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jueves, 24 de abril de 2008

Los Comunistas Andaluces homenajean a Marcelino Camacho y a su compañera Josefina




El sábado 19 de abril, dentro de las actividades de la Fiesta del PCA en el recinto de El Arenal de Córdoba, tuvo lugar el acto dedicado a la figura del dirigente comunista y sindicalista Marcelino Camacho y a su compañera Josefina Samper.
Este homenaje se convirtió en el acto central de la Fiesta al que acudieron más de mil quinientos comunistas y simpatizantes, que acudieron desde todos los rincones de nuestra tierra a rendir el justo tributo a la figura más importante que ha dado el movimiento obrero español desde la instauración del franquismo a nuestros días.
Apenas unas semanas de los dolorosos resultados electorales cosechados por el proyecto estratégico del partido, IU, este acto sirvió como referencia para el reencuentro de los comunistas con el carácter indomable de veteranos comunistas como Marcelino. Su palabra firme y serena, apasionada con la lucha revolucionaria y sin concesiones al capital y sus aliados, infundió ánimos y esperanzas a los presentes para seguir combatiendo en este nuevo periodo de extrema dureza que nos toca vivir. Su conocida frase: “Ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van ha domesticar”, que reflejaba una pancarta y que también sirvió de culminación a su intervención, resumía el espíritu que flotaba entre todos los asistentes, y que a pesar del barro y la lluvia que enfriaba el ambiente, era el de la cálida hermandad de los que luchan por la justicia social.
Estaban presentes todos los dirigentes comunistas de las diferentes provincias andaluzas, entre ellos Antonio Romero por nuestra provincia, así como el recién elegido diputado andaluz, José Antonio Castro; el Secretario Local de Málaga, Adolfo Mira y la Secretaria de Organización, Gloria Aguilar; el Secretario provincial de Organización, Efraín Campos; el concejal comunista del Ayuntamiento de Málaga, Pedro Moreno; los dirigentes sindicales Manuel Morales y Gonzalo Fuentes, secretarios andaluz y de Málaga del Sindicato de Hostelería y Comercio de las CC.OO.; así como numerosos miembros de las agrupaciones comunistas, entre ellos de la "Julian Grimau" como Rafael Jiménez con su bandera republicana, Mili Durán (Presidenta de la Asociación de Amistad Hispano Cubana), Segundo, Antonio C., Victor y Eva o Eduardo y de las asambleas de IULV-CA malagueñas. Asimismo estuvieron presentes, para homenajear a nuestro Marcelino, el Coordinador Andaluz de IULV-CA, Diego Valderas; el diputado europeo de IU, Willy Meyer; la Secretaria General del PCPV, Marga Sanz, etc.
El Secretario General del PCA, José Luis Centella, en su intervención, señaló como hay quienes “aceptan la derrota, se conforman y asumen la situación” y que “ahí se quedan” en el camino, frente a los que por el contrario, como el viejo Marcelino, “no se resignan y levantan el puño de la coherencia”, además de reivindicar el papel del PCE en la lucha contra las desigualdades y por la libertad de nuestro país ayer y hoy, y que aunque parezca que la situación es difícil, los comunistas siempre han vivido tiempos difíciles y han salido siempre adelante.
El propio Marcelino en su intervención animó a todos y todas las comunistas a seguir luchando y a ser leales a las ideas y al propio Partido, diciendo: Este viejo militante de las causas justas, si tuviera que volver otra vez, volvería”a empezar de nuevo, y como dijo Josefina, su compañera de toda una vida, “...no hay manera...Marcelino no cambia”. Eran momentos muy emotivos que fueron sellados con las palabras del Secretario General, Paco Frutos, que elogió la coherencia del homenajeado porque “nunca buscó el sol que más calentaba”.
Como colofón del acto le fueron entregados diversos regalos de las organizaciones del partido, en las diferentes provincias, entre ellos claveles rojos a Josefina y una bandera roja bordada con la hoz y el martillo en nombre del Comité Central del PCA a Marcelino. Acabando el acto con el canto, con orgullo, fuerza y puño en alto, de La Internacional, mientras arreciaba la lluvia que imposibilitó que la Fiesta del 2008 siguiera, pero el gesto principal, el acto central y el mensaje ya estaban dados, mirarse en el espejo de Marcelino Camacho.

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