Las brutales e
inhumanas políticas de ajuste impuestas por la odiosa Troika (el Banco Central
Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea )
con la ayuda de los gobiernos cómplices, están causando en Europa la mayor
crisis de la democracia de las últimas décadas. Millones de personas estamos
siendo condenadas al paro, la pobreza e incluso a la muerte por una deuda
ilegítima e impagable, que en su mayor parte es privada; de bancos, grandes
empresas y entidades financieras. El rescate Europeo a la banca, avalado y
garantizando por el Estado, una vez más privatiza los beneficios mientras
socializa las pérdidas y a cambio exige recortes sangrantes.
Con la excusa
de la crisis de la deuda han modificado nuestra Constitución (Art.135.3) sin
escuchar nuestra voz en referéndum, imponiéndonos el desmantelamiento de los
servicios públicos como la
Sanidad o la
Educación que son entregados al sector privado como
"oportunidad de negocio", vulnerando así los derechos sociales y
laborales conquistados en las últimas décadas. Con ello se ha provocado,
además, que miles de familias de los países afectados pierdan su vivienda y su
propia vida cotidiana.
La disolución
de las fronteras entre lo público y lo privado alimenta una corrupción impune
que envilece nuestra sociedad y pervierte la política en su papel insustituible
de instrumento de acción ciudadana. El objetivo de las privatizaciones es el
expolio, la concentración de la riqueza y la profundización en las reformas
neoliberales.
Ya sea a
través de los memorandos impuestos por la Troika a Grecia, Irlanda, Portugal o Chipre o del
rescate financiero en el caso del Estado Español se está produciendo un
trasvase de dinero público a las entidades financieras a costa de la pérdida de
derechos básicos, el empobrecimiento generalizado de la población y el aumento
de la desigualdad social en toda Europa.
Nuestra
ciudad, nuestra provincia y toda Andalucía están viéndose gravemente azotadas
por esta situación. En la provincia de Málaga tenemos ya más de en 214.000
personas en paro registradas en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo
(INEM), un 36% de paro, pese al arranque de la temporada turística, y el número
de familias en situación de pobreza se ha multiplicado por 15 en los cuatro
últimos años.
Sabemos que el
modelo de desarrollo insostenible de las últimas décadas basado en un alto
consumo de recursos energéticos y materias primas ha llegado a su fin. Frente
al crecimiento ilimitado de la economía financiera y especulativa es necesario
un cambio de rumbo, pero no para salvar a los bancos sino a las personas, a las
generaciones futuras y al planeta.
Este cambio de
rumbo debe partir de una democratización de Europa, desde sus ciudadanos, para
que los derechos de las personas y las decisiones políticas democráticas se
impongan a la avaricia de las instituciones y mercados financieros y de las
grandes multinacionales.
Desde
Izquierda Unida somos conscientes de que esta lucha no es sólo de nosotr@s y
exige la convergencia de todas las fuerzas sociales y políticas, y con la
propia ciudadanía no sólo de nuestro país sino de todos los países afectados.
Celebramos el segundo aniversario del 15M, de la toma de conciencia política de
la ciudadanía, de los nuevos movimientos sociales que están construyendo desde
abajo alternativas a las políticas neoliberales a través de las asambleas, las
mareas y las plataformas, sumándose a las alternativas sindicales, políticas y
sociales que venían trabajando en esta línea.
Por la Democracia , la Libertad y los Derechos
sociales.
No al golpe de
estado financiero. No debemos, no pagamos.
Por una
Auditoria Ciudadana de la
Deuda. Contra la
Deuda ilegítima
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