Eduardo del Rosal
Secretaría de Memoria Histórica del PCA de Málaga Ha fallecido Francisco Fernández Buey, discípulo de Manuel Sacristán, y uno de los referentes intelectuales de la izquierda alternativa española. Sus aportaciones a la actualización del pensamiento marxista desde una perspectiva gramsciana, recogiendo las propuestas de las nuevas utopias, desde el ecologismo social, al feminismo, el pacifismo,..., los movimientos altermundialistas, desde Chiapas a Porto Alegre, para con ello crear las bases sobre las que construir otro mundo posible son de indudable importancia para un comunista del siglo XXI, y más cuando una crisis global del capitalismo lejos de vislumbrar perspectivas revolucionarias en el horizonte próximo evidencian un campo de derrotas del movimiento obrero y de las izquierdas.
Fernández Buey en un artículo publicado en 2009 ponía en evidencia "el enorme desfase existente entre la dimensión de la crisis y la tibieza de la respuesta de los sectores sociales particularmente golpeados por la misma". Y planteaba la necesidad de concretar como llevar a la práctica una alernativa global al modelo neoliberal en crisis y apuntaba: "condonación de la deuda de los países empobrecidos; tasar los intercambios financieros y comerciales especulativos; redistribuir la riqueza para acabar con las desigualdades sociales flagrantes; renta básica de ciudadanía; cambiar los tiempos de trabajo y cuidado para favorecer la igualdad entre hombre y mujeres; soberanía alimentaria y energética; sostenibilidad ecológica en serio; reformar democráticamente la ONU; fomentar la democracia participativa… ". Y advertía "pero, si no se tiene eso ya en el horizonte, es de temer que más de uno acabe creyendo que el cuervo (capitalismo) es más negro que sus alas".
En construir esa alternativa anticapitalista estamos llamados todos y todas los que nos referenciamos en el ideal emancipador comunista y Francisco Fernández Buey es una referencia imprescindible para construir esos espacios unitarios tan necesarios para la actual "resistencia" a lo más negro del capitalismo que indudablemente siempre está por llegar. Si no le ponemos remedio.
Como homenaje a nuestro compañero Paco, queremos publicar un escrito suyo que actualizaba lo que significa ser comunista hoy.
¿Qué significa ser comunista hoy?
Francisco Fernández Buey
Ser comunista hoy, como ayer, es luchar por una sociedad de iguales socialmente, por una sociedad en la que rija el principio de "a cada cual según sus necesidades; de cada cual según sus posibilidades". Igualdad social implica reparto equitativo de la riqueza producida y redistribución igualitaria de los beneficios para favorecer a los que menos tienen.
El programa comunista apunta a una sociedad regulada, en la que se planifica razonablemente en función de las necesidades del conjunto de las poblaciones y se busca la mayor participación de la ciudadanía en la administración de la cosa pública.
Ser comunista es luchar por una sociedad pacífica y en favor de la pacificación de las conciencias de los individuos, lo que incluye la desalienación del trabajo necesario y la armonización de las actividades productivas del hombre con el respeto a la naturaleza.
Ser comunista quiere decir, todavía hoy, tratar de hacer realidad la superación de la división social, fija, del trabajo que aún rige en el sistema capitalista imperante y que convierte a muchísimas personas del mundo en esclavos de por vida.
Ser comunista es luchar por la igualdad de los géneros, en favor de una sociedad en la que pueda decirse con verdad que la emancipación de las mujeres es una realidad que simboliza el nivel cultural alcanzado socialmente.
Ser comunista hoy es comprometerse en la práctica a poner un buen bozal a las dos bestias que amenazan a los ciudadanos de nuestras sociedades: el estado y el mercado. El bozal para el estado lleva esta leyenda: "menos burocracia y más educación pública". El bozal para el mercado lleva esta otra: "democratización de los intercambios en un mundo globalizado, democratización y control social de las instituciones y empresas que constituyen la base económica de la sociedad".
Ser comunista hoy es ser internacionalista y solidario con los seres humanos y con las culturas explotadas y oprimdidas: ponerse al servicio de las víctimas, de los desgraciados, de los que menos tienen, de los proletarios del mundo. En un mundo globalizado como el nuestro el comunista tiene que pensar globalmente y actuar localmente sin perder de vista que, en la lucha por la igualdad social, el acento ha de ponerse siempre en la elevación de los de abajo, con independencia de su origen, etnia, nacionalidad, religión o credo.
El programa comunista no es para pasado mañana, no es un programa máximo que uno se guarda para ponerlo en práctica el Día de San Jamás mientras hoy se acomoda a lo que hay. Es un programa para hoy, para ahora y para mañana. Se concreta desde ya: en los lugares de trabajo, en la propuesta de políticas tecnocientíficas alternativas, en la oposición a las guerras, en las medidas legislativas para favorecer la igualdad de los géneros, en el presupuesto participativo, en la universalización de una enseñanza pública digna, en el control social de la sanidad, en el uso alternativo de los medios de comunicación, en las propuestas de reducción de los tiempos de trabajo, en la crítica de la cultura imperante...
Ya sé que todo eso suena "raro" en estos tiempos. Y más en Europa. Muchas veces te dicen: vaya, aquí falta sentido del humor. Pues bien: no siempre. Como decía el otro: quien se ría en este mundo diga por qué.
No hay comentarios:
Publicar un comentario