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domingo, 12 de febrero de 2023

Siguen saliendo los testimonios directosde la masacre de la carretera de la muerte. 9ª Etapa de la Desbandá. Crónica del camarada Manolo "Teniente". 10 de febrero


Hoy, con un número similar al de ayer, con algunas incorporaciones más, hemos hecho el recorrido desde el final del Ejido en el Paraje Natural Entinas Sabinar, y hemos recorrido todo el paseo de Roquetas de Mar, hasta llegar al comienzo de Aguadulce, donde mañana comenzaremos otra vez la marcha, hasta llegar a Almería. El camino ha sido duro, con un viento de levante muy fuerte, que nos daba de cara y nos hacía muy difícil avanzar.
Durante el trayecto, Claudine, otra de las mujeres francesas, descendiente del exilio republicano, que nos acompaña en la Desbandá, nos cuenta su pequeña historia. Su abuela Juliana era de Irún, se marchó hacia Francia antes de que el ejército fascista ocupara la ciudad el 5 de septiembre de 1936. Se llevó consigo a sus dos hijos, Luis el mayor de 13 años y el menor de 11 años. Se instalan en Ciboure, ciudad costera del País Vasco francés, apenas a 8 km de Irún. Pensaba que sus hijos se podrían ganar la vida como pescadores mientras acababa la guerra en España. Sin embargo, la Alemania nazi invade Francia, y con la rendición firmada por Francia el 22 de junio de 1940, ocupa todo el norte, más toda la franja cantábrica. Ciboure queda bajo control alemán.
Cuando su hijo Luis tiene 19 años en 1942, los nazis pretenden movilizarlo para la guerra y Luis sale huyendo. Intenta embarcarse hacia Inglaterra, pero es detenido e internado en el campo de concentración alemán de Buchenwald, uno de los campos de concentración más grandes construidos por los nazis. En ese campo se hicieron experimentos médicos con los presos, virus contagiosos para estudiar los tratamientos, también experimentaron con personas homosexuales para “curarlos”. También funcionó como un gigantesco campo de trabajos forzados, con la instalación de varias fábricas en el campo. Las personas más débiles a las que no veían con fuerza para trabajar, eran directamente gaseadas. Ernst Thaelmann, dirigente del Partido Comunista de Alemania, fue asesinado allí en agosto de 1944.

El 11 de abril de 1945, con el ejército alemán en retirada, el campo se rebeló, asaltaron la guardia del campo y se hicieron con el control del mismo. Aproximadamente, 56.000 personas murieron durante el funcionamiento del campo, unas 20.000 lograron sobrevivir. Luis, el abuelo de Claudine, contó pocas cosas de los horrores del campo, pero una que no se le olvida, era la frase, de que nunca lograba quitarse del olfato el olor a muerte.
Rodolfo Moreno y Alla Lazhorska son dos participantes de la marcha, con la peculiaridad de que van en bicicleta. Pedalean un rato, descansan, nos esperan y luego pedalean otro rato. Rodolfo nos cuenta que era la única forma de acompañarnos en la marcha de la Desbandá y es que además de tener 82 años, tiene una rodilla bastante fastidiada. Lleva con su pareja, Alla, ucraniana de 65 años, que también hace la marcha, desde hace 20 años, cuando la conoció como turista en una discoteca, y es que ambos son muy bailones, y él es malagueño de Estepona, en plena Costa del Sol.
Pero Rodolfo, viene a la Desbandá también por sus raíces históricas. Los abuelos de Rodolfo huyeron de Málaga en La Desbandá, solo que en vez de marchar hacia Almería se dirigieron hacia Córdoba, donde lograron sobrevivir. El padre de Rodolfo, Miguel, delegado sindical de la UGT en el servicio de correos en Ceuta, donde vivía con su mujer Francisca, también se salvó sin tener que huir, quizás porque sirvió como sargento en la guerra de Marruecos. A Rodolfo, una persona muy vitalista, comunista y sindicalista convencido, aún le parece mentira que haya llegado a la edad de 82 años, casi en un suspiro. Quizás su implicación en la lucha por la vida explique su longevidad.

Tenemos otro testimonio vivo, de Josefa Corpas Fernández, grabado por su hijo Manuel Lloret, el historiador de Mijas, ya que Josefa falleció en 2019. Ella tenía 8 años cuando su familia, que vivía en Calle Agua nº 17-19 de Málaga, decidió sumarse a la huida. Cuenta que huyeron por el Camino Nuevo y que iba mucha gente portando de todo, colchones, máquinas de coser, ajuares… Recuerda que su único alimento en el camino fue la cañadú (caña de azúcar en Málaga) que pelaba con los dientes. Los bombardeos de los barcos le daban mucho miedo pero cree que los aviones mataron a mucha más gente. Antes de llegar a Nerja, su tía Rosa fue alcanzada por el trozo de una bomba que le dio en la cara, un hombre que iba junto a ellos, la curó, pero ya se le quedó la boca torcida para toda la vida. En Nerja, los hombres, su padre, su tío Antonio, y su tío Plácido se fueron dejando allí a las mujeres, pensando en que no alcanzarían las líneas republicanas con las mujeres y que estas no tenían nada que temer.
Solo logró pasar el Guadalfeo, su tio Antonio. En Nerja los fascistas las llevaron, un tramo andando y otro en camiones a Torre del Mar, y de allí se volvieron a Málaga en el tren de la Cochinita. Recuerda que un soldado italiano les dio unas naranjas de las que se comieron hasta las cáscaras.

Su padre, y su tío Placido, que volvieron a los pocos días, fueron detenidos, Placido fue condenado a treinta años que pasó en el penal de Santoña, y José, su padre, lo tuvieron casi un mes detenido. Salió en tan mal estado, cuando lo soltaron, que le tuvieron que amputar una pierna. El tío Antonio, que logró pasar a zona republicana acabó preso, y fue fusilado en las tapias del cementerio de San Rafael, donde miles de personas antifascistas fueron fusiladas.
A las 6 de la tarde hemos asistido en el teatro municipal a la representación de la obra “¡¡Ay Carmela!!” de la compañía almeriense “Tinglao Teatro” dirigida por Adán Torres y protagonizada por la cantante y actriz Sensi Falán y José Antonio Montero. Al acabar la obra, se han entregado diplomas de reconocimiento de la realización de la marcha a todas las personas participantes. Mañana es la última etapa, y el estado de ánimo es exultante. La gente ha disfrutado mucho con la marcha, y sobre todo las personas que no la conocían han aprendido y han visto cosas que no esperaban. Como dijo una compañera de Málaga, cada día de marcha es como una caja de sorpresa. Mañana llegamos a Almería.

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