El
Partido Comunista de Andalucía inaugura hoy ‘Tribuna Abierta. Construyendo
Unidad Popular’ una plataforma on line
para que militantes, simpatizantes, activistas, sindicalistas y el “conjunto
del pueblo trabajador andaluz” aporten, con artículos de opinión, sus
reflexiones de cara al XX Congreso del PCE.
En
una carta con la que el PCA presenta la plataforma, firmada por los secretarios
generales del Partido Comunista de España y de Andalucía, José Luis Centella y
José Manuel Mariscal respectivamente, asegura que “los documentos aprobados por el Comité Federal para su debate en esta
primera fase del XX Congreso no son en absoluto un ejercicio de ombliguismo”
sino que, “al contrario, son una
propuesta provocadora para el debate del PCE que, por los asuntos que se
abordan, afecta al conjunto de la clase trabajadora”.
El
debate en la web ‘Tribuna Abierta’ se estructura con la presentación de cuatro
temas: ¿Qué partido comunista necesita la clase trabajadora?; el Movimiento
Obrero; la política de alianzas; y la Unión Europea y la Europa del Euro. A
estos cuatro temas, el PCA invita a aportar puntos de vista, en forma de
artículos de opinión que serán públicados en esta web para que puedan ser sea
leídos y compartidos por el resto de visitantes.
Tal
y como apuntan Mariscal y Centella en su carta de presentación, se trata de una
iniciativa que “contribuye a que el
debate transcienda las paredes de nuestro partido”.
Presentación de José Luis Centella
y José Manuel Mariscal
El
Partido Comunista de Andalucía inaugura hoy esta tribuna de debate abierta al
conjunto del pueblo trabajador andaluz. Saludamos esta iniciativa y queremos,
con este saludo de presentación, contribuir al debate para que transcienda las
paredes de nuestro partido. «Los comunistas no tienen intereses propios que se
distingan de los intereses generales del proletariado», seguimos diciendo desde
que Marx y Engels así lo señalasen en el Manifiesto Comunista.
Los
documentos aprobados por el Comité Federal para su debate en esta primera fase
del XX Congreso no son en absoluto un ejercicio de ombliguismo, al contrario,
son una propuesta provocadora para el debate del PCE que, por los asuntos que
se abordan, afecta al conjunto de la clase trabajadora. La crisis del
capitalismo se está tratando de resolver exprimiendo la reproducción social
hasta el extremo y las comunistas estamos convencidas de que hay que superar el
capitalismo en un proceso de emancipación consciente del conjunto de la clase
trabajadora.
Tenemos
por delante la celebración de diversos debates simultáneos en el tiempo y
confluyentes en sus resultados: la Asamblea de IU, el Congreso del PCE y el proceso
de construcción del bloque Social y Político desde la unidad popular. Pero
también deben ser tiempos de acción frente a las más duras agresiones del
capital y a los más brutales recortes de las libertades que se atisban en el
horizonte. La crisis no ha terminado, las contradicciones se van a agudizar y,
de la solución de las mismas y nuestra capacidad de incidir y maniobrar en
ellas, depende el futuro de las próximas
generaciones.
Entendemos
que hay dos formas de afrontar estos momentos decisivos para la izquierda en
general y para el PCE en particular:
Una
es resaltando y agrandando las diferencias para justificar el enfrentamiento y
la configuración de bloques, con falsos debates, con acusaciones, etiquetas y
medias verdades para confundir: todo ello nos lleva a terminar en un proceso de
confrontación o ruptura basado en el ajuste de cuentas, imposibilitando el
acuerdo e incluso la propia potencia deliberativa de nuestras agrupaciones de
militantes.
Pero
también existe otra forma de afrontar la Asamblea de IU o el Congreso del PCE,
en la que, personalmente, nos vamos a implicar y dejar la piel, que es situando
en primer lugar lo que nos une, lo que hace que trabajemos en una misma
organización.
Dejemos
sentado que todos, o la gran mayoría, compartimos la necesidad de una izquierda
rupturista, la que se ve reflejada en el discurso de las candidaturas de IU-UP
de las últimas elecciones generales, en el trabajo del anterior Grupo
Parlamentario: una Izquierda que no está dispuesta a disolverse en ningún
modelo de casa común por muy actualizado o remodelado que esté, o por muy de
moda que parezca. Discutamos, por lo tanto, sobre las diferentes formas de
organizarnos, de concretar alianzas, de afrontar la imprescindible renovación
política y de dirección, porque aquí defenderemos posturas diferentes.
Resaltemos
que estamos de acuerdo en proclamar que, en el marco de la actual UE sustentada
en la llamada «Europa del Euro», es imposible una salida social a la crisis a
favor de la mayoría social trabajadora y debatamos sobre cómo romper el Euro
como instrumento de dominación de la economía y, por tanto, de la vida de la
gente, porque aquí también tendremos diferencias.
Digamos
que estamos de acuerdo en mantener la apuesta estratégica en torno a la ruptura
democrática y la necesidad de construir un nuevo proyecto de país y discutamos
sobre las medidas básicas o las prioridades.
Resaltemos
que estos debates son necesarios e imprescindibles, pero hagámoslo desde la
propuesta concreta, desde la voluntad de síntesis, que no es sinónimo de
componenda; no agrandemos de forma artificial las diferencias, legitimas,
necesarias.
Sobre
todo, la obligación de las y los dirigentes en este momento es no fomentar la
ruptura, ni por activa ni por pasiva.
Preparemos
una asamblea de IU y un Congreso del PCE que nos permitan debatir acerca de
ideas, de propuestas, de luchas; preparemos nuestro trabajo para participar en
la construcción de poder popular a todos los niveles, para que desborde a
quienes tratan de reformar el régimen y mantener el sistema, e ilusione a
quienes queremos, en este año 2016 de debate y lucha, ser capaces de crecer en
organización, en capacidad de movilización y también, como no, en perspectivas
electorales.
Desde
esta reflexión, apelamos a quien hoy tiene la palabra, a la base, para que
nadie nos divida de forma falsa entre los que quieren enterrar Izquierda Unida
y los que quieren salvarla. IU no necesita salvadoras ni salvadores. Lo que
necesitamos es asumir el reto y dar la batalla de las ideas frente al
capitalismo, frente al autoritarismo, en defensa de la clase trabajadora, de
una democracia real, participativa, de una política de solidaridad y paz.
Por
ello, desde las asambleas de base que hoy están hablando, se nos debe exigir a
quienes tenemos responsabilidades de dirección que seamos conscientes de que es
mucho más lo que nos une que lo que nos puede separar.
Que
nadie haga trampas, que nadie oculte proyectos. Expongamos nuestras posturas de
forma clara y honesta para debatirlas.
En definitiva, aprendamos de lo que nos enseñaron Pepe Díaz y Dolores Ibárruri,
con esa pasión por la unidad que hoy tiene más sentido que nunca.
Estamos
seguros de que en la IU actual se encuentra mucho de lo mejor de la izquierda
española, pero también somos conscientes de que fuera de IU existen muchas
personas y colectivos con los que necesitamos confluir, converger para
configurar esa alternativa de ruptura que necesita la mayoría social
trabajadora para conquistar una salida de la crisis social, justa y
democrática. Y esta confluencia, esta convergencia, necesita organizarse con un
debate abierto y amplio, en el que no sobra nadie sino que, por el contrario,
falta mucha gente.
En
este sentido, la primera fase del Congreso del PCE debe ser útil en primer
lugar al propio Partido, porque sin un PCE fuerte, activo, capaz de implicarse
en el conflicto social, no es posible una izquierda que confronte con el
capitalismo. Pero también debe ser útil a la configuración de la Unidad Popular
que hoy necesitan la clase trabajadora y las capas populares para disputar la
hegemonía al neoliberalismo.
Por
ello, el PCE debe afrontar este debate desde la necesidad de hacerlo sin
intermediarios, con plena personalidad y toda la energía de la que hemos sido
capaces la militancia comunista en los momentos más difíciles de nuestra
historia. Vamos a defender el Partido de Dolores y Pepe Díaz, el Partido del
Frente Popular, que antepuso la unidad de las fuerzas republicanas al
sectarismo de quienes buscaban la división.
En
definitiva, es la hora del debate sincero, sin trampas ni falsos argumentos,
desde el respeto a todas las posiciones y la voluntad de unidad.
El
pueblo trabajador, cuyo elemento más consciente son el millón de votos
obtenidos en las recientes elecciones, es el destinatario de nuestra praxis
política. A ellos y a ellas nos debemos. Del análisis de las grandes derrotas
del movimiento obrero y democrático han surgido las posibilidades de las
victorias futuras. Marx nos regaló las preciosas páginas sobre 1848 y 1871. No
habría 1917 sin el análisis de Lenin y su partido de la derrota de 1905. No
tendríamos al más útil Gramsci sin su derrota política y personal.
Con
esto queremos decir que las posibilidades de victoria en la lucha de clases se
incrementaran si sabemos adecuar nuestra estrategia y nuestra táctica política
al ciclo largo de luchas que parece abrirse: un ciclo largo en el que la
derrota y el miedo aún pueden cambiar de bando.
José Luis Centella.
Secretario General del PCE
José Manuel Mariscal.
Secretario General del PCA
¿Cómo funciona?
Te
proponemos cuatro temas de debate. A cualquier de ellos, o a cuantos quieras,
puedes enviar tu artículo de opinión que será pública en esta web para que sea
leída y compartida por el resto de visitantes. Sólo tienes que seleccionar el
tema al que quieres aportar con tu artículo y enviarlo a través del formulario.
Lo publicaremos en cuanto lo recibamos.
Temas a debate:
1. ¿QUÉ PARTIDO COMUNISTA NECESITA
LA CLASE TRABAJADORA?
¿Para
qué crees que deberían reunirse las Agrupaciones del Partido?, ¿qué funciones
deberían tener?, ¿y en qué modo crees que debería intervenir el Partido en la
sociedad?¿Cómo harías la información más accesible al conjunto de la
militancia?, ¿cómo facilitarías la participación de la militancia en las
reuniones del Partido y en sus actividades, ya sean propias o de un frente de
masas de referencia del mismo?, ¿cómo garantizarías la agilidad en la toma de
decisiones y la democracia interna? ¿Qué vías de financiación propones para
fortalecer al Partido y garantizar su independencia?, ¿cómo mejorarías las vías
existentes?, ¿qué uso le darías a las finanzas para garantizar que el Partido
se acerca a sus objetivos políticos? ¿A qué luchas le darías prioridad en el
momento actual de acuerdo con los objetivos del Partido Comunista?, ¿qué
mejorarías de la propaganda y de la comunicación que utilizamos?, ¿cómo
coordinarías a los y las camaradas que están en los frentes de lucha para ganar
la hegemonía política en dichos espacios? ¿Qué harías para mejorar la política
de formación en el Partido?, ¿qué materias formativas consideras básicas para
cada nivel de dirección? ¿qué otras actividades desarrollarías para apoyar la
formación teórica?
2. MOVIMIENTO OBRERO
Tomando
como tesis la centralidad del Mundo del Trabajo en nuestro Partido, ¿se ajusta
nuestra estructura organizativa a la clase obrera y trabajadora de nuestro
país?, ¿qué utilidad tiene el Partido para los trabajadores y las
trabajadoras?, ¿es nuestro Partido un lugar donde los trabajadores/as se
sienten cómodos y pueden discutir de sus inquietudes y necesidades?, ¿ofrece el
Partido un espacio donde los elementos más destacados de la clase trabajadora
organizada puedan avanzar en su formación como dirigentes comunistas?.
Actualmente, ¿es el Partido Comunista un partido compuesto por trabajadores/as
o tiene la clase trabajadora un peso específico en sus órganos y en sus
decisiones? ¿Nuestro actual modelo organizativo nos permite este trabajo?. En
la actualidad, ¿crees que el discurso del Partido se dirige y es comprendido
por la clase obrera, o por el contrario se dirige a otras clases subalternas
(intelectuales, profesiones liberales, etc?¿Piensas que el Partido debe marcar
las líneas de trabajo y actuación de los/as comunistas en el seno del
sindicato?, ¿cuál piensas que debe ser el papel principal de los/as comunistas
en el sindicato: la lucha orgánica y de posicionamientos internos en CC.OO o
implantar un método de trabajo comunista en la acción sindical de nuestra
militancia?, ¿qué sindicalismo debe promover el Partido entre sus bases y qué
papel deben jugar los/las comunistas en sus centros de trabajo?
3. POLITICA DE ALIANZAS
¿Se
ajusta la actual política de alianzas del partido a ese objetivo estratégico?, ¿debe
el Partido funcionar dentro de un movimiento o espacio unitario más amplio?.
¿Crees que IU funciona como un MPS o como un partido?, ¿nuestra participación
en IU ha acercado más gente a la política del PCE?, ¿la práctica política de IU
ha estado demasiado centrada en lo institucional?, ¿por qué estas carencias no
han sido diferentes donde el PCE es mayoritario?. ¿Necesitan las clases
populares la existencia de la izquierda revolucionaria? y si es necesaria
¿existe espacio político para la existencia la izquierda revolucionaria de
manera autónoma e independiente de la vieja y nueva socialdemocracia?,
¿consideras necesaria la existencia de un espacio unitario permanente con
aquellas personas con las que coincidimos políticamente pero no militan en el
PCE?, ¿cómo debe ser la relación de la militancia comunista con ese espacio?,
¿qué aspectos debería tener a nivel organizativo ese espacio?, ¿qué papel
debemos jugar como comunistas en este proceso de rearticulación de la
izquierda?, ¿qué forma debe tener este proceso de repensar o rearticulación de
la izquierda?
4. LA UNION EUROPEA Y LA EUROPA DEL
EURO
¿Cuál
es la mejor estrategia para confrontar con el consenso ideológico dominante que
sitúa a la Unión Europea como garante del bienestar social y económico del
país, y al euro como eje central en el blindaje del mantenimiento de nuestro
poder adquisitivo? Desde un punto de vista táctico cual es la mejor fórmula
para romper con la UE y el euro. ¿Cuál es la hoja de ruta que planteamos más allá
de salirnos? ¿Es necesario un proyecto de integración europea? ¿Cuál? ¿Quiénes
son nuestros aliados europeos principales? ¿Debemos dar prioridad a las
alianzas con los países denominados (PIIGS)? ¿Es posible, además, utilizar una
campaña periférica de la izquierda para reconstruir y reimpulsar proyecto
coordinado de izquierdas y rupturista en el seno de la Unión Europea? O dicho
de otro modo, ¿se puede fundar una alternativa anticapitalista que traspase el
marco de los estados-nación sobre la idea de construir una especie de ALBA de
los periféricos de Europa? ¿Es posible compatibilizar el anhelo de soberanía
nacional generado por las políticas de recortes y austeridad de la UE con
nuestra tradición internacionalista y los lógicos complejos sobre el concepto
de España que aún padecemos? ¿Podemos construir y trabajar un concepto de
patriotismo revolucionario integrador con las nacionalidades del estado?
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