los “cuidados se sitúen en el centro de todos los debates, ya que la emergencia social que ha supuesto y supone la pandemia ha destapado la precariedad que sufren las mujeres que han desarrollado actividades esenciales en primera línea, en la mayoría de las ocasiones en situaciones laborales muy precarias, además del retorno de otras muchas a nuestras casas y a desplegar todo nuestro esfuerzo y vida a las tareas de cuidados”.
“A todo esto que está sucediendo en este año de pandemia, se suman la discriminación sistémica a las que nos someten el capitalismo y las estructuras patriarcales que vivimos desde siempre. Hablamos de desigualdad salarial, de emancipación, de autonomía de las mujeres, de las discriminaciones laborales, de violencias machistas en sus diferentes fórmulas, y por supuesto los asesinatos machistas que sufrimos por el hecho de ser mujeres”, recuerda Victoria Morales, responsable del Área de Feminismos de IU Málaga.

“Desde el pasado 8 de marzo, el feminismo viene sufriendo un ataque brutal por parte de la derecha y de la extrema derecha, y queremos decirles fuerte y claro que nos van a tener enfrente. A todos aquellos partidos, a todos aquellos sectores que quieran recortarnos en derechos, que quieran recortarnos en libertades y que quieran hacernos las responsable de, por ejemplo, esta crisis sanitaria, nos van a tener enfrente”, denuncia Macarena Vallejo, responsable del Área Feminista del PCA Málaga.
Los datos expuestos por IU y PCA, extraídos de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019, no dejan lugar a dudas, una de cada dos mujeres en España, el 57% de las mayores de 16 años, ha sufrido violencia en alguna ocasión a lo largo de su vida, lo que se traduce en 11,5 millones de mujeres. El 6.5%, a lo largo de su vida, ha sufrido violencia sexual. 22.000 mujeres en la provincia de Málaga han sufrido algún tipo de violencia en los últimos 5 años.
“Las mujeres y hombres de IU y PCA Málaga estamos realizando desde el pasado 21 de febrero diferentes acciones virtuales encaminadas a visibilizar las necesarias reivindicaciones que culminan en el 8M, acciones como el taller sobre el machismo que vivimos en las redes sociales y herramientas para combatirlo; microrrelatos contados en formato podcast y vodcast, donde mujeres de toda la provincia vienen contando su vivencia en pandemia desde sus diferentes prismas y a la vez con el hilo que nos conecta que es el compromiso por la igualdad; o encuentros virtuales como el que se celebra el próximo domingo 7 de marzo bajo el título “Dialogando sobre la lucha de las mujeres y la crisis de cuidados: retos para el futuro”, apuntan desde IU y PCA quienes subrayan que “hemos articulado nuevas fórmulas de reivindicación feminista ocupando ese espacio virtual”.

Izquierda Unida y el PCA de Málaga reclaman ante el 8M que la visibilización de los cuidados se sitúe “en el centro de todos los debates”


“Sabemos y sufrimos las consecuencias de esta emergencia sanitaria que no sólo ha destapado la precariedad que sufren las mujeres que han desarrollado actividades esenciales en primera línea, en la mayoría de las ocasiones en situaciones laborales muy precarias, sino también el retorno de otras muchas a nuestras casas y a desplegar todo nuestro esfuerzo y vida a las tareas de cuidados”

El Área de Feminismos de IU Málaga y el Área Feminista de Partido Comunista de Andalucía en Málaga reclaman ante la celebración el próximo lunes del 8M, Día Internacional de la Mujer, que los “cuidados se sitúen en el centro de todos los debates, ya que la emergencia social que ha supuesto y supone la pandemia ha destapado la precariedad que sufren las mujeres que han desarrollado actividades esenciales en primera línea, en la mayoría de las ocasiones en situaciones laborales muy precarias, además del retorno de otras muchas a nuestras casas y a desplegar todo nuestro esfuerzo y vida a las tareas de cuidados”.
“A todo esto que está sucediendo en este año de pandemia, se suman la discriminación sistémica a las que nos someten el capitalismo y las estructuras patriarcales que vivimos desde siempre. Hablamos de desigualdad salarial, de emancipación, de autonomía de las mujeres, de las discriminaciones laborales, de violencias machistas en sus diferentes fórmulas, y por supuesto los asesinatos machistas que sufrimos por el hecho de ser mujeres”, recuerda Victoria Morales, responsable del Área de Feminismos de IU Málaga.

“Desde el pasado 8 de marzo, el feminismo viene sufriendo un ataque brutal por parte de la derecha y de la extrema derecha, y queremos decirles fuerte y claro que nos van a tener enfrente. A todos aquellos partidos, a todos aquellos sectores que quieran recortarnos en derechos, que quieran recortarnos en libertades y que quieran hacernos las responsable de, por ejemplo, esta crisis sanitaria, nos van a tener enfrente”, denuncia Macarena Vallejo, responsable del Área Feminista del PCA Málaga.
Los datos expuestos por IU y PCA, extraídos de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019, no dejan lugar a dudas, una de cada dos mujeres en España, el 57% de las mayores de 16 años, ha sufrido violencia en alguna ocasión a lo largo de su vida, lo que se traduce en 11,5 millones de mujeres. El 6.5%, a lo largo de su vida, ha sufrido violencia sexual. 22.000 mujeres en la provincia de Málaga han sufrido algún tipo de violencia en los últimos 5 años.
“Las mujeres y hombres de IU y PCA Málaga estamos realizando desde el pasado 21 de febrero diferentes acciones virtuales encaminadas a visibilizar las necesarias reivindicaciones que culminan en el 8M, acciones como el taller sobre el machismo que vivimos en las redes sociales y herramientas para combatirlo; microrrelatos contados en formato podcast y vodcast, donde mujeres de toda la provincia vienen contando su vivencia en pandemia desde sus diferentes prismas y a la vez con el hilo que nos conecta que es el compromiso por la igualdad; o encuentros virtuales como el que se celebra el próximo domingo 7 de marzo bajo el título “Dialogando sobre la lucha de las mujeres y la crisis de cuidados: retos para el futuro”, apuntan desde IU y PCA quienes subrayan que “hemos articulado nuevas fórmulas de reivindicación feminista ocupando ese espacio virtual”.

lunes, 1 de marzo de 2021

Alberto Garzón, Coordinador General de IU: “Más unidad y mejor unidad”. Hacia la XII Asamblea

Mundo Obrero redacción
MUNDO OBRERO: La decisión de entrar a formar parte del gobierno comporta ventajas y también un coste para IU. ¿Qué balance haces de la participación en el gobierno de coalición?
ALBERTO GARZÓN: Creo que fue una decisión acertada. Las decisiones sobre alianzas siempre se tienen que valorar contextualmente y los resultados de las elecciones generales visualizaban una cierta estabilidad entre los bloques, el bloque progresista o de izquierdas y el bloque conservador o reaccionario, con un crecimiento espectacular de la extrema derecha en la línea de países como Francia. En ese contexto, la mejor opción era entrar en el gobierno, sabiendo que es un instrumento que permite cambiar la vida de la gente pero que depende de una correlación de fuerzas que nos era desfavorable numéricamente en el Congreso. Al mismo tiempo, cogobernar implica los riesgos propios de gobernar más los derivados de que tienes que ponerte de acuerdo con un socio que no opina lo mismo que tú, especialmente en algunos temas sensibles.
La decisión fue muy correcta, creo que estuvimos a la altura de las circunstancias y que difícilmente se hubiera entendido una decisión distinta en un momento en que convergían la crisis económica, la crisis territorial, la crisis política, la crisis ecológica y el crecimiento de la extrema derecha. La pandemia vino después a reafirmar ese estado de necesidad de las clases populares que tenía que ser abordado. La mejor forma de hacerlo, esa sigue siendo mi opinión, era participando en el gobierno.
M.O.: Afrontamos un período histórico donde IU ya no ocupa todo el espacio con respaldo electoral a la izquierda del PSOE. ¿Cómo se concibe la confluencia en Unidas Podemos por parte de Izquierda Unida?
A.G.: Las sociedades cambian. Cambian las estructuras de clase, las tecnologías y también el sistema político. Durante un período estable que va desde 1986 hasta 2014, con altibajos, siempre hemos sido la tercera fuerza nacional, detrás de un bipartidismo que llegó a recibir hasta el 80% de los votos en las elecciones generales de 2008. En IU nos hemos educado en esa cultura de la resistencia. Hemos tenido gobiernos municipales pero en el espacio nacional éramos muy penalizados por la ley electoral, de manera que nos convertíamos en la tercera fuerza y nos reducía mucho el peso en escaños. Esto muta en la sociedad a partir de un cambio del ciclo 2011-2015, en el que emergen nuevos partidos y particularmente Podemos que recoge gran parte de las demandas que nosotros habíamos hecho e incorpora otras nuevas y pertenece a una tradición política distinta.
Cuando eso sucede, había dos maneras de abordarlo. Desde un cierto rencor, de no terminar de entender qué significaba sociológicamente la irrupción de Podemos, o una manera más inteligente que era intentar comprender las causas últimas de que una población, que en algún momento nos votó a nosotros, optara por votar a una fuerza nueva. Nosotros elegimos esta segunda visión. Examinamos cuáles eran las causas y, pensando en el país y en la clase trabajadora, abrimos vías de diálogo para alcanzar la confluencia. No fue posible en los primeros impasses, lo intentamos pero no convencimos a nuestros compañeros de Podemos, hasta que llegó 2016. En ese año empezó a fraguarse una alianza electoral que, para nosotros, tenía la pretensión de ser también una alianza social, que tenía que confirmarse desde abajo, desde las asambleas de base.
En este tiempo hemos avanzado. Creo que la organización asimila y asume que esto está aquí para quedarse y no tendría sentido ninguna fórmula distinta. La sociedad -y especialmente el adversario- nos ve como iguales y tiene sus motivos: pertenecemos al mismo proyecto político, independientemente de que unos piensen con las siglas moradas y nosotros pensemos con las siglas de Izquierda Unida.
Todavía falta mucho por desarrollar en este espacio de confluencia y es lo que tenemos que proponernos: mejorar los mecanismos de coordinación interna, democratizar la toma de decisiones y, sobre todo, ser capaces de tejer por debajo, que en los territorios las confluencias sean entidades vivas que estén en los conflictos y sean la voz y el instrumento de la gente que lo necesita. Desde Izquierda Unida, hemos marcado de forma clara cuál es el rumbo: más unidad y mejor unidad.
M.O.: Contra tantos pronósticos, el Partido Comunista de España se prepara para celebrar su centenario e Izquierda Unida camina hacia su 40 aniversario, redoblando en esta asamblea la apuesta por su fortalecimiento. ¿Cuál es el espacio y el valor que aporta cada una de estas organizaciones?
A.G.: El PCE es un componente histórico de la democracia española. Al mismo tiempo, el partido no es sólo una pieza de análisis del pasado sino también un instrumento para transformar la realidad concreta. Eso se está demostrando a lo largo de esta confluencia que hemos construido - no estaba en modo alguno garantizada- con el actor PCE empujando a favor de la confluencia y dentro de Izquierda Unida. Eso es importante porque Izquierda Unida nunca ha pretendido ser un partido político al uso sino un espacio de reunión del partido con muchas otras personas, independientes o pertenecientes a otras tradiciones políticas. En ese sentido, es clave la sinergia entre el funcionamiento del partido y el de Izquierda Unida. El PCE e IU tienen, cada uno, un papel que cumplir y ambos son complementarios y absolutamente necesarios.
FEMINISMO, ECOLOGISMO Y REPUBLICANISMO
M.O.: ¿Cuáles son las tareas entre la XII y la XIII Asamblea, con el objetivo de llegar a 2025 con una IU más fuerte?
A.G.: Necesitamos asumir el diagnóstico de lo que está sucediendo en nuestro país y en nuestro entorno. Eso significa asumir la gravedad de la crisis económica, la gravedad de la crisis política y territorial y la gravedad de la crisis ecológica. Debemos ser conscientes de que nos estamos jugando la vida misma porque el capitalismo está amenazando al planeta, las condiciones de vida de la mayoría social y de la gente más desfavorecida en particular, y, por lo tanto, tenemos que organizarnos para que se pueda abrir una trayectoria distinta. Una trayectoria que, en lo concreto, para nosotros significa: feminismo, ecologismo y republicanismo. Con esos tres vectores de actuación para transformar la realidad concreta y con un horizonte político deseable, como es la República Federal, necesitamos ser capaces de seguir convenciendo a otros conciudadanos de que éste es el instrumento útil. Para eso, necesitamos tener mucha más gente y mucha más capacidad de llegar a la sociedad. El papel de Izquierda Unida es llegar a la gente que no es de IU. Ese ejercicio de diálogo es en lo que consiste fortalecer IU.
M.O.: ¿Por qué es importante que IU sea feminista y qué le aporta el feminismo a las otras almas de IU: el hilo rojo, el blanco y el verde?
A.G.: Nosotros venimos de una tradición política hermosa, que viene de la Ilustración y que se convirtió en el socialismo científico, teorizado por Marx y Engels, en la que siempre hemos tenido una especial atención a lo que son las condiciones de la producción y eso ha condicionado todo nuestro análisis. Lo que ocurre es que, en una sociedad concreta, para que haya producción hacen falta dos cosas: planeta (recursos) y cuidados. Los cuidados han sido históricamente una tarea otorgada, en la reproducción sexual del trabajo, a la mujer. Ese espacio invisibilizado durante tanto tiempo, del que la mujer ha luchado por emanciparse, en nombre del feminismo, desde el punto de vista de la tradición política necesita ser reclamado como una óptica más completa. Todo lo derivado de esa reclamación, que implica el reparto de cuidados, la equiparación salarial, desde la parte laboral a la no laboral, es absolutamente necesario integrarlo en una perspectiva de izquierdas que, a pesar de lo heroico de sus luchas, ha invisibilizado tradicionalmente ese otro rasgo tan importante que se refiere, nada más y nada menos, que a la mitad de la población mundial.
M.O.: IU reafirma su apuesta por la República en esta asamblea y la vincula a la ruptura democrática. ¿Qué significa eso?
A.G.: Significa entender que, en nuestro país, como en todos, la historia condiciona el presente. En los últimos doscientos años en España ha habido muy pocas victorias progresistas o de izquierdas. El poder de la reacción en nuestro país ha sido inmenso. Han sido siempre capaces de coartar cualquier intento emancipatorio. El ejemplo más reciente es el de la propia II República, un proceso cortado de raíz con un golpe de Estado. Eso deja un poso. Y quienes han ganado la mayoría de esas victorias han impuesto una noción de país muy reaccionaria: una España homogénea, unitaria, centralista, monárquica. Hay otra forma de concebir España que asume la diversidad y la cooperación. Una forma más democrática, republicana, que puede y debe ser la solución frente a esa fuerza que por parte del nacionalismo español es centrípeta y por parte de los independentismos es centrífuga. No se trata de elegir entre la España de Menéndez-Pelayo y toda su corriente política -desde Cánovas del Castillo hasta el propio Pablo Casado, pasando por Primo de Rivera- o la independencia de territorios como Cataluña o Euskadi. Hay otra opción y es entender una España republicana, donde todos cabemos, donde prima esa diversidad con la defensa de los derechos de la clase trabajadora, independientemente de dónde hayan nacido. El republicanismo es ese elemento que une las tradiciones socialistas con las tradiciones democráticas. Significa, por lo tanto, que todo el mundo tiene derecho a una vivienda, derecho a comer, a vivir dignamente, y lo hace en un Estado que reconoce que somos diversos, que hay diferentes culturas, lenguas, formas de administrarse y que todo eso es perfectamente compatible. El republicanismo supone una democratización profunda dentro del Estado.
M.O.: ¿Qué papel ha tenido la monarquía como institución con respecto a la calidad de nuestra democracia?
A.G.: Es importante recordar que nuestro país, cuando votó por la Constitución, votaba precisamente entre Constitución identificada con libertad frente a la dictadura. Y en el paquete de la Constitución venía la monarquía. La gente no tuvo la oportunidad de elegir la definición de la jefatura del Estado. Hoy conocemos, con la ventaja que nos concede el tiempo, que Adolfo Suárez fue reacio a hacer un referéndum porque tenían datos que indicaban que saldría victoriosa la República. Por lo tanto, estamos ante una monarquía que viene en el pack democrático, sobre la que, efectivamente, el ciudadano Juan Carlos de Borbón, entonces rey, actuó de manera legitimadora para frenar un golpe de Estado. Con alguna nebulosa que todavía está por conocer porque los documentos permanecen clasificados-. Esa construcción mitificadora de la monarquía impide ver lo que hizo en los años sucesivos. Es una monarquía hereditaria, inviolable y vitalicia, que no tiene que rendir cuentas. Por eso puede pasar lo que parece que ha pasado: que se ha producido un saqueo sistemático desde la propia institución del Estado, sin que se le pudiera fiscalizar. La monarquía es una figura inviolable. Todo lo que pasó hasta la abdicación de Juan Carlos I está protegido jurídicamente, según la interpretación dominante, y posteriormente está protegido por diferentes factores, más complejos. En definitiva, la narrativa mitificadora ha premiado con una impunidad terrible a una monarquía que la ha usado, por lo que sabemos, en cuestiones verdaderamente oscuras.
TRANSFORMAR LA ECONOMÍA PARA CAMBIAR LA ESTRUCTURA DEL PODER Y DE LA RIQUEZA
M.O.: Los grupos empresariales se están preparando para un festín de dinero público. ¿Qué puede esperar la clase trabajadora de los fondos europeos y del anunciado incremento del gasto público? Los ataques desde los grupos económicos y mediáticos contra Unidas Podemos, ¿tienen algo que ver con esta cantidad tan importante de fondos que hay que administrar?
A.G.: Sí. Hay varias dimensiones en juego. Una de ellas tiene que ver con que vivimos una crisis económica y una crisis sanitaria que ha impactado duramente en la economía porque hemos tenido que cerrar la actividad económica en gran medida para protegernos de la pandemia. Como consecuencia, tras una batalla importante en Europa, tenemos comprometidos una serie de recursos ingentes, 75.000 millones de euros para dedicar a la recuperación económica y a la transformación de nuestro país. Son cantidades muy grandes de dinero que pueden usarse de muy diferentes formas.
Lo que proponemos es aprovechar la situación para modernizar el país. No sólo para compensar pérdidas. También para ser capaces de construir motores de transformación económica, basados en alta tecnología y alto valor añadido. Y esto, que es el debate de la reindustrialización, implicaría, de una manera u otra, tocar la estructura de poder de nuestro país. Eso es algo que no gusta a determinados actores, acostumbrados a vivir, en algunos casos, de los concursos públicos de la administración. Cualquier propuesta transformadora implica resistencias por parte de aquellos que se ven posiblemente perjudicados. Las grandes empresas no opinan todas lo mismo. Hay grandes empresas más vanguardistas o dinámicas, que estarían de acuerdo con lo que estoy diciendo, y hay una serie de empresas, también grandes, que han tenido una cultura de clientelismo, de la oligarquía. Son actores que tienen mucho poder, en el sentido más amplio de la palabra, con capacidad de influir en la determinación de las agendas mediáticas, por ejemplo, que están en una importantísima ofensiva para que nosotros dejemos de tener influencia. Los ataques brutales a Unidas Podemos, a Izquierda Unida, a Pablo Iglesias, obedecen a un intento claro de quitarnos influencia porque queremos hablar de cosas como la reforma de las pensiones y la reforma laboral, queremos hablar de la modernización del país y tenemos una agenda que pone el foco en la estructura del poder y de la riqueza. Eso es algo que no están dispuestos a tolerar las grandes empresas y quienes, de una manera u otra, han gobernado siempre sin presentarse a las elecciones.
M.O.: Después de cincuenta años de defensa cerrada de las políticas neoliberales asociadas a la austeridad en el gasto público, el FMI defiende ahora los programas de estímulo fiscal y de gasto público y resta importancia al aumento de la deuda pública. El neo-keynesianismo parece que se ha puesto de moda en el mundo. En nuestro país, destacados miembros del gobierno de coalición lo abrazan abiertamente. ¿Hay espacio para una política que vaya más allá en el gobierno de coalición?

A.G.: Muchos economistas internacionales y nacionales se han dado cuenta de que la única forma de salvar al capitalismo era protegerse de sus excesos. Esto es lo que básicamente significa el keynesianismo. Pero tiene múltiples facetas y objetivos políticos cuando se aplica. Puedes utilizar un estímulo fiscal para transformar la economía o para tapar los boquetes de empresas amigas, para salvar a los bancos o para crear una empresa pública. Estamos en un debate en el que muchas veces nos perdemos porque nos quedamos en las etiquetas. Europa necesita pasar de la fase neoliberal, los organismos financieros internacionales ya se han dado cuenta pero todavía hay una fuerte inercia en todas las instancias. Y al final es la realidad la que se impone. Ante la pandemia no les ha quedado más remedio, incluso a quienes se negaron siempre, que aceptar medidas heterodoxas. La cuestión es si estamos capacitados para ser más audaces y más ambiciosos. Técnicamente es posible, el problema es de voluntad política. Esa es la batalla en la que estamos. Desde todos nuestros espacios insistimos en la necesidad de que ese dinero se dedique a mejorar la vida de las personas y no sólo a tapar los agujeros del sistema, que es a lo que se ha dedicado el keynesianismo de facto en los últimos diez años. Hace falta ser más radical y contundente. Necesitamos que la gente y el planeta sean protegidos y ambas cosas requieren de un inmenso paquete de estímulo para transformar nuestra economía, adaptarla a los retos medioambientales y proteger a los más vulnerables. 

Publicado en el Nº 342 de la edición impresa de Mundo Obrero marzo 2021