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domingo, 13 de febrero de 2022

Etapa 8ª de la VI Marcha de “La Desbandá”: “Recordar para no volver a repetir. Colombia”. Crónica del camarada Manolo “Teniente”. 10 de febrero.


A las 8:00 horas salimos de Adra en dirección a El Ejido. El recorrido que elegimos, es la salida de Adra por la famosa alameda de plátanos de sombra, inmortalizada en una foto de Hazen Size, uno de los compañeros de Norman Bethune, que fue quien realizó las fotos de la Desbandá. En primer plano se ve un niño que lleva una caña de azúcar en la mano y está mirando hacia atrás. Los extensísimos sembrados de caña de azúcar, presentes en toda la costa mediterránea de entonces, fue lo que permitió sobrevivir a miles de personas, que iban sin nada que comer.
Uno de los pueblos que atravesamos antes de llegar a El Ejido, es Balerma. A la entrada un grupo de personas, cosa que no es habitual nos están esperando con banderas republicanas y con aplausos. El municipio original de la zona era Dalías, al que pertenecían Balerma y el Ejido. En los años 30, el Ejido no era nada, y todavía en los años 50, su población no llegaba a 3.000 personas. Sólo a partir de 1961, cuando empezaron los primeros cultivos de enarenado bajo plástico, empezó a crecer la población, constituyéndose como municipio en 1981.
Antonio López, compañero permanente de la Desbandá, que es de Balerma, nos contó uno de los episodios de la Desbandá a su paso por allí. Había una mujer llamada “La Cripta”, cuyo hijo, Jesús el de la Cripta, aún vive. Al paso dela Desbandá por Balerma, “La Cripta” acogió en su casa, a una familia que iba con seis hijos, con la particularidad que estuvieron allí acogidos, no un día, ni dos, sino un año entero. Lógicamente, la familia malagueña estuvo agradecida toda la vida, creándose fuertes vínculos de amistad entre las dos familias; “La Cripta”, que en realidad se llamaba Rosalía, era una mujer inmensa, enorme, de ahí el mote, pero lo más enorme que tenía era el corazón; siempre ayudaba a todo el mundo y su casa siempre estaba abierta para quien lo necesitara; siempre alegre, siempre dispuesta, todo el mundo la quería.
Su marido era Frasco “El Montellino”, que al contrario que su mujer era un hombre delgado, fue el principal organizador de reparto de alimentos en el pueblo en el periodo de la guerra; su lema era que no se podía tolerar que nadie pasara hambre cuando a otros le sobraba, de manera que se garantizó, la alimentación de todo el pueblo, a través de un sistema de reparto.

El relato de “La Cripta” es muy esperanzador, pero Antonio también nos contó, otros trágicos, derivados del enfrentamiento, entre quienes venían desesperados y hambrientos, y la gente de los pueblos que iban atravesando. Gente pobre o humilde que una vez que ayudaban a algunas personas ya no podían ayudar más y cerraban sus puertas a cal y canto. En concreto, en el pueblo anexo, llamado Balanegra, unos propietarios mataron a tiros a 4 personas, que venían en la Desbandá, porque le habían robado una perdiz; los mataron y los dejaron en una cañada con unas piedras por encima para taparlos. En la obra de teatro del Grupo Pinto Teatro, que nos representaron en Salobreña, aparece un episodio que de alguna manera rememora esos enfrentamientos.
Tenemos el testimonio oral de la gente de los pueblos por donde vamos pasando, pero también de la que ha salido de Málaga. Uno de ellos es el de Juan Sarria. Él y su pareja Carmen, son veteranos de todas las marchas desde 2017. El hermano de Juan, Manuel Sarria, es un artista bastante conocido, sobre todo en Málaga y Andalucía. Fue, el “Linterna”, que junto al “Pulga”, formó el dúo humorístico Sacapuntas, que saltó a la fama en 1987, en el programa de la tele 1, 2, 3. El “Pulga” murió en 2.002, y Manuel Sarria sigue trabajando en programas de Canal Sur.
El abuelo de Juan Sarria, que también se llamaba Manuel Sarria, fue Cabo del Batallón Largo Caballero, Compañía Milicias Ferroviarias. Con la ruptura del frente de Gobantes y Valle de Abdalajís, y las columnas fascistas italianas avanzando hacia Málaga, el abuelo de Juan, decide huir con la Desbandá, dejando a su familia en El Palo. Pero por que quedó cortado el camino, o porque se arrepintió, volvió a Málaga, el 12 de febrero. Su mujer lo convence para que se entregue, pensando que no lo pueden tener mucho tiempo en la cárcel. El 17 de febrero se entrega y el 1 de marzo lo condenan a muerte y el 2 de marzo es fusilado. Antes de morir entregó una carta de despedida para que el cura capellán se la llevara a su mujer. En ella le decía a su mujer que intentara colocar a los niños en la Renfe. El capellán consoló a la mujer, que se quedaba viuda con cinco hijos, diciéndole que no se preocupara porque Manuel había recibido cristiana confesión antes de ser fusilado. Un mes y medio después, uno de los hermanos murió de gastroenteritis, los otros cuatro hermanos, fueron ingresados, las dos niñas, en la Casa de Cuna, y los dos niños, uno de ellos el padre de Juan Sarria, en la Casa de la Misericordia. Allí están, hasta su adolescencia, y allí son adoctrinados en los gloriosos principios del Movimiento Nacional y en la fe católica. Su madre, que los visitaba frecuentemente, tenía que sufrir el ver a sus hijos vestidos de falangistas y a las niñas vestidas como de monjas.
Pero los hijos finalmente entraron en Renfe y fueron sindicalistas cercanos a UGT, aunque en la dictadura, dentro del Sindicato Vertical como Jurados de Empresa. Nuestro Juan Sarria, siguiendo los pasos del padre, también entró en Renfe y también fue sindicalista de UGT, pero su padre nunca le contó la historia del abuelo. La conoció a través de otro sindicalista, gran amigo de su padre, que le habló de las fosas comunes del cementerio San Rafael. Finalmente, Juan estuvo siguiendo de cerca las exhumaciones de los cerca de 5.000 cadáveres de las personas asesinadas por el fascismo en la tapia de ese cementerio. De ellos, unos 2.500 están identificados y sus restos fueron sepultados bajo una pirámide donde constan sus nombres, el 11 de enero de 2.014. Actualmente Juan está afiliado a CGT y colabora todos los años, siempre con Carmen, en la marcha de la Desbandá.

Pero hoy queremos sumar a la marcha de la Desbandá de la carretera Málaga-Almería, la de otros pueblos que sufren genocidios, mientras los amos del mundo miran para otro lado. Nos referimos a Colombia, ya que un compañero colombiano, Yuri, participa también en la marcha de la Desbandá, mostrando su solidaridad con las víctimas, que en su país son cotidianas. Más de 1.200 personas, dirigentes sociales o antiguos guerrilleros han sido asesinad@s desde los acuerdos de Paz. Solo en la primera mitad del pasado año 2021, fueron asesinadas 85 personas.
La historia trágica de Yuri comienza el 1º de mayo de 2.005. La ESMAD, policía antidisturbios colombiana, famosa por su brutalidad, disparó botes de gas directamente contra los manifestantes. El hijo de Yuri, Nicolás David, de 16 años, recibió un impacto de bote detrás de la cabeza. Al caer al suelo, cinco policías se acercaron corriendo a patearlo y pisotearlo. El hijo de Yuri, estuvo ocho días en coma antes de morir. A partir de ahí, Yuri se consagró en conseguir, que los culpables de la muerte de su hijo fueran a la justicia. La mafia policiaca no se quedó quieta, lo detuvieron por diversos motivos, lo torturaron, le destrozaron el Centro Social desde donde trabajaba y en 2011 se vino para Asturias con un programa social de protección hacia personas perseguidas. Sin embargo nunca cejó en seguir peleando por el esclarecimiento de la muerte de su hijo. En 2.021, fueron procesados y condenados, el policía que disparó a 17 años de cárcel, el capitán operativo a 4 años (aunque ese ya está en la cárcel con otra condena por narcotráfico) y el Coronel a 8,5 años. Es una victoria para Yuri, lo que ocurre es que excepto el capitán por el motivo dicho, los otros dos siguen en la calle al haber apelado contra la sentencia. La esposa de Yuri quedó destrozada y luego se desentendió de la lucha del padre. A Yuri lo han renombrado en Colombia como padre coraje. Toda la ayuda que desde la Desbandá podamos ofrecerle la tendrá.
Hoy hemos llegado hasta Guardias Viejas, en la entrada oeste del Ejido. Mañana, partiremos de la entrada este, donde empieza el Parque Natural de Puntas Entinas-Sabinar que separa el Ejido de Roquetas.

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