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viernes, 30 de abril de 2021

Manifiesto del 1º de Mayo del PCE: “Recuperar derechos para acabar con la precariedad”



El Primero de Mayo es el día de reivindicación de la lucha de la clase obrera. Nació de la lucha por limitar la jornada laboral diaria a 8 horas, y desde entonces, es el día en el que reivindicamos el orgullo de pertenecer a la clase creadora de riqueza y motor del progreso de la historia. Este 1º de Mayo sobran motivos para sentirnos orgullosas y orgullosos de nuestra clase y para luchar por mejorar nuestras vidas.
Ha sido un año durísimo, en el que hemos perdido a seres queridos y en el que hemos sufrido la enfermedad; un año tras el que acumulamos cansancio y dificultades, por el largo confinamiento y la incertidumbre ante la difícil situación económica, el paro y la precariedad.
En estos momentos tan difíciles, ha sido la clase obrera quien ha garantizado la salud y el cuidado de toda la sociedad, visibilizando especialmente a los sectores esenciales, que son quienes más sufren la precariedad, en su mayoría, mujeres e inmigrantes.
Por el contrario, hemos visto cómo los grandes capitalistas han puesto sus beneficios por encima de la salud, especulando con las vacunas y con bienes de primera necesidad, o a empresarios irresponsables obligando a trabajar sin cumplir las medidas sanitarias. A la derecha y a la ultraderecha utilizar la pandemia para hacer caer al Gobierno progresista y seguir agitando su odio para intentar dividir y distraer a la clase trabajadora de sus verdaderos problemas. Y a los Borbones aprovechar el shock para intentar tapar su corrupción.
A pesar de la propaganda, de cientos de bulos y mentiras es evidente que la pandemia nos ha golpeado más duro por la precariedad de los servicios públicos tras años de recortes criminales, especialmente a manos de los gobiernos corruptos del PP, y que sus consecuencias económicas serían hoy más dramáticas sin las medidas impulsadas por Unidas Podemos en el Gobierno de coalición. El escudo social, con todas sus limitaciones, ha servido para que la crisis no recaiga sobre los mismos de siempre.
Hay que mantener el escudo social en tanto dure la pandemia, pero lo que toca ahora es recuperar derechos para acabar con la precariedad. Y para ello hay dos claves: cumplir el programa de Gobierno de coalición y poner los fondos europeos para la reconstrucción al servicio de la mayoría social para hacer realidad estos objetivos:
- Derogar las reformas laborales y seguir subiendo el SMI para que haya trabajo digno.
- Reforzar todos los servicios públicos, empezando por la sanidad y la educación.
- Aprobar una ley que garantice el derecho a la vivienda y regule los precios del alquiler.
- Derogar la reforma de las pensiones, mejorar y asegurar su carácter público.
- Derogar la ley mordaza para asegurar las libertades democráticas.
- Reindustrializar el país, reforzar el sector público, la investigación, desarrollo y apostar por una economía verde, como garantía de soberanía y empleo de calidad.
- Ampliar la protección social con un sistema público de cuidados.
- Reformar el sistema de impuestos que sea progresivo para repartir la riqueza y avanzar en igualdad.
- Fomentar la cultura crítica y popular y extender el sistema público de educación para acabar con la ignorancia sobre la que crece el fascismo.

Una agenda de transformaciones de la mayoría social a la ofensiva, frente a la minoría de privilegiados. Esta es la agenda del PCE. Llamamos a que sea la del movimiento obrero y popular, y trabajaremos en todos los frentes para que sea la agenda del gobierno de coalición.
Además, este Primero de mayo abordamos dos retos inmediatos:
Frenar al fascismo el 4 de mayo en la Comunidad de Madrid y echar a quienes han hecho un arma política de la pandemia y castigan a la clase trabajadora desde hace décadas con recortes, privatizaciones y corrupción. ¡Que hable la mayoría!
Extender la vacunación para acabar lo antes posible con la pandemia. Llamamos al movimiento por la sanidad pública y a los sindicatos a impulsar y exigir ¡vacunas públicas!
En el año del Centenario de nuestra fundación continuaremos luchando. Hoy como hace cien años, estaremos presentes en los centros de trabajo y estudio, en los barrios populares, en las ciudades y en el campo y en el mundo de la cultura, para reforzar los sindicatos y las organizaciones populares, para crear solidaridad y conciencia de clase, en primera línea, al servicio de la clase obrera para salir de la pandemia sin dejar a nadie atrás y seguir construyendo unidad y poder popular rumbo a la III República y el socialismo.
¡Viva el 1º de Mayo!
¡Viva la lucha de la clase trabajadora!

La camarada María Antonia Morillas González será la nueva directora del Instituto de la Mujer


Nacida en Torredonjimeno (Jaén) en 1982 y afincada en Málaga desde el 2000. Licenciada en Comunicación Audiovisual, experta en planificación de procesos participativos por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente cursando máster de profesorado en la Universidad de Málaga. Con amplia experiencia en el ámbito de la innovación democrática, la participación ciudadana y las nuevas formas de gobernanza institucional, particularmente en el ámbito de la administración local.
Desde 2016 ha sido subdirectora de una entidad social especializada en el diseño, desarrollo y evaluación de procesos de innovación participativa en el ámbito público, orientados a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y a la inclusión democrática y el empoderamiento de los sectores sociales más vulnerables. Ha dirigido proyectos de participación ciudadana con enfoque de género, localización participativa del ODS 5 con mujeres en el ámbito rural y diversas iniciativas de promoción de la igualdad desde el uso de metodologías participativas y deliberativas con población escolar.
Puso en marcha y dirigió en la Diputación Provincial de Málaga la primera experiencia en España en un organismo supramunicipal de promoción de los presupuestos participativos como instrumento de participación directa de la ciudadanía en la toma de decisiones del ámbito público municipal, constituyendo una referencia en este campo. Ha impartido ponencias sobre nuevas formas de gobernanza participativa en diversas redes nacionales e internacionales.
Militante del Partido Comunista de Andalucía (PCA) y de Izquierda Unida, forma parte del Comité Central del PCE y fue concejala del Ayuntamiento de Málaga y diputada provincial de 2011 a 2015. Ha desempeñado distintas responsabilidades políticas, siendo en la actualidad la responsable de formación feminista del PCA y de la red de activistas feministas de IU en Andalucía.
Entre sus proyectos para el Instituto de la Mujer se incluyen el diálogo permanente con el movimiento feminista y las asociaciones de mujeres y la participación ciudadana como eje central de la gestión del organismo. En materia normativa, el impulso definitivo al Plan Estratégico de Igualdad y la reforma de la Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.

domingo, 18 de abril de 2021

Enrique Santiago, Secretario de Estado de Agenda 2030 y secretario general del PCE

Enrique Santiago,

Secretario de Estado de Agenda 2030 y secretario general del PCE
Artículo 1 de la Constitución: España es una República de trabajadores de toda clase, que se organizan en régimen de Libertad y de Justicia. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
La II República llegó con el compromiso de mejorar la España que existía y construir un país plenamente democrático, donde se garantizaran la libertad, los derechos humanos y la justicia social. La Constitución republicana fue la herramienta utilizada para poner en práctica estos cambios radicales en un país que todavía presentaba actitudes y comportamientos propios de una sociedad semi feudal.
La mayoría de los derechos recogidos en el texto constitucional fueron reconocidos por primera vez en la historia de nuestro país. Se dieron pasos firmes para construir una España moderna, plenamente democrática, haciendo efectivo el tránsito de siervos a ciudadanos con derechos.
La República instauró el Estado de Derecho y utilizó la Constitución como instrumento no solo de democratización, sino también de modernización del país. Valgan como muestras los siguientes fragmentos literales: “Todos los españoles son iguales ante la ley”; “El Estado español no tiene religión oficial”; “España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional”; “No podrán ser fundamento de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas. El Estado no reconoce distinciones y títulos nobiliarios”; “La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión quedan garantizados en el territorio español”; “La enseñanza primaria será gratuita y obligatoria”. Hace 90 años, ser demócrata era sinónimo de ser republicano.
La República constitucionalizó un Estado laico y creó un amplio catálogo de derechos, también en ámbitos privados, como el matrimonio, la educación, la familia, el trabajo o la economía. Por primera vez, se alcanzó la igualdad de género, al reconocer el derecho de voto a las mujeres, el matrimonio civil con plena igualdad de derechos y deberes de los cónyuges o el divorcio, derechos tan odiados por los fascistas que el régimen de Franco los aniquiló desde el momento de la rebelión militar en las zonas dominadas por los golpistas.
La Republica garantizó el acceso público a la cultura y a la educación, que por primera vez se convirtieron en derechos efectivos, garantizando la emancipación social de todas las personas. Se estableció el carácter obligatorio de la educación básica, pública, gratuita y laica, lo que significó un inmenso esfuerzo económico del Estado, probablemente el mayor esfuerzo en garantía de derechos de la historia de nuestro país.
La Constitución de la II República no fue un texto radical como aun nos quieren hacer creer los enemigos de la democracia. Recogió los principios del parlamentarismo de la Europa de entreguerras que establecían la preeminencia del poder legislativo, expresión de la voluntad general, frente a las atribuciones del poder ejecutivo. Al mismo tiempo, se constitucionalizó el referéndum legislativo para que nuestros compatriotas pudieran decidir sobre las leyes votadas en el parlamento, una herramienta de participación directa propia de las democracias más avanzadas. El parlamento se convertía por primera vez en el centro de la vida política e instancia de control del Gobierno.
El principio de soberanía popular rigió de inicio a fin la actuación institucional de la II República. Su compromiso con la democracia y la voluntad popular se acreditó con la elección del presidente de la Republica, el único Jefe de Estado elegido democrática y directamente —en las urnas— en la historia de nuestro país. Ningún país democrático de nuestro entorno padece esta anomalía democrática. Y la caverna política de entonces, tan parecida a la de ahora, no permitió que acabara el mandato otorgado libre y directamente por nuestros compatriotas.
Si no hubiera sido por los militares golpistas y los políticos cómplices que traicionaron y se alzaron contra la democracia y la legalidad constitucional, condenándonos a medio siglo de atraso económico y pérdida de libertades, España se habría situado a la cabeza de los países de su entorno en términos de desarrollo económico, progreso y bienestar.
Ojalá que nuestro país siga avanzando en un horizonte republicano de plena garantía de los derechos esenciales, no solo los civiles y políticos, sino también económicos y sociales. Todos estos derechos deben continuar extendiéndose hasta acabar con cualquier discriminación familiar o personal, para que todas las personas seamos iguales ante la ley y disfrutemos plenamente de todos los derechos, incluido el desempeño de las más altas instituciones constitucionales como es la Jefatura del Estad
https://www.huffingtonpost.es/entry/republica-es-democracia_es_6075a395e4b043d6d4a3a0fe

domingo, 11 de abril de 2021

Manifiesto del PCE de Abril: “Hay vacuna contra el fascismo, contra la corrupción, por la igualdad. Se llama República”


El 14 de abril de 2021 conmemoramos el 90 aniversario de la proclamación de la II República, hecho que constituye una oportunidad de reconocer los avances sociales, económicos y democráticos que significó para las españolas y los españoles aquel proceso.
También es una ocasión obligada de rendir un merecido homenaje a quienes defendieron la democracia frente al golpe de Estado fascista de 1936. Los que la defendieron antes del golpe, durante el mismo y quienes lucharon por la libertades democráticas durante los 40 años de la dictadura fascista. Sin embargo, esto no será posible si miles de personas siguen desaparecidas en cunetas y fosas indignas. Seguimos exigiendo Verdad, Justicia y Reparación.
Llegamos a este 14 de abril tras un año intenso marcado por una pandemia que nos tiene condicionados en todos los sentidos, situación sanitaria agravada por las políticas neoliberales que desarticularon los servicios públicos esenciales y cuyas repercusiones, en el plano económico y social, afectan a la clase trabajadora, a importantes sectores sociales y con especial crudeza a las mujeres y a la juventud. A pesar de los esfuerzos del Gobierno de coalición, la desigualdad sigue creciendo en nuestro país, lo que urge a poner en marcha las medidas más audaces del acuerdo firmado entre el PSOE y Unidas Podemos para evitarlo.
Igualmente, está marcado por la vergonzosa corrupción de la Familia Real, denunciada desde hace años por nuestro Partido y que aún no ha sido investigada por la justicia. Los hechos que venimos conociendo revelan el mismo problema: el de la desigualdad. La situación de Juan Carlos Borbón es un símbolo perfecto de la desigualdad estructural entre la clase a la que representa y la mayoría social trabajadora.
En la fase actual el sistema coacciona, con todas sus fuerzas y recursos, para que se apliquen políticas neoliberales contra la mayoría de la población. Lo hace con todo su arsenal político, mediático, judicial y con la amenaza de la involución y la promoción del fascismo. En concreto, la gran burguesía que encabeza la casa Borbón, maniobra para evitar que se pongan en marcha las medidas más favorables a la clase trabajadora recogidas en el acuerdo de Gobierno y que son clave para frenar la desigualdad y combatir la precariedad y la pobreza.

Por ello una tarea prioritaria un objetivo principal vincular, unir y sumar las diferentes luchas y movilizaciones por la sanidad, por la vivienda, por la educación, por la recuperación de derechos laborales, por la defensa de las pensiones públicas que se están dando, en el marco sanitario actual, y que son la base para avanzar en la construcción de la unidad popular, del bloque político y social alternativo, rupturista y republicano.
Siempre, pero especialmente en la situación actual, la República es la mejor salida para la inmensa mayoría de la población y para todos los pueblos del Estado.
Defendemos la República no como una forma política abstracta, sino como una salida real a las necesidades y reivindicaciones básicas del conjunto de la sociedad, con un contenido político y económico antioligárquico y al servicio de la mayoría social trabajadora y el pueblo. La República como garante de los servicios públicos básicos y los derechos sociales y base política de un modelo económico y social sostenible al servicio de la mayoría. La República como garante de la igualdad de derechos y obligaciones.
La III República será justa para la clase trabajadora y garantizará los derechos al pueblo o no será. Será participativa, antifascista, feminista, laica, federal y solidaria o no será. Pan, trabajo, techo, educación, sanidad, igualdad, pensiones y cultura para la mayoría social trabajadora y el pueblo. Dignidad, libertades y derechos democráticos para la ciudadanía, que no quiere ser súbdita, y para los pueblos del Estado.
Para avanzar en la alternativa republicana es fundamental la acción coordinada y la movilización unitaria del conjunto del movimiento republicano. Por esto apoyamos al Encuentro Estatal por la República y el llamamiento general a realizar en el conjunto del Estado acciones unitarias por la República, según la situación sanitaria de cada territorio, en torno a la fecha del 14 de abril.
Hay vacuna contra el fascismo, contra la corrupción, por la igualdad. Se llama República.
Lectura Colectiva de la Constitución de la II República Española en Málaga

Desde el Comité Provincial del PCA de Málaga, queremos conmemorar este 14 de Abril, realizando la I Lectura Colectiva de la Constitución de la II República Española y hemos pensado en toda la ciudadanía republicana malagueña para que nos acompañe, algo que constituiría para nosotros un gran honor.
La cita a la que te convocamos, será el próximo miércoles 14 de abril, a partir de las 18 horas, en la sede provincial del PCE (C/ Salvador Noriega 7). La emisión será a través del canal de YouTube y de su página de Facebook del PCA Málaga.
Este, es un acto que mira fundamentalmente al futuro y al compromiso de conseguir la III República, y por eso desde el PCE hacemos un llamamiento a la militancia comunista, a la mayoría social trabajadora y a la ciudadanía en general, para que este 14 de abril se movilice en favor de la III República, en favor de la necesidad de desarrollar un proceso constituyente, que se le dé la palabra al pueblo para construir un futuro de trabajo y progreso, un futuro republicano para una España tricolor.