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viernes, 28 de febrero de 2014

Carlos Esteban Castejón: “Entre paro o emigración, elegimos Revolución”. Entrevista al Secretario Político de la UJCE de Andalucía

Mundo Obrero: ¿Cuál es la situación política en Andalucía?
Carlos Esteban: Andalucía es una de las regiones del Estado más castigadas por la crisis económica, especialmente en lo que se refiere al desempleo. El sistema productivo andaluz, basado en el ladrillo, el turismo de sol y playa y el sector servicios, hizo que nuestra economía fuera mucho más vulnerable ante los incontrolables y caprichosos movimientos del mercado. Por otro lado, la existencia de un sector agrícola basado en el latifundio y controlado por una clase terrateniente más interesada en la caza de subvenciones de la UE que en el aumento y mejora de la producción, hace que la situación en el campo no sea mejor que en las ciudades.
A nivel político, habría que mencionar que estamos en una de las pocas comunidades autónomas donde no gobierna el Partido Popular, y dónde además, el gobierno cuenta con la participación de Izquierda Unida, que controla las consejerías de Vivienda y Fomento, de Turismo y Comercio, y la Vicepresidencia de la Junta de Andalucía. Una situación lograda gracias a un pacto de co-gobierno con el PSOE, que no está ni mucho menos exento de contradicciones. Desde IU-LV-CA, se define a este gobierno como un gobierno de resistencia frente al plan de ajuste, que a pesar de encontrarse muy limitado en sus competencias por culpa del artículo 135 de la Constitución, de las leyes derivadas del mismo (Ley de Estabilidad Presupuestaria... etc) y del continuo recorte de los presupuestos andaluces por parte del gobierno central, está logrando minimizar el efecto de los recortes que llegan desde el gobierno de Rajoy y de la mano del ministro Montoro.
La entrada de IU en un gobierno, obligado a gestionar unos recortes que le vienen impuestos, ha levantado un fuerte debate tanto interno como fuera de la organización. Sin embargo, también hay que valorar como positivas las medidas que gracias a IU se han logrado sacar adelante, tales como la Ley Antidesahucios (ahora paralizada por el recurso del PP al Tribunal constitucional), el decreto-ley contra la exclusión social o la paralización total de los intentos privatizadores del PSOE, entre otras muchas cosas.
M.O.: ¿Piensas que la gente está saliendo lo suficiente a la calle?
C.E.: Actualmente es evidente que estamos viviendo un proceso de reflujo en la movilización social en general, algo que también podemos percibir entre la juventud. La actitud inamovible del gobierno de Rajoy ante las constantes manifestaciones populares, la falta de victorias a pesar de la gran oleada de respuesta popular al programa de ajuste neoliberal, ha generado una cierta sensación de frustración; la sensación de que la movilización no está sirviendo para mucho.
Sin embargo, desde la UJCE entendemos que la lucha contra esta ofensiva neoliberal no se va a solucionar en el corto plazo; somos conscientes de que se trata de un proceso largo de acumulación de fuerzas. La movilización por sí sola no detendrá el ataque de la Troika, si no la canalizamos hacia la construcción de poder popular. Para detener el plan de ajuste, es necesaria la creación de un movimiento organizado a gran escala, que sepa aunar las diferentes luchas sectoriales (educativa, de sanidad, por la vivienda...etc) en un gran bloque de resistencia frente a la imposición del programa neoliberal.
Como comunistas, entendemos que no basta con quejarnos porque la gente no se moviliza a pesar del grave ataque que estamos sufriendo. Nuestra labor en tiempos de reflujo es tan importante como en tiempos de movilización, en este caso, volcándonos en la labor organizativa, en la construcción de hegemonía ideológica a través de la difusión de nuestro discurso, y en definitiva, trasladando nuestro esfuerzo hacia la construcción del poder popular en todos los ámbitos y conflictos.
M.O.: ¿Con más de un 60% de paro juvenil, ¿qué salida tenemos los jóvenes ante una situación así?
C.E.: Los últimos estudios y encuestas vienen a evidenciar una realidad absolutamente alarmante, especialmente si atendemos a la situación de la juventud. En Andalucía sufrimos un paro juvenil que supera el 65%, y que alcanza el 72% en lo que se refiere a las mujeres. Casi la mitad de los jóvenes afirma que aceptaría cualquier puesto de trabajo y en cualquier lugar, y más del 80% piensa que su situación económica no mejorará y dependerá del sustento de su familia.
La existencia de este “ejército de reserva juvenil” que diría Marx, hace presionar los salarios a la baja y aumentar la precariedad de los puestos de trabajo. La actitud del patrón es siempre la misma: “Si no aceptas estas condiciones, hay cuarenta detrás esperando a coger el puesto”. Y es precisamente por esto por lo que somos las personas jóvenes quienes estamos viviendo la peor situación; obligadas a aceptar contratos de “prácticas” o “de formación”, tras los que se esconden las peores condiciones de explotación laboral.
El régimen sólo nos deja tres opciones en el ámbito laboral: El paro, la precariedad o el exilio económico. Y además, se nos insulta descaradamente cuando llaman “movilidad exterior” o “espíritu aventurero” cuando nos vemos obligados a dejar atrás nuestra tierra, a nuestras familias y seres queridos en busca de un futuro laboral incierto en otro país.
Es ahora cuando la consigna de la Unión de Juventudes Comunistas de España se vuelve más importante que nunca: “entre paro o emigración, elegimos Revolución”.
M.O.: ¿Cuál crees que debe ser el papel de la juventud en el Partido?
C.E.: Autonomía política e independencia organizativa. Es así como se definen estatutariamente las relaciones entre el PCE y la UJCE, y es así como considero que debe relacionarse el partido con su juventud.
La UJCE cumple su papel de escuela de cuadros; la función de nuestra organización es la de formar a las personas que serán dirigentes del partido en el futuro, es decir, formar cuadros políticos. Y para esto, consideramos algo fundamental mantener la independencia organizativa, sin que esto suponga perder la unidad estratégica con el partido. La mejor forma de formarnos como cuadros políticos es caminar solos, aprender de nuestros propios errores y aciertos sin que nadie tenga que marcarnos el camino.
El partido y la juventud deben mantener una comunicación constante y fluida, cohesionarse en la estrategia de intervención y apoyarse mutuamente. Pero todo esto debe realizarse de manera orgánica, respetando los procesos internos de cada organización, tal y como venimos haciendo hasta ahora. Un modelo de relaciones que no es para nada nuevo, y que ha sido defendido a lo largo de la historia por muchas personalidades del movimiento comunista, desde Pasionaria hasta el Che Guevara.
Publicado en el Nº 269 de la edición impresa de Mundo Obrero febrero 2014

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