Una oportunidad de oro
Julio Anguita González / jul-ago 08
La sorprendente votación ocurrida en el Consejo Político Federal de IU el pasado día 14 de Junio sitúa con meridiana claridad la correlación de fuerzas. Pero además señala, cara al inmediato futuro, cual debe ser la metodología a seguir hasta la celebración de la Asamblea Federal de Noviembre.
Sigo manteniendo que la Refundación de IU no puede hacerse mediante una operación en exclusiva clave endogámica; lo ocurrido en el citado Consejo Federal abona la tesis de la necesaria incorporación al debate e implicación en el despliegue de IU, de miles de personas que conjuntamente con colectivos alternativos pueden quitarle al debate la tremenda carga de la interiorización con que hoy éste se manifiesta.
Creo que los esfuerzos por llegar a acuerdos cupulares en aras de una imagen de consenso cara a la galería y a las bases de la organización ha tenido el resultado ya conocido. A mi juicio se impone otra estrategia que debe implicar a miles de personas: militantes, simpatizantes e invitados y a todos los cuadros del PCE e IU que estén por las tesis que concretan y desarrollan la Refundación de IU. Por eso creo que lo ocurrido el 14 de junio puede, paradójicamente, ser una ocasión para conducir el debate, la participación y la organización hacia objetivos y métodos más concordes con la IU fundada el 27 de abril de 1986 y desarrollada en los sucesivos años.
Desde ya, debe concebirse, planificarse y asumirse una operación que peine literalmente la geografía del Estado Español y desarrolle en ella encuentros, debates, compromisos e incorporaciones al proyecto de refundar IU desde los parámetros que compartimos. La Fiesta del PCE debe ser el inicio de lo que previamente se planifique, discuta y acuerde. Todos los efectivos deben asumir con anticipación su trabajo y dedicación.
Sería un error sustituir los encuentros, coloquios, debates y asambleas de todo tipo por desfiles de dirigentes ante la pasarela, mítines y actos de afirmación. Esta labor debe ser mucho más callada y eficaz; el papel de los cuadros medios debe ser especialmente cuidado ya que de ello depende el éxito de la tarea.
No estaría de más que se organizase una programación de debates entre dirigentes de distintos niveles para confrontar las diferencias existentes entre los documentos (porque diferencias haberlas, haylas). Invitar a personas y otros colectivos a participar en nuestros debates es una idea que debe desarrollarse con precisión, cuidado y sin alegrías y espontaneísmos productos de la improvisación. Esta es una ocasión para hacer aquello que fue programado para el inicio del debate del Manifiesto-Programa y que tan magros resultados ha dado hasta hoy.
Quiero subrayar que esta operación de despliegue político y organizativo debe ir precedida del convencimiento y la subsiguiente aplicación práctica de que métodos, funcionamientos y prácticas enmarcadas en atmósferas inquisitoriales deben erradicarse motu propio y a instancias de las direcciones pertinentes. La Refundación y el debate que pueda suscitar es también una ocasión para corregir yerros y actitudes que están en total discordancia con el espíritu y la letra de lo que postulamos.
No se trata de vencer a cualquier precio sino de vencer, convencer, incorporar y crear un proyecto político de izquierdas, respirable, alternativo y revolucionario.
mundo-obrero@pce.es
Julio Anguita González / jul-ago 08
La sorprendente votación ocurrida en el Consejo Político Federal de IU el pasado día 14 de Junio sitúa con meridiana claridad la correlación de fuerzas. Pero además señala, cara al inmediato futuro, cual debe ser la metodología a seguir hasta la celebración de la Asamblea Federal de Noviembre.
Sigo manteniendo que la Refundación de IU no puede hacerse mediante una operación en exclusiva clave endogámica; lo ocurrido en el citado Consejo Federal abona la tesis de la necesaria incorporación al debate e implicación en el despliegue de IU, de miles de personas que conjuntamente con colectivos alternativos pueden quitarle al debate la tremenda carga de la interiorización con que hoy éste se manifiesta.
Creo que los esfuerzos por llegar a acuerdos cupulares en aras de una imagen de consenso cara a la galería y a las bases de la organización ha tenido el resultado ya conocido. A mi juicio se impone otra estrategia que debe implicar a miles de personas: militantes, simpatizantes e invitados y a todos los cuadros del PCE e IU que estén por las tesis que concretan y desarrollan la Refundación de IU. Por eso creo que lo ocurrido el 14 de junio puede, paradójicamente, ser una ocasión para conducir el debate, la participación y la organización hacia objetivos y métodos más concordes con la IU fundada el 27 de abril de 1986 y desarrollada en los sucesivos años.
Desde ya, debe concebirse, planificarse y asumirse una operación que peine literalmente la geografía del Estado Español y desarrolle en ella encuentros, debates, compromisos e incorporaciones al proyecto de refundar IU desde los parámetros que compartimos. La Fiesta del PCE debe ser el inicio de lo que previamente se planifique, discuta y acuerde. Todos los efectivos deben asumir con anticipación su trabajo y dedicación.
Sería un error sustituir los encuentros, coloquios, debates y asambleas de todo tipo por desfiles de dirigentes ante la pasarela, mítines y actos de afirmación. Esta labor debe ser mucho más callada y eficaz; el papel de los cuadros medios debe ser especialmente cuidado ya que de ello depende el éxito de la tarea.
No estaría de más que se organizase una programación de debates entre dirigentes de distintos niveles para confrontar las diferencias existentes entre los documentos (porque diferencias haberlas, haylas). Invitar a personas y otros colectivos a participar en nuestros debates es una idea que debe desarrollarse con precisión, cuidado y sin alegrías y espontaneísmos productos de la improvisación. Esta es una ocasión para hacer aquello que fue programado para el inicio del debate del Manifiesto-Programa y que tan magros resultados ha dado hasta hoy.
Quiero subrayar que esta operación de despliegue político y organizativo debe ir precedida del convencimiento y la subsiguiente aplicación práctica de que métodos, funcionamientos y prácticas enmarcadas en atmósferas inquisitoriales deben erradicarse motu propio y a instancias de las direcciones pertinentes. La Refundación y el debate que pueda suscitar es también una ocasión para corregir yerros y actitudes que están en total discordancia con el espíritu y la letra de lo que postulamos.
No se trata de vencer a cualquier precio sino de vencer, convencer, incorporar y crear un proyecto político de izquierdas, respirable, alternativo y revolucionario.
mundo-obrero@pce.es
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