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jueves, 6 de agosto de 2015

Alberto Garzón propone nueve claves para “construir un nuevo país” centrados en más democracia, soberanía y derechos humanos

Alberto Garzón plantea tres ejes en torno a los que articular un proceso constituyente “ciudadano y no pactado entre élites”: democracia, soberanía y derechos humanos.
El candidato a la presidencia del Gobierno y secretario de Proceso Constituyente de Izquierda Unida, Alberto Garzón, propone nueve claves para empezar a articular el proyecto Por un nuevo país, que arrancó en febrero y recibió más de 25.000 firmas de apoyo en su lanzamiento. Las propuestas de Garzón –que responden al mandato del Consejo Político Federal de IU– pivotan sobre tres ejes (democracia, soberanía y derechos humanos) y buscan “aportar claves para comenzar un debate que vaya mucho más allá de la propuesta”, ya que “esto es un punto de partida”, añadió.
“Frente a las propuestas reformistas de PP y PSOE, defendemos la necesidad de iniciar un proceso constituyente desde la ciudadanía, para construir un país más justo, soberano y democrático”, ha reivindicado el diputado de IU por Málaga. Además, Garzón alertó del riesgo de que el bipartidismo instaure “un nuevo un orden social para los próximos 30 años” que sólo se podrá evitar “mediante la unidad popular, con la ciudadanía, con la gente”.
El bloque inicial de propuestas incluye las relativas a la Democracia. La primera, la Democracia económica: “La riqueza del país debe de ser disfrutada por todos de forma equilibrada y no promoviendo grandes desigualdades, como ocurre en la actualidad”, apuntó Garzón. Para lograrlo, un nuevo Estatuto de los Trabajadores o retomar el control de los sectores estratégicos de la economía serían herramientas esenciales.
En segundo lugar, la Democracia participativa buscaría “dar voz y capacidad de opinar a la gente en todo momento, no sólo cada cuatro años en las elecciones”, añadió. En la práctica, este apartado podría incorporar desde la creación de una agencia anticorrupción hasta la potenciación de referéndums, revocatorios o iniciativas legislativas populares (ILP), entre otras.
Por último, la Democracia igualitaria pone el foco en un reparto equilibrado de las cargas y las obligaciones en el ámbito privado. Como ejemplos prácticos, Garzón señaló los permisos de paternidad iguales e intransferibles o el desarrollo de la Ley de Dependencia.
“Y, para que exista Democracia, es necesaria la Soberanía”, insistió Garzón, que la ha articulado en torno a otros tres ejes: la Soberanía estatal –frente al sometimiento a otros países, organismos internacionales o empresas, buscaría replantear las relaciones con la Unión Europea (UE), construir un nuevo modelo de UE y cuestionar, por ejemplo, la presencia de la OTAN en territorio español–; la Soberanía económica, para tener una economía más avanzada, con sectores de mayor contenido tecnológico y mayor valor añadido, con productos y puestos de trabajo de mayor calidad, y más resistente a crisis globales; y la Soberanía de los pueblos, para que todos los pueblos del país tengan derecho a decidir cómo quieren organizarse económica y políticamente, mediante un nuevo modelo federal y reconociendo el derecho a decidir.

El último apartado es el relativo a los Derechos humanos, organizados también en tres áreas. Los Derechos civiles tienen como objetivo que todo ciudadano pueda vivir libremente en sociedad: “Buscan un nuevo modelo de país sin represión, sin leyes mordazas; con un blindaje para los derechos civiles, de libertad de expresión, de manifestación, de reunión, a la pluralidad informativa...”, apuntó el parlamentario de IU. En segundo lugar, el capítulo de Derechos sociales aseguraría “un nivel de vida digno mediante el derecho a la protección social, el derecho al trabajo digno, a la vivienda...”. Por último, el Derecho a un medioambiente sano apunta, tal y como ya han hecho algunos países, hacia la constitucionalización de los derechos ecológicos como una garantía para poder asegurarlos a las futuras generaciones.

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