Miércoles 28 de
Agosto.
Rompemos el Bloqueo,
entramos en Gaza.
Hemos salido de la ciudad egipcia de al-Arish, a las 9:30
horas, con la confianza de cruzar el paso de Rafah, y entrar en Gaza. Pasamos 5
controles militares, sin tener excesivos problemas de pérdida de tiempo por
comprobación de documentación o colas.
Solamente en el último control antes de la frontera, tenemos un incidente al
ver un soldado que una de nuestra gente había hecho fotos. Requirieron la
cámara, se borraron las fotos y pudimos continuar. Una vez en la frontera, más
allá del tedio de la espera de horas y horas de papeleo y burocracia, entramos
en la franja de Gaza, e iniciamos el viaje hasta ciudad de Gaza, que está al
norte de la franja, disfrutando de la belleza de sus playas, que podemos
observar desde la carretera.
Llegamos a nuestro alojamiento casi al anochecer, dos
apartamentos de alquiler que compartimos las 10 personas de la brigada
internacionalista, 8 somos de distintas partes del estado español, de diversas
organizaciones, CCOO, CNT, PCE, IU o simplemente militantes de la Solidaridad , otro
compañero es ciudadano de origen hispano de EEUU, y una compañera más es
italiana. Desde las ventanas podemos ver el Mediterráneo en su extremo más
oriental, el sitio donde se acaba nuestro Mar, (amo la mar) y también podemos
observar el monolito que el pueblo de Gaza levantó a la entrada del puerto, en
honor a las 9 personas asesinadas por las tropas de Israel, en el asalto en
aguas internacionales a la flotilla por la libertad de Gaza, en 2010.
Jueves 29 de Agosto.
El pueblo de
Palestina contra la guerra de agresión Siria anunciada por las potencias
imperialistas.
Sobre las 6 de la mañana, la mayoría de la Brigada , salimos hacia
unas parcelas de tierra, donde parece que se van a realizar labores agrícolas
cercana a la valla de separación de Gaza con territorio de Israel.
Llegamos a una zona agrícola donde, en una casa con un patio
amplio, cercano a un olivar, nos ofrecen té, nos sacan pan de pita recién
horneado para desayunar, y aceite y tomates de la misma finca. Estamos en la
zona del propietario de tierra palestino más importante de la zona. La gran
mayoría de campesinos palestinos tienen pequeñas parcelas, pero este hombre
tiene extensiones bastante grandes, pero se queja, amargamente, igual que los
pequeños campesinos, que no puede cultivar su tierra que están junto a las
vallas de división, y más aún que parte de la tierra de sus antepasados han
quedado en la otra parte de la valla, habiéndoselas apropiados los ocupantes de
Israel.
Después del desayuno marchamos a las tierras de labor, pero
comprobamos que las zonas de trabajo, donde se están recogiendo calabacines con
muy buena pinta, y donde hay también sembrados melones y pepinos, están
bastante lejos de la valla de separación y por tanto no corre riesgo el trabajo
de los campesinos.
Sin embargo, al observar como los sembrados de la zona
israelí después de la valla, llegan hasta el mismo borde de esta, y de cómo
además tienen un sistema potente de regadío, decidimos acercarnos a las
alambradas, haciendo insumisión de la prohibición de Israel de acercamiento a
la valla de separación. Una vez que llegamos a las alambradas, que protegen a
la primera valla, que a su vez está separada unos 8 metros de otra segunda
valla que ya da a la zona ocupada por Israel, observamos, después de estar unos
cinco minutos allí, donde nos hicimos unas fotos de recuerdo, que un vehículo
militar se acercaba a toda pastilla donde estábamos. Decidimos retirarnos de la
alambrada paseando lentamente, para dejar de manifiesto que no huíamos presa de
pánico. Cuando habíamos caminado unos metros empezaron a sonar disparos. Ya
teníamos la consigna de no perder los nervios en un caso así, y seguimos
retirándonos lentamente, como paseando por el campo. Sonaron muchos disparos
aunque no tuvimos la percepción de que tiraran a dar. Cuando nos habíamos
retirado una distancia suficiente, vimos el operativo desplegado por el
ejército de Israel era de 3 carros blindados y 2 tanquetas. Luego hemos
reflexionado que nuestra iniciativa fue errónea por cuanto el cabreo de los
soldados luego lo pagan los campesinos o pueden indisponernos con el gobierno
palestino de Hamás, que no ve con buenos ojos estas acciones.
Después de nuestro “bautismo de fuego”, hacemos un descanso
en la casa de uno de los dirigentes de la asociación de campesinos de la zona,
y a continuación visitamos un Centro de atención a personas discapacitadas, del
Campo de refugiados de Dayr al-Balah. Este Campo de refugiados tiene una
extensión de 1 Km
cuadrado, donde viven más de 60.000 personas, que fueron expulsados o huyeron
del territorio que ocupó la entidad sionista de Israel en 1.948. Desde entonces
viven allí, con el estatuto de refugiados, esperando la vuelta a su tierra, en
un campo que ya se convertido en una pequeña ciudad.
Todavía antes de comer, regresamos a ciudad de Gaza, donde
tenemos una reunión con dos portavoces del gobierno de Gaza. En ella, no
explican su análisis de la situación por la que atraviesa Gaza. Se quejan que,
desde que se dio el golpe de estado en Egipto, el cierre de la frontera de
Rafah, ha sido casi total, implicando además la destrucción de los túneles que
se viene usando para romper el bloqueo. Explican que no están de acuerdo en que
se destituya a un presidente elegido democráticamente y que aunque Mursi no
cumplió su palabra de abrir totalmente la frontera de Rafah, si es cierto que
había flexibilizado el paso de personas y mercancías. El cierre de frontera
actual implica que no pueden importar material de construcción, Gas-oil y un
número importante de medicinas. Es más, a pesar de que sabían que una brigada
de solidaridad internacionalista quería entrar en Gaza, y ellos habían dado los
permisos pertinentes en lo que respecta a la entrada en Gaza, tenían la
absoluta certeza de que el gobierno egipcio no nos iba dejar de entrar. Hemos
sido los primeros extranjeros en lograr entrar en Gaza desde el golpe de estado
en Egipto.
En el debate posterior que tenemos, sacamos a colación la
amenaza de agresión militar por parte de las grandes potencias imperialistas, a
Siria, preguntando por la posición de Hamás en el conflicto. La respuesta es
que sin lugar a dudas, Hamás está en contra del ataque a Siria, y que su posición
de querer ser neutral en el conflicto interno de Siria no quiere decir, que
ante una agresión imperialista a un estado soberano árabe, ellos no estén de
lado de sus hermanos y del gobierno legal de Siria. Además consideran que una
guerra, o un empeoramiento de la situación en Siria, traerá como consecuencia,
y lo saben por experiencia, nuevas agresiones del sionismo hacia los
palestinos, como ha ocurrido siempre que el mundo ha estado mirando para otro
lado. Insisten en la necesidad de romper el bloqueo, ya que la apertura o el
cierre de la frontera, significa la vida o la muerte para Gaza.
El pueblo palestino no quiere ser una causa humanitaria,
sino una causa política, es decir un pueblo con el derecho a ser reconocido
como estado con todas sus consecuencias en la legislación internacional.
Todavía al atardecer, visitamos a dos familias palestinas en
la zona de Bait Lahiya, frontera norte de la franja de Gaza con el territorio
de la entidad sionista de Israel.
En la primera visitamos a uno de los presos recientemente
liberados por Israel como parte de las condiciones para el proceso de dialogo
hincado con la autoridad palestina. Se trata de Ibrahim Barud, un hombre
palestino de 50 años, que entró en la cárcel con 23 años y que por tanto ha
pasado 27 años de su vida preso de Israel. Lo que destaca como peor de su
cautiverio es el haber estado completamente incomunicado de su familia, que
durante los primeros 15 años de su cautiverio no tuvo permiso para visitarlo.
Después Ibrahim, nos habla su madre, una mujer mayor que irradia una energía
arrolladora, que lidera el movimiento de madres de presos políticos de Israel,
que realiza concentraciones semanales todos los lunes exigiendo la libertad de
sus hijos, y que condenó la actitud y la actuación de Israel como un estado
terrorista.
La segunda visita es la familia Higazi, cuya casa fue
bombardeada en el ataque de Israel de noviembre pasado. Una bomba cayó en el
salón de la casa, donde tuvimos la reunión, ya reconstruido, y en la explosión
murió el padre de la familia, de 43 años, y dos de los hijos de 4 años y 1’5
años respectivamente. La madre y otra hermana, que estuvieron presentes en la
reunión, también fueron heridas gravemente, aunque se están recuperando
lentamente de sus lesiones, aunque ambas han quedado discapacitadas.
Viernes, 30 de agosto
Esta mañana, de madrugada, a las 5:30 horas, el grupo de 10
internacionalistas, que participamos en el viaje organizado por la Asociación UNADIKUM ,
hemos viajado hacia la zona de Dayr al-Balah, situada a medio camino entre
Rafah y ciudad de Gaza. Ibamos a realizar la primera acción de protección de
trabajo de los campesinos palestinos en la zona pegada a la alambrada que
separa el territorio de la franja de Gaza, del territorio ocupado por Israel.
La acción consistía en servir de tapón, aquí es correcta la
expresión escudo humano, entre las patrullas israelíes que están al otro lado
de la alambrada y los campesinos que iban a trabajar. Estos iban a preparar una
parcela de unos 300
metros cuadrados , para poder ararla y sembrarla en octubre
con el comienzo de las lluvias. Esta parcela propiedad de un campesino, llevaba
10 años sin poderse cultivar ya que se encuentra a algo más de 50 metros de la valla de
separación y las patrullas israelíes no permiten el trabajo en esas tierras.
Este pasado invierno se pudo sembrar y recoger por primera vez, gracias a la
presencia de internacionalistas que protegen el trabajo de los campesinos.
Cuando estos no están, los soldados disparan a los palestinos, y durante los
meses de Octubre y Noviembre suelen haber heridos y muertos. Esta mañana el
campesino y siete de sus hijos, de entre 8 y 24 años, han empezado, a destajo,
a allanar la parcela y a abonarla, protegidos por la fila de 10 brigadistas que
se situaban entre ellos y la valla. Las patrullas israelíes han tardado, en
torno a 10 minutos en acudir a la zona donde se ha empezado a trabajar. Han
estado efectuando disparos, intentando provocar la huída de los campesinos y de
la brigada internacional. La gente no ha hecho caso de los disparos, en la
confianza de que estos eran de amendrantamiento y que no iban a tirar a dar,
justamente por nuestra presencia que identificamos con un peto amarillo de
UNADIKUM.
La tarea empezó a las 7:30 horas y prácticamente estaba
acabada antes de las 9:30 horas. Cuando estábamos finalizando, empezaron a
dispara botes de humo, con gas pimienta, (de los que Israel ha vendido en gran
cantidad a los gobiernos griegos y egipcios para disolver manifestaciones) como
medio más efectivo de obligarnos a dejar el trabajo, pero lo hemos dejado con
gusto porque este ya había concluido. Con mucho gusto y satisfacción, porque
hemos colaborado en transformar una tierra de guerra y de muerte, una zona de
exclusión y odio en una tierra de vida, preparada para ser sembrada en
invierno, y que dará sus frutos en primavera.
Esta tierra siempre ha dado vida, antes de que hubiera
vallas de división, incluso antes que se escribieran la Biblia. Ha sido
hermoso, y una brigadista, en un momento determinado no pudo aguantar lágrima
de emoción al ver el ahínco con los niños de 8 y 10 años ayudaban a sus
hermanos y a su padre, con el azadón y la pala.
No hay comentarios:
Publicar un comentario