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sábado, 23 de noviembre de 2019

Enrique Santiago, Secretario General: “El PCE siempre pone en primer plano la defensa del pueblo trabajador”

J.M. Mariscal Cifuentes. Director de Mundo Obrero
MUNDO OBRERO: Nuestra tarea: un gobierno a favor del pueblo trabajador. Hemos elegido este titular para este número, queremos subrayar que el que ese hecho se produzca, depende en gran medida de todos nosotros. ¿Qué te gustaría transmitirle a toda la militancia en estos momentos? ¿Cuál crees que debe ser el papel de la militancia comunista en estas semanas hasta el debate de investidura?
ENRIQUE SANTIAGO: Nuestro país y nuestro pueblo necesitan del esfuerzo del Partido Comunista de España para poner en primer plano la defensa de sus intereses. A nadie se le escapa que el plan del régimen no pasaba por un gobierno fruto del acuerdo del PSOE y Unidas Podemos, apoyándose en el bloque democrático que hizo posible la moción de censura a Rajoy. Los resultados del 10N han sido percibidos con gran alivio por parte de la gente trabajadora de nuestro país, no solo porque se abría la posibilidad de un gobierno que supusiera un dique de contención al ascenso de la extrema derecha, sino porque la opción preferida por la CEOE o las empresas del Ibex35, un gobierno del PSOE apoyado en las fuerzas conservadoras ya no era una opción.
Pero eso no quiere decir que estemos ante un camino fácil y exento de contradicciones. En nuestro último Comité Central analizábamos que tras las elecciones del 10N, el cierre de la crisis política abierta desde hace ya una década estaba más cerca, pero a favor de las fuerzas conservadoras y restauradoras. Ello nos va a exigir a los y las comunistas un mayor esfuerzo en tres niveles: primero vinculado a la exigencia programática para el desarrollo de un programa de emergencia democrática que se imponga en la acción de gobierno, medidas que blinden los servicios públicos y los derechos sociales básicos; fiscalizar la labor de gobierno a través de un acompañamiento y fiscalización de su desarrollo, tratando de ser una conexión útil no solo entre las organizaciones políticas, sino también conectando con los movimientos sociales y sindicales que tienen que jugar un papel fundamental en el ciclo que se abre; y finalmente, lo más importante, la presencia en el conflicto social que es el que realmente tiene que ser la fuerza motora de la acción política, trasladando las justas reivindicaciones que se han venido desarrollando en estos últimos años en la calle y que ahora tiene que traducirse en leyes y decretos.
La militancia comunista debe iniciar el itinerario que nos permitirá afrontar con éxito el reto del gobierno conjunto con el Partido Socialista: decidir las propuestas políticas que de forma urgente vamos a llevar al Consejo de Ministros, que éstas sean expresión de las demandas populares e incrementar nuestra incidencia en el conflicto, en la organización de los movimientos reivindicativos. Y sin olvidarnos de combatir a la extrema derecha de forma integral, en las instituciones, en las calles, en los tribunales y en los movimientos sociales y sindicales.
En realidad, todo esto se resume en la necesidad de un Partido Comunista fuerte, pues todo lo anterior se garantiza si tenemos una organización cohesionada y con unidad de acción con una conexión ágil y permanente con la realidad que le rodea.
M.O.: Algunos medios subrayan alarmados que los comunistas llegarían al gobierno 85 años después. parece que apelan a los miedos de la guerra. ¿Qué opinión te merece esto?
E.S.: Nuestra situación política es sustancialmente diferente a la de la España de hace 85 años, pero ahora la democracia también está amenazada por el auge de fascismo y la ultraderecha, un fascismo que pensábamos que había sido arrinconado por la historia y que sin embargo ha resurgido con fuerza en toda Europa y en España. También nos enfrentamos a unas políticas muy agresivas de privación de los derechos sociales y políticos conseguidos por las luchas populares durante y después del fin de la dictadura.
La verdadera anomalía es que una fuerza tan importante para la defensa de la democracia y la construcción del socialismo en este país como el PCE, que tanto sacrificó en la lucha contra la dictadura y que siempre estuvo al servicio de los derechos y libertades, no haya tenido un papel más importante en los gobiernos de este país en las últimas décadas. Además, nos avala la gestión institucional en multitud de municipios en los que los comunistas han demostrado una gestión más ética y responsable de lo público. Lo que nos encontramos no responde a una preocupación de la gente de la calle, sino de unos medios de comunicación que forman parte de la estructura de propiedad de las empresas del Ibex 35. Por supuesto que a ellos les tiene que alarmar la influencia de nuestro Partido en un gobierno de España, porque han campado a sus anchas utilizando las instituciones para hinchar su cifras de beneficios a costa del desmantelamiento del Estado: el rescate a la banca; las puertas giratorias, los escándalos de corrupción en los que había una íntima relación entre los poderes económicos y los principales partidos de nuestro país, todo eso representan los que se alarman por las posibilidades que se abren en la actual coyuntura política.
Otra cuestión es el ascenso de la extrema derecha, que azuza un lenguaje guerra civilista en cada una de sus intervenciones. Esto sí debería alarmar a la opinión pública. Un partido con un programa nítidamente neoliberal, que sirve de soporte a los gobiernos del PP y Cs, pero que intenta explotar los miedos e incertidumbres que cercan a la clase trabajadora de nuestro país. Es muy peligroso normalizar este tipo de opciones políticas y el Partido Comunista va a combatir a la extrema derecha en todos los frentes posibles.
M.O.: El PCE ha convocado una Conferencia Política que parece puede cobrar una importancia aún mayor en los nuevos escenarios que se abren. ¿Cómo afrontas como Secretario general el proceso hacia la Conferencia Política?
E.S.: La Conferencia Política es un mecanismo del que se dota nuestro Partido para afrontar con mayor profundidad debates que desarrollan y actualizan los acuerdos de nuestro Congreso. Esta conferencia, cuya primera fase de recogida de aportaciones ya está en marcha, tiene que servir para analizar la situación de la izquierda, en un sentido amplio, en nuestro país, y para caracterizar la actual fase política, muy cambiante, llena de conflictos y sujeta a giros inesperados como los que hemos visto en las últimas elecciones. Pero el necesario diagnóstico tiene que venir acompañado de una hoja de ruta para la acción política. Los comunistas no somos notarios de la realidad, no tomamos acta, sino que asumimos el carácter contradictorio del desarrollo social y político y tratamos de intervenir en él para acercarlo a nuestras posiciones. Es por ello que la Conferencia Política tiene también que situar de manera más nítida la construcción de un bloque social y alternativo que supere los límites de nuestro espacio político actual. Es imprescindible consolidar la base política para la construcción de la unidad popular porque, de lo contrario, será imposible confrontar las complejas situaciones a las que nos vamos a enfrentar.
Publicado en el Nº 330 de la edición impresa de Mundo Obrero noviembre 2019

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