Eduardo del Rosal
Secretaría de Memoria Histórica
del PCA de Málaga
La memoria pública, como señala
acertadamente la historiadora Carme Molinero, no es espontánea, sino que es el
resultado de una selección de hechos para el recuerdo, sabiendo qué recordar y
para qué. Desde su inicios el régimen de Franco hizo un gran esfuerzo en este
sentido, demonizando primero y luego haciendo desaparecer la memoria
democrática andaluza y española, para culminar su obra fabricando con la constante
y asfixiante exaltación pública de una pléyade de prohombres e instituciones
políticas, militares y religiosas, que adornados de valores supremos que
llegaban al éxtasis de la heroicidad o el martirio, y de cuyos elementos más
significativos era su máximo exponente el propio dictador. Todo ello con el fin
de consolidar una memoria colectiva según sus postulados que como podemos
observar aún hoy perdura.
Durante la transición las
necesidades de consolidar la democracia, los continuos ruidos de sables y el
enorme peso político, económico y militar de las fuerzas herederas del sentido
común del régimen franquista, así como la apatía o minusvaloración de la
importancia de “la memoria” de buena parte de las fuerzas democráticas condicionó la posibilidad de desarrollo de
una política de reivindicara los valores democráticos de nuestra historia. No
viéndose con ello contrarrestada institucionalmente la memoria conservadora y
reaccionaria recreada por el franquismo.
La convivencia no puede
significar practicar un relativismo ético. No se puede argumentar que el
conocimiento público de las atrocidades de las políticas de exterminio y
represión sean un reabrir heridas. Resulta peligroso que desde diferentes
sectores se banalice lo que fue la criminal y prolongada tiranía de Franco,
pues la expresión máxima del fascismo es la guerra y el exterminio del
contrario, la conculcación sistemática de los derechos humanos y de las libertades
democráticas.
Sin embargo, es en esa lógica
relativista y banalizadora de los crímenes de Guerra y contra la Humanidad en España,
donde se inserta que el PP y otras fuerzas sociales y mediáticas conservadoras
intenten volver, una y otra vez, a recuperar la vieja visión franquista de la República , del golpe
militar y de la Guerra
civil, según la cual el régimen legal democrático desembocó en una dictadura
totalitaria de forma natural e irremediable para que volviera el “orden”,
después del caos rojo.
Es por eso que resulta lógico que
se escandalice la derecha y su bunker mediático, cuando se pretenda la retirada
de los reconocimientos y honores a personalidades que expresaban, de una u otra
manera, la memoria política, militar y cultural de la dictadura de Franco, de
los restauradores del “orden”, que según ellos posibilitaron la llegada de la
“democracia”.
Es precisamente es en esta lógica
donde se sitúa la polémica por la retirada del nombre del militar bilbaíno,
Carlos Haya González, a un hospital malagueño. No cuestionando, por tanto, la
idoneidad de titular a un centro para la vida, la salud y el bienestar de las
personas, con los nombres de los “héroes” de la Cruzada y cuya buena parte
de su vida la consagraron a ocasionar la muerte, el dolor y la desgracia
humana, llenando con sus proezas hospitales, orfanatos y cementerios.
Si echamos un vistazo a las
numerosas hagiografías publicadas, pues son las únicas existentes, incluso en
las más recientes, sobre la personalidad de Carlos Haya, veremos que en
realidad unas están copiadas en su totalidad o en parte de las publicadas en su
conmemoración por el régimen y donde se resaltan sus “proezas” aéreas y se
pasan de puntillas por las acciones de guerra en las que participaban tanto
este aviador como otros y sus consecuencias dramáticas para los pueblos. En
ningún lado nadie encontrará una evaluación de los daños causados en las
poblaciones de las ciudades que bombardeaba sistemáticamente tanto en la guerra
de Marruecos como en los más de 300 actos de guerra en que intervino durante
los meses que pudo combatir antes de morir en uno de ellos. Y si algún
historiador lo intentara verá las innumerables dificultades para investigarlo
en los archivos militares o de las diferentes administraciones públicas que custodian,
si no ha sido ya destruida, la documentación al respecto.
Aún así no hay que ser un lince
para que si entresacamos de estas hagiografías datos y los sometiéramos a la crítica, veríamos que Carlos Haya desde
que se incorpora a la
Escuadrilla de “Bristol” de Melilla en enero de 1926, pues
con anterioridad se dedica a labores de Intendencia en convoyes y en
avituallamiento de las columnas de operaciones en el frente de Melilla desde
1922, realiza constantes vuelos de bombardeos, ametrallamiento y reconocimiento
en los sectores de Dar-Misian, Anual, Yebel-Udía, Afran, Tisis-Assa, Meseta de
Tesle, Peón de Vélez, etc.(1)
Trasladada la Escuadrilla al
aeródromo de Auárnara, en Larache, en enero de 1927, participa en las
operaciones del frente occidental, bombardeando Tazarut, los poblados de
Royarsa y numerosos objetivos de la kabila de Beni Arós y en Zoco el Had de
Beni Berkul apoya con sus ametralladoras el avance de la columna Capaz.
Podríamos evaluar, sin hacer ningún ejercicio de exageración, en centenares las
víctimas de sus proezas aeronáuticas en la guerra de Marruecos, seguramente
nunca suficientemente ponderadas desde una perspectiva “patriótica”.
Es verdad que en el periodo que
está ausente del ejercicio de la guerra se dedica a actividades ligadas a la
aviación, muy en reconocidas en aquella época, y que se calificaban como
deportivas, consiguiendo récords mundiales de velocidad en diferentes
trayectorias y cargas, o consigue mejoras técnicas para los vuelos nocturnos o
de poca visibilidad. Hechos que simultanea con sus labores de profesor de las
Escuelas de Cuatro Vientos y Alcalá de Henares, e incluso en 1935 es nombrado
Secretario Técnico de la
Dirección general de Aeronáutica, cargo que desempeña hasta
que es destinado en los primeros meses de 1936 como Jefe de la 2ª Escuadrilla
de “Breguet”, del Grupo 22, en el Aeródromo de Tablada.
El golpe militar del 18 de julio
de 1936 le sorprende en Málaga, ciudad de su esposa Josefina e hija de Dr.
Gálvez Ginachero, que a su vez este tenía otra hija casada con otro héroe de la
aviación franquista y cuyo nombre también “adorna” la avenida hacia el
Aeropuerto de Málaga, Joaquín García Morato y que también murió trágicamente en
una exhibición aérea recién acabada la guerra, el 4 de abril de 1939. Por su
parte Haya abandona a su familia e hijos en Málaga y embarca en el “Navemar”
para incorporarse a su Escuadra en Tablada, a las órdenes de Queipo de Llano,
hecho que realiza con dificultades hasta conseguir llegar el día 22 de julio a
su destino. Esa misma noche inicia sus acciones militares(2) en un vuelo a
Tetuán y a la vuelta bombardea a buques de la armada republicana.
En estas primeras acciones
militares, ya el día 25 de julio, con el "DC-2" capturado en Tablada
se vincula intensamente al Puente Aéreo del Estrecho, de traslado de tropas de
África a la Península ,
tarea que simultanea con bombardeos nocturnos a gran distancia y con el
ejercicio de la jefatura de operaciones de la Aviación del Sur(3). En
el aeródromo de Sevilla organiza la
Oficina de Información y Operaciones y junto al coronel
Federici (Ruggero Bonomi, Comandante de Aviación del Tercio) colabora en la
ejecución del paso del estrecho de Gibraltar por el primer convoy marítimo de
las fuerzas rebeldes, bombardeando y siguiendo al destructor republicano
“Alcalá Galiano” con base en Málaga y que patrullaba la zona el 5 de agosto.
Previamente el 2 de agosto
saliendo de Sevilla había realizado un bombardeo nocturno sobre Barajas;
después vendrían los bombardeos de Badajoz (9 de agosto), apoya el avance de
las columnas que desde Sevilla se dirigen hacia el norte; el 20 de agosto
bombardea la Columna
de Miaja que se dirigía a Córdoba, todo ellos además lo compagina con labores
de piloto personal del general Franco, que por ejemplo lo traslada de Sevilla a
Burgos para entrevistarse con Mola(4), así como también ofrece traslados a
Queipo de Llano y Aranda y de notables marroquíes e italianos.
Con más de 300 servicios de
guerra en los 14 meses que pudo combatir, están datadas oficialmente 760 horas
de vuelo, son muchas las ocasiones en que pudo actuar directamente sobre
Málaga, y más al ser jefe de las operaciones del Sur, sin embargo son escasos
los datos concretos sobre ellos. Indudablemente tuvo que participar en la
dirección y organización de las operaciones de bombardeo y terror que sufrió la
capital malagueña y otras localidades de la provincia. Como referencia directa
de ello solo está el relato recordatorio que hará Tomás de Martín-Barbadillo,
Vizconde de Casa González, en memoria de su amigo que dice: “Luego, los bombardeos de Málaga-donde los
suyos podían ser víctimas de ruines represalias de la chusma- y los ataques a
la flota roja en el Estrecho”(5) y
el escrito de Juan Pedro Cortés Camacho que afirma que entre las operaciones de
transporte también participó en el bombardeo del puerto de Málaga, fechándolos
el 28 de agosto y el 4 de agosto y en su Expediente personal fue el 26 de
septiembre en un vuelo en un Miles “Falcon” de Sevilla a Málaga(6).
Pero el hecho más destacado que
suele resaltarse de la frenética actividad militar de Haya sea su participación
en el abastecimiento al Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza , asediado por las
fuerzas leales republicanas hasta el 1 de mayo de 1937, en que es finalmente
conquistado por estas. El 9 de octubre
de 1936 se produjo el primer aprovisionamiento del Santuario por aire, a
través de un bimotor DC-2 pilotado por el capitán Haya, aprovisionamientos que
siguieron durante todo el asedio con otros aparatos (los Junkers-52 de la Legión Cóndor que
iban a Tablada para su revisión y los italianos Saboia–81), y sin los cuales,
los sitiados no podrían haber resistido tanto tiempo. De las 170 misiones
aéreas al Santuario, al menos 70 serían realizadas por él, en sus horas libres
después de realizar los servicios oficiales por todos los frentes de
operaciones: Madrid, Toledo, Asturias, Aragón y regreso a Sevilla. Durante su
labor de aprovisionamiento en al menos la mitad de ellas también se realizaban
bombardeos y ametrallamientos sobre las líneas enemigas, Andújar y otras
localidades. Así mismo señalar que además del abastecimiento de elementos de
primera necesidad, también se les dotaba de armamentos y municiones para poder
resistir(7).
En marzo de 1937 organiza y asume
el mando de la 1ª Escuadrilla Nocturna de "Junkers-52", con la que de
nuevo durante aquella primavera y verano realiza numerosas acciones de guerra
en los frentes del Sur y otros sectores, como el apoyar el avance de Queipo en
el Valle de los Pedroches en Córdoba, anteriormente en el frente del Catabrico.
En mayo organiza con motivo de la llegada de un grupo de pilotos instruidos en la Alemania nazi formando el
Grupo I-G-22 que desde mediados de junio intervine en el frente de Extremadura
con base en Tablada, para posteriormente marchar a Casavieja para intervenir en
la batalla de Brunete, pero especialmente actuó en las batallas de Santander y
Belchite del 24 de agosto al 6 de septiembre de 1937. Indudablemente
independientemente de la intervención que tuviera tanto en la planificación,
organización o intervención directa en la ocupación a sangre y fuego de Málaga,
el hecho más relevante en el que interviene es el que comandó, por ejemplo, el
bombardeo sobre Jaén, el considerado “Gernika” andaluz, el 1 de abril de 1937,
ataque que dejó 159 muertos y centenares de heridos.
Disgustado por no conseguir el
mando de una Escuadra equipada con los aviones alemanes "Junkers-52",
abandonó la Escuadra
nº1, y pasó agregado al XXIII Grupo de caza "As de Bastos", en una
división legionaria italiana, con aviones FIAT CR-32 “Chirri”, con el que halló
la muerte el 21 de febrero de 1938 en combate aéreo en el frente de Teruel al
chocar con un avión republicano.
Fue condecorado a título póstumo
con la Cruz Laureada
de San Fernando y la
Medalla Militar Individual y se le concedió un ascenso a
Comandante por méritos de guerra. Además fue condecorado con la Medalla de Oro Italiana
(Laureada Italiana). El régimen de Franco bautizó en 1950 el Aeropuerto de
Bilbao con el nombre de Haya, en el que el día de la inauguración, descubrieron
un busto del piloto en las instalaciones, escultura desde 2005 se exhibe en el
Museo de Aeronáutica de Málaga, único centro de estas características de
patrimonio civil del Estado. Y que Aena aseguró a la prensa que el centro
andaluz lo requirió a Bilbao, interesado "por
su vertiente civil, porque Haya también fue inventor"(8).
Mientras tanto, en Málaga el 30
de abril de 1956 se inauguraba como "Residencia
Carlos Haya del Seguro Obligatorio de Enfermedad", por el Instituto
Nacional de Previsión, el conocido centro hospitalario malagueño y las “fuerzas
vivas” de esta ciudad han conseguido mantener el nombre del mismo, al igual que
a la avenida que da acceso a este. Nadie
puede ni quiere que su nombre y su vida no sea recordado en el ámbito familiar
o en el de los que se sienten participes del sueño de la “Victoria” en la Cruzada , ni siquiera en
los admiradores de la aviación, ello es algo íntimo y humano, pero no lo es que
se intente imponer su significación histórica al resto de la ciudadanía
democrática ni a los familiares de las víctimas de la más crueles y arbitrarias
de las dictaduras fascistas que regaron nuestro país de sangre y fosas en los
caminos.
Del terror que los bombardeos
ocasionaban en el pueblo malagueño, y en todas las ciudades que
sistemáticamente fueron masacradas como Madrid, Barcelona, Guernika,…, la nueva
forma de guerra ensayada en nuestra España convirtiendo a las poblaciones
civiles como objetivo militar e instrumento necesario para “vencer”, y que hoy
constituyen parte esencial del abc de
la guerra misma, se pueden ver los estudios realizados por las profesoras de la UMA , E. Barranquero y L.
Prieto(9), que cuantifican y detallan el horror vivido por los barrios de
Huelin, y el Perchel, entre otros, como se vaciaban por las noches las casas y
las gentes se refugiaban en las afueras de la ciudad en el campo, queriendo
sortear la muerte(10).
El 26 de diciembre de 2007
apareció publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Ley 52/2007 por la que se reconocen y amplían
derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o
violencia durante la guerra civil y la dictadura, conocida popularmente
bajo la denominación de Ley de Memoria Histórica. Entre los numerosos artículos
que comprende la norma, el número quince hace una referencia explícita a los
símbolos y monumentos públicos heredados de la dictadura franquista(11). Han pasado cerca de 6 años y la contumacia y
resistencia del Alcalde, y el PP en general, a cumplir con la legislación
vigente, así como el escaso interés anteriormente demostrado por la propia de la Junta de Andalucía, y del
propio PSOE, porque se cumpliera realmente con lo aprobado en las Cortes, son
un ejemplo de la trivialización general de la memoria colectiva y de la propia
dignidad democrática, y no deja de ser un elemento más que evidencia el
agotamiento ético y moral del régimen bipartidista nacido al calor de la
transición a la muerte del dictador.
El director general de Memoria
Democrática de la Junta ,
Luis Naranjo, dependiente de la Vicepresidencia que dirige Diego Valderas de
Izquierda Unida, ha empezado a hacer cumplir la Ley y lo que es más importante que empiece a
atisbarse un principio de Verdad,
Reparación y Justicia, tan necesarios para la memoria colectiva del pueblo
andaluz.
______________________________________________________________
(1)“Semblanzas. Carlos Haya González”, Revista de Aeronáutica y
Astronáutica, nº365-Abril 1971, p.277.
(2)En la Revista de Aeronáutica y
Astronáutica, nº365-Abril 1971, pag.278, lo sitúa en un DC-2 en esta primera
acción de guerra, sin detallar su carácter. Por el contrario Angelo Emiliani,
en “Carlos de Haya. Un piloto respetado y
admirado por amigos y adversarios”, en Storia Militare nº 156 de mayo del
2006 y traducida por la
Revista Española de Historia Militar, nº 76, pág. 132, la
primera acción de guerra lo sitúa, creemos erróneamente, lanzando bombas en
Madrid y Getafe y días siguientes en el Aeródromo de Málaga y Andújar, pues en
Madrid y en Málaga los primeros bombardeos franquistas se realizan el 27 y el
22 de agosto respectivamente.
(3)ABC, Sevilla 24 febrero de 1938, pág. 13.
(http://hemeroteca.abcdesevilla.es) Tomás de Martín-Barbadillo, Vizconde de Casa
González, escribe una nota tras su muerte en la que afirma que simultaneaba el
transporte de tropas diurnas con el bombardeo nocturno de los aeródromos de
Madrid.
(4)“Semblanzas. Carlos Haya González”, Revista de Aeronáutica y
Astronáutica, nº365-Abril 1971, p.278.
(5) ABC, Sevilla 24 febrero de 1938, pág. 13, aquí el autor además
hacer referencia a su esposa que quedó en Málaga a su huida y que había sido
hecha prisionera hasta la caída de Málaga en que el gobernador republicano se
la llevará en su coche con él a Valencia por la carretera de la Costa de Almería y
entregándola a Galarza, permaneciendo prisionera hasta su canje por el
periodista húngaro Arthur Koestler, que fue llevado por el propio Carlos de
Haya en avioneta desde Sevilla hasta Algeciras el 12 de mayo de 1937, mientras
su mujer desembarcaba en Gibraltar desde Valencia, hecho que relata el autor
húngaro en “Diálogo con la muerte”.
(6)CORTÉS CAMACHO, J.P.,“La epopeya del silencio”, capitulo
XIV, p. 344, ed. Breogan. Jaén, 2010. El vuelo de su Expediente personal en
EMILIANI, A. “Carlos de Haya. Un piloto
respetado y admirado por amigos y adversarios”,…Op., cit. p.137.
(7) “Semblanzas. Carlos Haya González”, Revista de Aeronáutica..., Op.
Cit. p. 278. Del armamento suministrado
constan oficialmente: Servicios al Santuario 9-10-36 hasta 1-5-37 en su inmensa
mayoría consistían en aprovisionamiento (alimentos y municiones 2 morteros del
81, 4 ametralladoras, 8 fusiles ametralladora, 10 mosquetones, 2 pistolas de
señales, varias decenas de granadas de 81, 400 granadas para fusil, 1200
granadas legionarias, 76.000 cartuchos, unos 250 cartuchos para casa
combatiente, 3000 cartuchos de rifle, 4000 de pistola del 9 largo.
(8) Deia, 17 de marzo 2011, donde este periódico se hace eco de ya se
le quitó el nombre de Carlos Haya al Aeropuerto de su ciudad natal y de que
Izquierda Unida en Málaga había pedido hacía unos años que se cambiara el
nombre del Hospital que en esta ciudad le contaba también con el nombre de Haya
por el de Blas Infante.
(9) BARRANQUERO TEXEIRA, E. y
PRIETO BORREGO, L., “Población y Guerra
civil en Málaga: Caída, éxodo y refugio”, Servicio de Publicaciones de la Diputación provincial
de Málaga, Málaga, 2007, pp.99-128.
(10)Ver “El Popular” de 11 de septiembre de 1936, en donde obreros del
Ateneo Cultural Libertario del Barrio de La Libertad (Huelin) se quejan del abandono de la
barriada por las noches, “barriada obrera
y tan castigada por los bombardeos, pues se encuentra en el triangulo
"Rompedizo", CAMPSA y la
Escuadra , y por las noches queda el barrio solo y las casas
abandonadas” aunque ellos montaron
una guardia de vigilancia, “restándolo
del descanso ya que son trabajadores”, solicitaban de las autoridades que
se encargaran de la vigilancia. El norteamericano Edward Norton, simpatizante
de los franquistas y presidente de la Casa Bevan SA, una de las principales industrias
exportadoras de almendras y pasas, en sus memorias no deja de retratar el
dramatismo de la situación que se vivía en la capital malagueña: “una procesión
de gente aterrorizada corría en busca de refugio en los arroyos. Llevaban
mantas, cacharros, sartenes y cualquier cosa que hubieran podido coger en su
precipitada huída. Casi todas las mujeres que pasaban llorando llevaban un bebé
en brazos,…” en NORTON, E. “Muerte en
Málaga”. Servicio de Publicaciones de la UMA ,…, Málaga, 2004.
(11) “Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias,
tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y
otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva,
de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura …”
1 comentario:
Muy buen articulo. SAludos
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