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domingo, 25 de septiembre de 2016

La Asamblea Político y Social de IU aprueba su ‘Plan de Acción (2016-2017)’ con el objetivo de “construir una alternativa política y económica desde la izquierda”

Izquierda Unida celebró a lo largo del día de ayer, 24 de septiembre, en su sede federal de Madrid la reunión de su Asamblea Político y Social (APS) -máximo órgano de dirección entre congresos - con el objetivo de debatir y aprobar el denominado ‘Plan de Acción (2016-2017)’, donde se desarrollan en actividades prácticas el mandato político surgido de la XI Asamblea Federal de IU celebrada el pasado mes de junio. Este Plan de Acción fue aprobado por unanimidad de los presentes, con 52 votos a favor y ninguna abstención o voto en contra.
Este ‘Plan de Acción’ ha sido elaborado por el Coordinador federal, Alberto Garzón, a partir de la síntesis de los distintos planes específicos que le han hecho llegar lo/as titulares de las distintas responsabilidades en las que se dividió la estructura de dirección de IU, también en junio. Garzón no ha pudo exponerlo hoy ante el plenario de la APS al encontrarse aún recuperándose de los problemas de salud que le tienen apartado de la primera línea de la actividad política desde hace más de dos semanas.
El responsable de Acción Política, Ernesto Alba, fue el encargado de ello, mientras que Toni Morillas, responsable de Democracia Participativa Interna, se ha ocupado al comienzo de la reunión de exponer la metodología de trabajo a seguir durante toda la jornada. Esta nueva metodología más participativa, de trabajo en comisiones sectoriales y exposición de conclusiones en el plenario del órgano de dirección de IU fue aprobada muy mayoritariamente por 71 votos a favor, y solo 15 votos en contra y 6 abstenciones.
Lo/as miembros de la Asamblea Político y Social debatieron durante todo el día el contenido y la propuesta del ‘Plan de Acción’ divididos en siete grupos de trabajo, coincidentes con la división de la composición de la dirección de IU y con la estructura que se ha dado al documento que se discute. Estos grupos de trabajo se corresponden con los apartados de Acción Política, Organización y Finanzas, Formación, Comunicación Política, Economía, Estrategias para el Conflicto e Internacional.
En el ‘Plan de Acción’ de detallan de manera minuciosa los objetivos a desarrollar en el próximo año desde todos los ámbitos de competencia de las distintas responsabilidades y se busca la implicación y el consenso de lo/as integrantes de Izquierda Unida para ello.
Alberto Garzón abre su exposición dentro del Plan asegurando que “vivimos una crisis de régimen que es, además, expresión de una crisis del sistema económico capitalista” y reconoce que “sin embargo, en el tiempo que viene durando esta crisis sistémica no hemos logrado construir una alternativa política y económica desde la izquierda”.
El máximo responsable de IU parte de ello y del hecho de que “se han incrementado la frustración y la indignación de sectores sociales cada vez más amplios” para indicar que, hasta ahora, no se ha podido “convertir esa rabia creciente en un sujeto político y social capaz de combatir el neoliberalismo y de construir una alternativa económica y política”. “He aquí nuestra tarea -destaca-, precisamente como parte del movimiento obrero”.
Garzón expone en el Plan que “la crisis económica actual ha puesto de relieve todas las deficiencias y déficits de la transición, y ha demostrado la necesidad de poner en marcha un nuevo proceso constituyente dirigido desde abajo y que adapte las instituciones a un nuevo proyecto de país basado en la ideología socialista”.
“Es momento -afirma el Coordinador de IU en el documento- de iniciar métodos y prácticas nuevas que den voz y poder de decisión a la militancia, al mismo tiempo que permitan adaptar nuestra organización a los contornos de un movimiento político y social”.
Alberto Garzón destaca de forma decidida que Izquierda Unida se ha marcado como objetivo “contribuir a construir un nuevo movimiento político y social. Nuestro país requiere un nuevo proyecto, nacido de la ideología socialista, que sólo podrá poner en marcha una organización caracterizada por la radicalidad democrática y por su capacidad de ser conflicto social”.
Para ello, es imprescindible “la construcción de tejido social consciente, cosa que no se puede lograr desde simples discursos o iniciativas institucionales, sino que requiere la presencia cultural de nuestra organización en cada conflicto social derivado de la dinámica capitalista”.
Ante la situación actual que viven otras fuerzas políticas, Garzón apunta que “en la construcción de un nuevo movimiento político y social lo relevante es el proyecto político que se busca desplegar, no tanto la suma cuantitativa de actores que lo conforman. De ahí que para nosotros no sean relevantes las disputas orgánicas en el seno de los partidos y movimientos aliados sino más bien el proyecto político que, en su conjunto, cada organización aliada defiende”.
En los distintos apartados que desarrollan el Plan se incluye la apuesta por “resignificar la marca IU implementando las medidas necesarias para que la percepción de la organización sea coherente con nuestros objetivos políticos”.
También se incluye el análisis que para hacer frente a la crisis del sistema económico y de la propia globalización neoliberal hay que “atender al espacio económico y político internacional”, por lo que IU tiene la obligación de “mejorar nuestra capacidad de informarnos e influir sobre los fenómenos y procesos políticos internacionales, particularmente de aquellos de los que puedan extraerse conclusiones relevantes para nuestra organización y para nuestro propio proceso”.

Además, se leyó y aprobó una resolución mostrando el rechazo al bloqueo a Cuba por parte de EEUU y otra contra la instalación de un almacén temporal en la central nuclear de Almaraz.

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